Todos lo saben: Luis Larraín, director ejecutivo de Libertad y Desarrollo, es un hombre de derecha. Desde esa vereda se para y mira al país. Sin embargo, hoy es crítico de su sector. Afirma que la derecha se ha frivolizado. Y va más allá: dice que a la UDI hoy le faltan ideas y menos preocupación por las encuestas, algo que, según él, tuvo su peak en la campaña presidencial de Joaquín Lavín.
Advierte, además, que ve síntomas parecidos en la administración de Piñera: “El hecho de que el presidente sea tan omnipresente ha impedido tener un equipo político fuerte. Eso no se ajusta al espíritu de la centroderecha”.
Amigo de Andrés Allamand -fueron compañeros de curso en el Saint George, ingresaron juntos a la juventud del Partido Nacional y colaboró con él en su periodo como parlamentario-, insiste que el mejor candidato para desafiar a Michelle Bachelet es quien enarbole las banderas tradicionales de la derecha.
-¿Cuáles son, en su opinión, las fortalezas de Golborne y Allamand?
-Ambos están capacitados para ser candidatos de la centroderecha, aunque tienen trayectorias distintas. La de Allamand es una trayectoria política: fue presidente de partido cuando era muy joven, estuvo presente en la transición desde el régimen militar a la democracia en forma activa, ha sido parlamentario con roles relevantes. Es una persona bastante probada. La trayectoria de Golborne es totalmente distinta: está ligada al sector privado, con una exitosa gestión como ejecutivo; ha sido ministro de Minería, Energía y Obras Públicas, y lo ha hecho muy bien. Tiene posibilidades siendo un candidato bastante distinto a Allamand por trayectoria.
-¿Cuál es entonces mejor candidato?
-El que represente mejor las ideas de la centroderecha.
-Infiero entonces que, para usted, el mejor candidato es Andrés Allamand.
-Allamand tiene una trayectoria política mayor. Pero veamos qué dice Golborne. A lo mejor tiene buenas ideas. Aún no lo sabemos. Una primaria lo podrá demostrar bien.
-La Ley de Primarias fija un cronograma: inscripción de candidatos en mayo y su realización en junio. ¿Qué pasos debiera dar la derecha?
-La centroderecha debiera utilizar esa ley para hacer sus propias primarias, y elegir a sus candidatos. Ésta es una postura que como Libertad y Desarrollo hemos propuesto desde 1993. Fuimos los primeros en plantear que las primarias tienen ventajas: se les da mayor participación a las bases de los partidos, generán una instancia para que se discutan proyectos, cuestión muy relevante hoy, que hay una cierta banalización de la política.
"El estándar de participación que han tenido los chilenos hace inviable que nuestro candidato se escoja entre cuatro paredes, como ocurría antes. Debe ser elegido por medio de primarias"
-No lo han escuchado mucho. La derecha nunca ha hecho primarias.
-Cuando lo planteamos sabíamos que era una posición nueva en el sector. Hoy es coherente. Se debe entregar un mayor grado de decisión a las personas. Reconocemos la necesidad de que los partidos políticos intervengan nombrando candidatos y valoramos su rol profesional en la política, pero deben hacer un esfuerzo para acercarse más a la gente. Candidatos enfrentados en primarias son el mejor escenario para discutir ideas.
-La ventaja de Golborne hace que la UDI aún no se convenza de hacer primarias.
-El hecho de que un candidato lleve ventaja sobre el otro no es argumento para no hacerlas. De hecho, he conversado con altos dirigentes de la Concertación y ellos van a hacer primarias, pese a que todos dicen que Michelle Bachelet será la candidata. Y ella tiene una diferencia abismante sobre los otros. El estándar de participación que han tenido los chilenos hace inviable que nuestro candidato se escoja entre cuatro paredes, como ocurría antes. Debe ser elegido por medio de primarias.
-Algunos en su sector piensan que si Golborne se dispara al dejar el ministerio, tal como le ocurrió a Bachelet, sería innecesario…
-Ni siquiera en ese escenario me parece un argumento. Si toma esa ventaja, significa que va a ganar las primarias.
-En palacio no hay seguridad si los ministros presidenciables debieran salir el 14 de noviembre o en marzo. ¿Cuándo debieran dejar el gabinete?
-Si Bachelet se decide, debieran salir sí o sí. Si consideramos que es importante el debate de las ideas, pienso que debiera ser más cerca del 14 de noviembre que de marzo. Para tener una buena discusión se requiere tiempo, trabajo y contenidos programáticos. Entiendo que la tesis de que salgan en marzo perdió fuerza en el gobierno.
-Si el presidente decide que salgan en marzo, el más perjudicado sería Allamand, que en Defensa no tiene la oportunidad de lucirse como Golborne en el MOP.
-Puede ser. Efectivamente, Defensa por sus características tiene menos posibilidades de lucimiento. Ahora, me imagino que este tipo de decisiones son conversadas. Esto no es el colegio, donde los niños tienen que llegar a una u otra hora. Aquí estamos hablando de gente adulta. La decisión se tomará pensando en las mejores posibilidades para la centroderecha.
Derecha frívola
-Desde el gobierno señalan que los ministros no han sido suficientemente imaginativos para llegar a la gente. Que debieran actuar como Bachelet, que incluso se subió a un tanque…
-No me importan esas cosas. Que Michelle Bachelet se haya subido a un tanque, sabiendo que su padre vivió situaciones complejas con las Fuerzas Armadas, fue interpretado por la población como una actitud generosa y de poco rencor. Es una cuestión de fondo.
-¿La derecha abandonó las materias de fondo?
-De repente hemos estado centrados en una política muy basada en las comunicaciones, que no es importante. Los candidatos de la centroderecha deben ventilar sus diferencias. Por ejemplo, decir cuáles son sus planteamientos en materias de educación. La centroderecha tiene buenas soluciones. Los candidatos deben convencer a la gente que lo que ofrecen es mejor. Un bono puede parecerles interesante, pero las encuestas dicen que la gente no quiere sólo regalos y bonos. Quieren capacitación para tener un mejor trabajo.
Luis Larraín: "Los candidatos de la centroderecha deben ventilar sus diferencias"
-¿Se ha frivolizado la derecha?
-Creo que sí. También la Concertación. Hay un riesgo de populismo en la política chilena, de ser muy superficial en los análisis.
-¿Hace cuánto tiempo la derecha perdió su esencia?
-No sé, son procesos graduales. Probablemente todos tenemos una responsabilidad en esto. Cometimos el error de pensar que llegando al gobierno íbamos a resolver muchos problemas instalando nuestras ideas.
-¿Qué banderas debiera levantar hoy la derecha?
-La primera, que el gobierno ha levantado, pero sin la fuerza suficiente, es el desarrollo económico. Tenemos la suerte de tener el precio del cobre de US$ 3,5 promedio, si se acercara a los niveles históricos estaríamos en una situación mucho peor. El desarrollo se puede terminar, no está garantizado. La aprobación de proyectos de inversión es importante. Las razones ambientales para frenar proyectos eléctricos, incluido HidroAysén, se basan en una visión elitista: a mí, que iré por cuarta vez a la Carretera Austral, me interesa el paisaje, pero a las personas más pobres les importan otras cosas. La matriz energética está más contaminante por la paralización de iniciativas. Falta fuerza del gobierno para decir estas cosas.
-¿Qué otras ideas fuerza propone?
-Darle prioridad a la educación como vehículo de movilización social, privilegiando la libertad de los padres para elegir. Y decir cuáles son las formas legítimas para protestar: es ilegítimo hacerlo ocupando las arterias de una ciudad, porque se interfiere la actividad de otros.
-Pero el gobierno, la mayoría de las veces, ha cedido.
-Pienso que por la masividad consideraron que no se podían negar. Pero renunciar al orden público es una cosa que la derecha no puede hacer.
Mea culpa: no más “cosismo”
-¿Puede ganarle un candidato de derecha a Bachelet?
-Con la información que tenemos hoy es muy difícil ganarle a Bachelet, pero falta más de un año para la elección.
-Bachelet tiene atributos como la simpatía. ¿Qué atributo debiera tener un candidato de derecha?
-Los atributos no son lo más importante. Se puede convencer a la gente también con ideas, con convicción.
"La UDI no está tan clara en la parada de las ideas. No sé cuánta importancia asignarle hoy al factor comunicacional, pero cuando Lavín fue candidato se privilegiaron cuestiones que no tenían que ver con ideas"
-Usted plantea que la derecha debe retomar sus ideas clásicas. ¿Por qué la UDI opta por Golborne, que no es una figura tradicional del sector?
-No sé. Habría que preguntarle a la UDI. En los partidos prima el hecho de que junto a la elección presidencial hay una elección parlamentaria: se privilegia un precandidato presidencial que potencie su lista parlamentaria. No puedo contestar por qué específicamente Golborne no he estado en esa discusión. El hecho de que tenga buena apreciación pública y carisma tienen que haber sido factores para el acercamiento.
-Entonces, insisto: los atributos sí importan…
-Depende cuál es el objetivo. A lo mejor para la UDI hoy eso es importante.
¿Priman en la UDI las encuestas y lo comunicacional, que algunos llaman lavinismo?
-La UDI no está tan clara en la parada de las ideas. No sé cuánta importancia asignarle hoy al factor comunicacional, pero es cierto que cuando Lavín fue candidato se privilegiaron cuestiones que no tenían que ver con ideas, sino que con temas comunicacionales.
-¿Ese periodo marcó el quiebre con la derecha de las ideas?
-Se decía que el lavinismo era “cosismo”: con Lavín se potenció el afán de mostrar cosas nuevas, las playas artificiales, que son cosas efectistas y que tuvieron un efecto. Muchos no nos dimos cuenta. Hago un mea culpa como sector. Tal vez la centroderecha se ilusionó, por estar tanto tiempo alejada del poder y haber descubierto un candidato que con sus atributos estuvo muy cerca de ganar. Se hizo vista gorda a planteamientos que no tenían nada que ver con la derecha tradicional.
-¿Tiene temor de que se vuelva al cosismo?
-Espero que no se cometan los mismos errores.
-¿Existe el riesgo de que Golborne utilice el mismo modelo de Lavín?
- Golborne aún no ha dicho nada. Si quiere ser candidato debe hacer planteamiento de ideas.
-¿Piñera gobierna mirando las encuestas?
- Se ha mirado mucho ese factor, y le ha pasado la cuenta. El hecho de que el presidente sea tan omnipresente ha impedido tener un equipo político fuerte. Eso no se ajusta al espíritu de la centroderecha. Un gobierno de nuestro sector debe facilitar la acción de las personas, y no atribuirse todos los éxitos. El gobierno es el árbitro, no el que mete los goles. Eso se ha perdido.