Por quepasa_admin Enero 3, 2013

El canciller Alfredo Moreno está seguro de que Chile está frente a una oportunidad única para mostrarle al mundo lo que somos y lo que estamos haciendo como país: durante el último fin de semana de enero, Santiago será la sede de dos importantes cumbres: Celac y Celac-UE. 

“Cuando el presidente Piñera asumió, muchos pensaron que su gobierno por ser de centroderecha tendría problemas para relacionarse con el resto la región, ya que la mayoría de ésta posee administraciones de centroizquierda. Pero ha sucedido todo lo contrario. Lideramos la Alianza del Pacífico y estamos dirigiendo la Celac, cuya presidencia pro témpore entregaremos a Cuba en la próxima cumbre del grupo”, explica Moreno. Asimismo, apunta que por primera vez América del Sur y el Caribe llegan como un solo bloque -y en alza- a la cita con la UE.  “Antes la preocupación era la cooperación que podía recibir América Latina de Europa. Hoy lo que queremos es trabajar juntos y aprovechar la complementariedad”, asegura.

-Hay quienes dicen que el éxito de convocatoria que ha tenido la cumbre Celac-UE se debe, en parte, a que se realiza en Chile y no en otro país de la región.

-Existe interés por América Latina como un todo. Chile indudablemente es bien mirado, pero la región ha tenido muy buenos resultados en comparación a otras partes del mundo.

-Pero hay dos modelos muy distintos en juego. Por un lado, la Alianza del Pacífico y, por el otro, el ALBA.

-En todas las agrupaciones que cuentan con varios países se encuentran distintos modelos. Igual pasa en Europa: frente a las políticas de ajuste, por ejemplo, existen diversas opiniones. En este tipo de reuniones debemos buscar la integración, que en el fondo es buscar qué cosas podemos hacer en común y que sean de beneficio mutuo.

-Según ha trascendido, desde la UE existe  interés por conocer la experiencia de la Alianza del Pacífico. ¿Han pedido encuentros concretos?

-No tenemos prevista una reunión con ellos, pero sí es efectivo que es una organización que ha causado mucho interés. Eso muestra que  son países que están haciendo las cosas bien.

-Desde Hacienda comentan que en la UE hay interés por conocer el modelo de política fiscal que ha mantenido Chile durante la última década.

-Latinoamérica en las últimas décadas ha cometido todos los errores que podría cometer un continente. Ya sea de manejo fiscal, monetario, fijaciones de precios, etc. No hay una cosa que no hayamos hecho sin sufrir las consecuencias. Pero, a su vez, hemos ido desplegando políticas para enfrentar esas situaciones y desarrollando algunas reglas, como la política fiscal, los fondos de estabilización, el tipo de cambio flexible, en fin, una cantidad de cosas que hemos ido aprendiendo con el tiempo, donde yo creo que la experiencia de Chile es especialmente destacada. Pero hay políticas de otros países que también son interesantes. Naturalmente hoy, que Europa está con problemas en esa materia, hay interés por parte de ellos en conocer nuestra experiencia. Existe un trabajo intenso entre las dos regiones por conocer las realidades y ver qué cosas de lo que ha sucedido podrían servir.

-Los europeos generalmente venían a Latinoamérica a ver sus inversiones y a buscar nuevos negocios. ¿Cree que esta vez también vienen a ofrecer oportunidades que se traduzcan en mayor dinamismo para sus economías?

-Creo que hoy la situación relativa es diferente a la usual. Los países de esta región están creciendo y Europa pasa por un momento muy difícil y probablemente va a durar todavía algún tiempo esta realidad. Ahora, los países de Europa siguen siendo mucho más desarrollados que los países promedio de Latinoamérica. Entonces hoy en Chile, en América Latina y en el Caribe hay inversiones interesantes, donde empresas que en Europa pasan por un momento complicado pueden invertir aquí. Además, ellos ya tienen una capacidad de sus propias empresas instaladas en la región, conocen cómo funcionan los países y han operado por años en muchos lugares con muy buenos resultados. Ahora, a la inversa, para ir de aquí hacia allá, cosa que hasta ahora habría sido muy difícil de pensar, yo creo que está empezando a haber buenos ejemplos, como el caso de Magotteaux, la empresa de servicios mineros belga que compró Sigdo Koppers.

-¿Existen problemáticas nuevas?

-El tema de la migración es un asunto que  siempre fue hacia el otro lado, es decir, latinoamericanos yéndose a Europa, pero ahora estamos empezando a tener migración europea a nuestros países. Nosotros estamos recibiendo una cantidad importante, particularmente de españoles, que pueden hacer un aporte muy relevante. Esta cumbre en materia de migraciones va a tener un avance muy relevante, y entre los temas más destacados está el que vamos a iniciar la negociación de un acuerdo de seguridad social.

-Otra de las cosas que parecen relevantes es que esta cumbre puede marcar una “nueva era” entre Latinoamérica y la UE. ¿Qué bases debería tener este nuevo trato?

- Antiguamente, las preocupaciones eran la cooperación y qué fondos podía darnos Europa. Hoy muchos países latinoamericanos han pasado el umbral del nivel de ingreso de los países a los cuales Europa les da cooperación y, por otro lado, la propia UE tiene menos fondos para estos fines. La realidad es diferente y lo que queremos es trabajar juntos y buscar los mecanismos de cómo podemos beneficiarnos mutuamente dos continentes que tienen realidades tan distintas: América Latina y el Caribe que pasa por un buen momento, pero que parten de una base mucho más baja y donde hay mucho campo para hacer inversiones y grandes recursos naturales. Y, por el otro lado, Europa, que tiene menos recursos naturales y pasa por un mal momento, pero que tiene un stock de know how, gente preparada y empresas que tienen grandes capacidades y un tamaño que les permite operar en cualquier parte del mundo. Debemos aprovechar esa complementariedad.

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