Por Josefina Ríos Noviembre 5, 2012

Antes de aceptar la propuesta de Sebastián Piñera para que asumiera como ministro de Estado a comienzos del 2010, Laurence Golborne llamó a Juan Antonio Guzmán: su consejo era crucial antes de tomar una decisión. El actual presidente de Polpaico y eterno consejero de la Sofofa lo alentó a tomar el desafío. El resto de la historia es conocida y tiene hoy a Golborne ad portas de renunciar al gabinete para comenzar la carrera hacia la Presidencia de la República. 

Se conocieron hace más de 30 años en los pasillos del Campus San Joaquín de la Universidad

Católica. Allí, Guzmán era profesor en la Escuela de Ingeniería y Golborne uno de sus alumnos más destacados. Luego, entre los años 1990 y 2000, Guzmán fue el jefe del actual ministro de Obras Públicas en la eléctrica Gener.

Hoy, Guzmán es uno de los consejeros informales más importantes de Golborne en su camino para convertirse en el candidato de la derecha para las elecciones presidenciales del próximo año. Cada cierto tiempo se reúne con él en un petit comité, que también incluye, entre otros, a Sergio Melnick. La mirada que entrega el ex ministro de Educación (1987 a 1989) es altamente valorada en este grupo: además de su reconocida trayectoria empresarial, es un hombre que siempre ha influido en el debate público, ya sea desde la academia, los gremios o en diferentes comisiones gubernamentales.

-¿Por qué Laurence Golborne es su candidato?

-Porque creo que es una persona que le haría a este país un gran servicio. Tiene una gran capacidad de emprendimiento y, además, tiene interés de hacer servicio público, lo que es muy importante. O sea, tiene la capacidad, la disposición y las ideas. Por otro lado, optar por él es salirse un poco de lo que es la política tradicional. Había un autor muy agudo a comienzos del siglo XX, Alberto Edwards, que escribió un libro llamado La Fronda Aristocrática, que hablaba de lo que uno podría llamar las ocho manzanas. Pienso que Laurence no pertenece a esta “fronda”, que yo no llamaría aristocrática, porque ya pasó un siglo, pero que hoy está representada por la fronda política. Él es distinto y representa la renovación que Chile necesita.

-Michelle Bachelet, la más probable candidata de la Concertación, representa características similares.

-Efectivamente Michelle Bachelet es de alguna manera un espejo inverso de lo que es Laurence Golborne. Ella hacia la izquierda y Laurence hacia el centro, porque Golborne es claramente una persona de centroderecha, pero con más acento en el centro que en la derecha. Bachelet ya tuvo su oportunidad e hizo cosas que a uno le podrán gustar más o menos, según el punto de vista de cada uno. Pero lo clave, finalmente, es que la aprobación ciudadana es importante y, en esa línea, creo que dar la oportunidad a quien despierta adhesión y no pertenece a esta “fronda política” es importante.

-¿Pero por qué no jugársela por una persona totalmente distinta a ella, como Andrés Allamand, que representa la experiencia y el sentido republicano?

-No quiero hablar en contra de Allamand, prefiero destacar las competencias y virtudes de Laurence. No obstante, diría que el 60% de abstención de hace una semana demuestra que la ciudadanía no está con aquello que usted acaba de mencionar como las características principales de un político tradicional. Pienso que ese 60% de la ciudadanía no se siente interpretado y me atrevería a decir que es más de un 60%, porque muchos de los que votaron lo hicieron con bastante disgusto.

-¿Cree que Golborne va a tener la capacidad para construir las redes para negociar que se requerirán en un periodo presidencial que ya se prevé como complejo?

-Sin duda será complejo, como también lo fue para Bachelet en sus primeros dos años y lo ha sido para el presidente Piñera en estos casi tres años. Pero estoy muy seguro que la capacidad de emprendimiento de Laurence, su inteligencia y, algo muy importante, su capacidad de empatizar con las personas, le van a permitir una sintonía con la gente y la creación de redes naturales y no redes artificiales, que es lo fundamental.   

-Así y todo, no fue capaz de traspasar su popularidad a los candidatos que apoyó en las municipales.

-Ése es un tema debatible. A él se le ha atribuido hacer campaña por ciertos candidatos en sus horas libres y según la ley lo permitía, pero más que hacer campaña él apoyó a algunas personas más por cercanía, por amistad y compromiso. Y eso es algo que yo destaco mucho: Laurence es una persona leal y valiente. Él da la cara en las circunstancias favorables y desfavorables, y eso es una característica muy importante para quien aspira a ser Presidente de la República.

 -Golborne, además de capacidad, va a necesitar el apoyo de algún partido político y RN está cuadrado con Allamand. ¿Por qué la UDI debiera apoyar a Golborne y no a Pablo Longueira, una de sus figuras más emblemáticas?

-No soy de la UDI y no puedo opinar por ellos, pero sí le digo que el carácter que tiene Laurence de ser una persona independiente, porque no ha suscrito a ningún partido, le permite tener una adhesión importante en la UDI y también en RN. Él trasciende la política tradicional y creo que esto es un plus y no un menos.

"Laurence es una persona leal y valiente. Él da la cara en las circunstancias favorables y desfavorables y eso es una característica muy importante para quien aspira a ser Presidente de la  República"

-El Instituto Libertad ya está trabajando en una base programática para Allamand. ¿Quién está detrás de Laurence Golborne en esta tarea?

-Quien está detrás de Laurence Golborne es Laurence Golborne. Él tiene sus propias ideas y convicciones, tiene sus propios proyectos para lo que él cree que Chile necesita para avanzar.

-Los “lobos solitarios” en este país no han sido muy exitosos, está el caso de José Piñera.

-No estoy hablando de un “lobo solitario”. Lo que quiero decir es que él es una persona que tiene ideas propias muy profundas y en muchos temas. Ahora, detrás de él hay mucha gente que quiere aportar. Él siempre ha sido un hombre de equipos de trabajo, con gran liderazgo y conducción moderna, que es lo que se requiere hoy. No soy quién para mencionarlas, pregúnteselo a él, pero hay gente de gran nivel intelectual, de centros de estudio, de universidades, gente del mundo de las empresas, personas del mundo profesional, muchísimos profesionales jóvenes entre de 30 y 50 años.

-Se menciona a Bruno Philippi y a Andrés Concha, entre otros colaboradores.

-No voy a dar nombres, pero sí le puedo decir que hay gente de peso trabajando en ámbitos muy diversos.

-¿No cree que es tiempo de que él rompa el silencio para conocer sus ideas políticas, económicas y valóricas?

-Creo que sí se sabe. Él ha hecho declaraciones de una manera fina y prudente, porque tiene un cargo ministerial.

-Ha dicho que Golborne es emprendedor, capaz e inteligente. Pero eso no es suficiente para liderar un gobierno políticamente exitoso.

-Primero hay que tener la capacidad y la inteligencia. Segundo, un presidente tiene que tener inteligencia emocional y habilidades personales para convocar a las personas. Eso lo tiene Laurence en gran medida. Es impresionante cómo él logra entusiasmar a la gente y a los equipos de trabajo. Más que caratularlo como un muy buen gerente, yo diría que es un gran líder. Eso va más allá de ser empresario o ser gerente, es la capacidad de guiar e inspirar a grupos de personas. De hecho, él ha demostrado esta capacidad en tres ministerios distintos. En Minería manejó muy bien el tema del royalty, lo que parecía muy difícil de obtener lo logró y lo hizo negociando con los parlamentarios de oposición y de gobierno, con las empresas mineras, y eso demuestra un liderazgo enorme. Después, en el Ministerio de Energía, logró congregar personas de muy diferente pensamiento y que finalmente este grupo elaborara un diagnóstico común y un plan de acción en un tema fundamental para el país. Además, apagó el incendio en Punta Arenas, que era un tema bien complicado.

-En Obras Públicas ha recibido más críticas.

-Antes de que llegara Laurence, yo diría que el MOP era un ministerio que sufría una paralización por bastante tiempo y diversos motivos: hubo problemas de gestión que se remontan al tema del MOP-Gate, que de alguna manera congelaron el ministerio. Luego vino el terremoto. El país era un desastre y toda su vialidad estaba destrozada. Todo eso se ha recuperado y, además, se ha echado a andar un plan de concesiones que sufría rígor mortis. Entonces no me digan que Laurence Golborne no tiene capacidad de liderazgo. Por supuesto que hay críticas, pero francamente éstas tienen intereses detrás: si él no concitara el apoyo que concita, es posible que no se molestaran en criticarlo.

-Algunos dicen que aún es muy pronto para que enfrente una carrera presidencial y que estas dotes de liderazgo político las debiera seguir cultivando más tiempo antes de competir.

-Su inteligencia y capacidad le hacen aprender muy rápido. Además, son dos años y medio de contingencia en lo directamente relativo al gobierno y la política. Han sido años fuertes y creo que tiene más experiencia, más conocimientos y ha logrado más cosas en el ámbito de lo político -como aunar criterios a fin de obtener leyes que eran muy difíciles- que muchos otros. Su capacidad ha quedado demostrada.

-¿Es importante que Golborne valide su postulación a la presidencia a través de una primaria o cree que el tema se podría solucionar  a través de encuestas?

-El método de las primarias es importante. Además, él ha dicho que no tiene ningún inconveniente en participar, en el evento de que se realicen. Es bueno que participe, porque quizás en este escenario de alta abstención y desencanto con la política el sistema de primarias puede lograr involucrar a la gente y generar mayor participación.

 -¿Desde dónde se va a parar Laurence Golborne una vez fuera del gobierno?

-Se va a parar desde el apoyo ciudadano y eso es más importante que el apoyo de los partidos políticos.

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