El 81% de los 5.270.862 chilenos que podrán votar por primera vez en la elección municipal del 28 de octubre tienen entre 18 y 39 años. Y de ese grupo, el 43% de los nuevos inscritos afirman que participarán seguramente o con alguna probabilidad de los próximos comicios. Un “piso” alto de interés por participar entre quienes fueron incorporados al padrón, considerando que la campaña municipal aún no comienza. Y un escenario que convierte a este grupo en un factor decisivo a considerar por los partidos políticos.
Ése es uno de los resultados de la Cuarta Encuesta sobre Jóvenes y Participación Periodismo UDP-Feedback, la primera hecha tras la implementación de la inscripción automática y el voto voluntario en un segmento que está en la mira de los expertos. Su participación en el total del padrón electoral prácticamente se duplicó con la reforma de inscripción automática: pasó de ser el 21,7% en las últimas elecciones al 39% en la actualidad. Es el grupo que más creció, y del cual existe mayor incertidumbre de su comportamiento.
En el caso de los comicios de octubre, las cifras indican que la participación de nuevos electores de este segmento podría alcanzar a cerca de 1.600.000 nuevos votantes. Una cifra importante, considerando que es más del 25% de los votantes que participaron en la última elección de ese tipo en 2008, que convocó en torno a 6.300.000 personas.
Los números muestran que a 15 meses de la elección presidencial de 2013 la disposición a ir a votar en esos comicios entre los antiguos “no inscritos” alcanza el 54%, once puntos más que para las municipales, un mayor interés que es consistente con los casos de otros sistemas de voto voluntario en el mundo. Las cifras son similares a nivel de todos los encuestados: si el 55% afirma que pretende participar en los comicios municipales, para los presidenciales el número llega a 65%.
El cambio, por otra parte, sólo genera un leve desplazamiento entre quienes estaban previamente inscritos. El 82% señala que votará para las elecciones municipales y el 91% asegura que lo hará en las presidenciales.
En cuanto a los tramos de edad, el grupo de 30 a 39 años es más “politizado”: supera en diez puntos al segmento de 18 a 29 años en intención de ir a votar en las próximas dos elecciones, y el 58% sabe dónde le toca votar en los comicios municipales, contra apenas el 38% de los más jóvenes. Esto se explica, entre otros factores, porque el 82% de ese último grupo dice que no estaban inscritos en las elecciones pasadas.
39% del actual padrón electoral tienen entre 18 y 39 años edad. En la última elección presidencial y parlamentaria, de diciembre de 2009 -previa a la inscripción automática- el mismo grupo etario representó el 21,7% de los electores.
Quienes se identifican con un sector político están mucho más propensos a participar en las elecciones municipales. Del total de la muestra, el 72% de los jóvenes que se declaran de izquierda, el 65% de quienes se reconocen de derecha y el 53% de los que se definen como de centro señalan que participarán. La situación es diferente entre quienes no declaran identificación: sólo el 37% afirma estar dispuesto a votar.
El nivel socioeconómico también aparece como un factor que presenta diferencias a la hora de decidir la participación. El 72% de los jóvenes del grupo ABC1 (clase alta) señalan que votarán en octubre, pero la cifra baja al 65% para el segmento C2 (clase media). Y en los grupos C3 (clase media baja) y DE (clase baja) quienes se declaran dispuestos llegan al 49%.
La proyección presidencial
El 50% de los nuevos votantes no expresan ninguna preferencia de cara a la elección presidencial de 2013. La cifra es más alta que la que marcan quienes estaban inscritos previamente (39%). Pero en ambos grupos, la constante es que Michelle Bachelet es el nombre más mencionado de forma espontánea.
En el total del grupo de 18 a 39 años, el 32% dice que votaría por la ex presidenta si las elecciones fueran el próximo domingo. La siguen Laurence Golborne, con el 5%; Marco Enríquez-Ominami y Franco Parisi, con el 4%, y Andrés Velasco, que obtiene el 2%.
Bachelet recibe más apoyo entre las mujeres (38% versus 26% de los hombres), el grupo de 30 a 39 años (36% contra 29% del segmento de 18 a 29 años) y en los sectores socioeconómicos más bajos: mientras en el C3 tiene 37% de las menciones y en el DE logra 36%, en el C2 obtiene 26% y en el grupo ABC1 llega al 13%. Golborne, por su parte, tiene el doble de apoyo en hombres que en mujeres (6,4% y 3,2%).
El 50% afirma que votaría en una eventual primaria presidencial de la oposición y el 34,2% dice que lo haría en una de la Alianza. En el primer caso, Bachelet logra el 49% de las menciones, seguida por Enríquez-Ominami (17%) y Velasco (7%). En el oficialismo, en tanto, Golborne alcanza el 28% de las preferencias, Andrés Allamand logra 7% y Pablo Longueira obtiene 6%. Frente a escenarios de segunda vuelta, en tanto, Bachelet se impone tanto al ministro de Obras Públicas (62% frente a 20%) como al de Defensa (67% versus 13%).
El 72% de los jóvenes del grupo ABC1 (clase alta) señalan que votarán en octubre, pero la cifra baja al 65% para el segmento C2 (clase media). Y en los grupos C3 (clase media baja) y DE (clase baja), quienes se declaran dispuestos llegan al 49%.
Cómo piensa el nuevo electorado
En términos de la agenda valórica, son escasas las diferencias entre los miembros del nuevo padrón electoral que tienen entre 18 y 39 años que manifiestan interés de votar en las próximas elecciones municipales de octubre y aquellos que probablemente se abstendrán de hacerlo.
De hecho, la aproximación que en ambos segmentos existe respecto al aborto es prácticamente idéntica. Mientras 78% de aquellos que irán a las urnas están de acuerdo con que se autorice la interrupción del embarazo cuando se encuentra en riesgo la vida de la madre, en el grupo que no irá a votar la cifra llega al 76%. La misma paridad se observa cuando analizamos el grado de apoyo a que las mujeres puedan decidir abortar por razones personales: 17% de los votantes y 18% de los probables abstencionistas se declaran a favor.
Sí se observan algunas diferencias respecto a la legalización del consumo de la marihuana y a los derechos de las minorías sexuales. El grupo que no muestra interés en participar electoralmente tiene un perfil más liberal. El apoyo a que se legalice el cultivo de marihuana para el consumo personal llega a 53% en este grupo, número que cae a 42% en el resto de la población estudiada. En tanto, 6 de cada 10 personas del segmento que no sufragará apoyan el matrimonio entre personas del mismo sexo, frente al 53% de los futuros votantes que opinan de la misma forma.
Técnica: Encuesta cara a cara en hogares. // Tamaño de la muestra: 1.217 casos. // Margen de error: +- 2,8% para las estimaciones sobre el total de la muestra bajo los supuestos de muestreo aleatorio simple, varianza máxima y nivel de confianza de 95%. // Distribución de la muestra: 401 casos en la Región Metropolitana, 418 en la Región de Valparaíso y 308 en la región del Bíobío. // Diseño de la muestra: Probabilístico, estratificado con fijación a-proporcional a nivel de región. // Universo representado: Habitantes de los principales centros urbanos de Valparaíso (V Región), Concepción (VIII Región) y Santiago (RM). // Unidad de muestreo: Hombres y mujeres, entre 18 y 39 años de edad, residentes permanentes del hogar. // Trabajo de campo: Entre el 13 y el 23 de julio. // Ajuste de diseño: Resultados ponderados por las variables de género, grupo de edad y región, de acuerdo a los datos provistos por el Servicio Electoral correspondientes a las inscripciones electorales vigentes al 31 de enero de 2012 // En algunos de los gráficos sobre participación en elecciones municipales y presidenciales, los "No sabe
" y "No responde" están excluidos.
El nuevo botín
Las similitudes en la agenda valórica de los miembros entre 18 y 40 años del nuevo padrón comienzan a desaparecer cuando se deja atrás la variable sobre la disposición a votar y se analizan las diferencias por grupos de edad.
El segmento entre 18 y 29 años muestra niveles de acuerdo significativamente más altos respecto a la legalización del consumo de marihuana y la posibilidad de que las parejas homosexuales se puedan casar y se les permita adoptar hijos.
Sin embargo, esta tendencia liberal en el segmento más joven se invierte al momento de evaluar el aborto. Mientras entre los mayores de 30 la interrupción del embarazo para resguardar la vida de la madre alcanza un apoyo superior al 80%, en el segmento entre 18 y 29 años esta cifra sigue siendo mayoritaria, pero se ubica en 74%. La misma tendencia se registra en un escenario de aborto por razones personales: 16% de los más jóvenes apoya esa opción, y en el resto de los encuestados la aprobación llega a 20%.
En síntesis, las diferencias valóricas que atraviesan al electorado no tienen que ver con la disposición a participar en las elecciones o el interés en política, sino que están más vinculadas a la etapa del ciclo vital en que se encuentran los ciudadanos considerados en el estudio.
Agenda política y confianza en instituciones
La Cuarta Encuesta sobre Jóvenes y Participación Periodismo UDP-Feedback también indagó sobre materias políticas y sociales contingentes.
En primer término, resulta llamativo el apoyo transversal que las demandas del movimiento estudiantil despiertan en los ciudadanos analizados en el estudio. A más de un año de iniciadas las manifestaciones, 84% se declara de acuerdo con las demandas planteadas al gobierno por secundarios y universitarios. Apoyo que se presenta sin grandes diferencias en todos los grupos etarios y tanto en aquellos que tienen decidido asistir a votar como en quienes no van a hacerlo.
Además, al momento de evaluar a los distintos actores que han intervenido en este tema, las mejores evaluaciones son conseguidas por los estudiantes y sus dirigentes (con notas promedio en torno a 5), mientras que las actuaciones del presidente Sebastián Piñera y el actual ministro de Educación, Harald Beyer, reciben una calificación negativa (un 2,8 para cada uno).
Respecto a otros temas de la contingencia, sólo el 30% de los encuestados están de acuerdo con mantener el sistema electoral binominal, y el rechazo a este método es mayoritario en todos los segmentos estudiados sin diferencias importantes entre ellos. Sin embargo, esta pregunta presenta tasas de no respuesta bastante más altas que en los demás temas de la agenda política y social consultados, alcanzando 26% entre aquellos que no están dispuestos a votar en las próximas elecciones.
Finalmente, el estudio da cuenta del bajo nivel de confianza que suscitan las instituciones, ya sean políticas, policiales o religiosas. De hecho, ninguna de las instituciones por las que se consultó logró niveles de confianza superiores al 45%, cifra obtenida por Carabineros. Más atrás se ubicaron los medios de comunicación (38%), la Iglesia Católica (24%), el Presidente de la República (15%), las grandes empresas (10%) y los parlamentarios (5%).
58,3% del total de la muestra desaprueba la forma en que el presidente Sebastián Piñera está conduciendo el gobierno. Un 22,9% aprueba la conducción, en tanto un 18,7% no aprueba ni desaprueba, o no sabe o no responde.
Más conectados
En relación al uso de redes sociales como Facebook o Twitter, existen diferencias entre quienes están dispuestos a votar en las próximas elecciones municipales y quienes no lo harán. Podríamos decir que los más interesados en votar en las próximas elecciones utilizan las redes sociales para hablar de política de manera más activa que quienes declaran no estar interesados en acudir a las urnas. Para los más politizados, Facebook y Twitter se convierten en un espacio político.
Aunque en ambos grupos la mayoría de las personas poseen una cuenta en Facebook (81% de la muestra) y utilizan esta red social con similar frecuencia, las diferencias aparecen a la hora de opinar sobre temas políticos, públicos y ciudadanos. En una semana normal, aquellos dispuestos a votar en las próximas elecciones utilizan más seguido este espacio para debatir con sus pares sobre asuntos públicos que aquellos que no irán a las urnas (50% y 32%, respectivamente). De igual forma -en los últimos tres meses-, aquellos que acudirán a votar son más activos en Facebook para discutir sobre asuntos públicos que aquellos que no lo harán (44% y 19%, respectivamente).
A diferencia de Facebook, son menos los chilenos menores de 40 años que tienen una cuenta en Twitter (22% de los encuestados). De ellos, son más los dispuestos a votar que tienen cuenta en esta red social (27%) que aquellos que no lo harán (18%). Al igual que en el caso de Facebook, los usuarios de Twitter de ambos grupos presentan frecuencias similares de uso. Entre los temas que más tratan los usuarios están las “contingencias del día” (26%), “temas de la vida personal” (17%) y “política” (14%). Los dispuestos a votar hablan más de política que aquellos que no van a sufragar (18% y 6%, respectivamente). En tanto, aquellos usuarios de Twitter que no acudirán a las urnas (21%) hablan más de la vida personal que los que sí lo harán (14%). Finalmente, tanto en una semana normal como en los últimos tres meses, los dispuestos a votar han debatido más sobre temas políticos que quienes no están interesados en participar en las próximas elecciones.