“No le vendría mal a la DC un poco de respeto a los militantes de la Región de Antofagasta y también a Rene Cortázar. Límites no vienen mal”, tuiteó la semana pasada el diputado Jorge Burgos, uno de los defensores -junto al presidente del partido, Ignacio Walker- de la candidatura senatorial del ex ministro de Transportes por la Segunda Región.

El tuit de Burgos era en respuesta a una serie de cuestionamientos -aparecidos en las redes sociales- a la opción senatorial de Cortázar, a quien tildaban de “afuerino”, “santiaguino” y “paracaidista”.

Paralelamente, en la dirigencia demócratacristiana también existe un amplio sector que se opone a Cortázar y apoya la candidatura senatorial del actual diputado Pedro Araya, quien hace algunos meses renunció al PRI de Adolfo Zaldívar. Este grupo, liderado por los diputados Fuad Chahín, Víctor Torres y Ricardo Rincón, entre otros, cree que el apoyo a Araya y a Alejandra Sepúlveda (a la reelección) es la mejor forma de recuperar sus liderazgos (y altas votaciones) en las próximas parlamentarias.

En pleno gobierno de Salvador Allende, a los 20 años, Cortázar ingresó a militar a la DC, invitado por su entonces compañero de curso en Ingeniería Comercial en la Universidad Católica, Pablo Piñera. Desde entonces, si bien ha mantenido un estrecho vínculo con el partido, nunca se había interesado en el trabajo político electoral, rechazando reiteradamente ofertas para postular a un cargo de elección popular. Esto hasta que supo la decisión de Edmundo Pérez Yoma de no presentarse por Antofagasta e inmediatamente manifestó su interés de luchar por esa circunscripción y comenzó a preparar su salida de la dirección ejecutiva de Canal 13, decidido a pelear por primera vez por un cargo en una elección.

Durante las pasadas municipales, el ex ministro de Aylwin y Bachelet arrendó un departamento en Antofagasta y durante dos meses se dedicó a respaldar  a los candidatos a alcalde y concejales democratacristianos, además de algunos independientes. Sin embargo, la DC sufrió una dura derrota el 28 de octubre, perdiendo las alcaldías en Antofagasta, Calama y Tocopilla.

Hoy viaja varias veces al mes y está dedicado cien por ciento a su precandidatura. “Estoy haciendo todo lo que hay que hacer, los militantes y el partido tienen la palabra”, comenta Cortázar.

Araya responde: “Tengo la intención de ser senador y estoy dispuesto a representar a un sector amplio de la Concertación y la oposición”.