#paso
Fue el primer error no forzado de la campaña de Michelle Bachelet. Su desembarco en Chile había sido calificado por todos los sectores como impecable, pero tras diez días sin atender a la prensa, en su primera conferencia sólo aceptó dos preguntas y la segunda la respondió con el célebre “paso”, que se viralizó en las redes sociales. La candidata intentó contrarrestar las acusaciones de mutismo con un off the record de una hora a una veintena de periodistas políticos y luego entrevistas a medios seleccionados -revista Cosas, The Clinic, sección Mujer de Publimetro, programa Frente al Espejo de TVN-, pero manteniendo ambigüedad en sus definiciones y sembrando las dudas sobre sus ideas programáticas. Bachelet recibía críticas de todos los sectores y recién en la rec-ta final de su campaña a las primarias se cambió el diseño, y la candidata y su equipo salieron a detallar los principales puntos de sus reformas tributaria, educacional y constitucional. La estrategia del comando -y de su coordinador de comunicaciones Robinson Pérez- es mantener control sobre la agenda y que Bachelet sea quien instale los temas de debate y no aparecer pauteada por los medios. Y hasta el minuto, lo ha logrado.
#centroderechasocial
El concepto lo ideó Joaquín Lavín, y apenas un par de días después de la proclamación de Pablo Longueira como candidato de la UDI lo explicaba en detalle con un plumón y una pizarra en su oficina del Ministerio de Desarrollo Social. A su juicio, la experiencia de Longueira viviendo en campamentos y su capacidad de hacer crecer al partido en las poblaciones le otorgaban un perfil popular en antítesis con la derecha tradicional. Desde allí podría enfrentar a Bachelet de igual a igual y hacerse competitivo a nivel nacional. La búsqueda del centro social, que se oponía al centro político al que aspira conquistar Andrés Allamand, fue permeando al interior la UDI y -ya con Lavín como jefe de campaña- se masificó cuando Longueira comenzó a emplearlo como idea fuerza en los debates de televisión. El concepto es desechado de plano por el candidato de RN: “Conozco a Joaquín hace mil años, le encanta inventar estas cosas y hacer sus dibujos, inventó la otra vez el bacheletismo aliancista. Pero la sociedad es mucho más compleja. Sí, hay un eje político, pero también hay otras dimensiones, de mayor o menor progresismo. El tema de la desigualdad o el acuerdo de vida en pareja rompen el eje centro-izquierda-derecha”.
#porlasbuenasoporlasmalas
El tema de la asamblea constituyente había decantado en el debate en Chile, sólo lo proponían voces marginales e incluso en septiembre de 2012 el PS Camilo Escalona, siendo presidente del Senado, lo descartó afirmando que era “fumar opio”. Pero Bachelet lo repuso en la agenda llegando a Chile, cuando junto con anunciar como prioridad una importante reforma constitucional, no descartó esa vía como el mecanismo. Aunque en privado señalaba que observaba con inquietud la experiencia de asambleas constituyentes en la región, no desautorizó al abogado Fernando Atria, miembro de su comisión constitucional, cuando éste se arrogó la vocería del grupo defendiendo ese mecanismo y señalando que “el problema constitucional tendrá que resolverse por las buenas o por las malas”. El protagonismo de Atria generó roces internos en la comisión que es presidida por el constitucionalista Francisco Zúñiga. Entendiendo que el tema es sensible y que requiere consensos amplios, en los últimos días el abogado fue mandatado para contactarse con constitucionalistas moderados, como el DC Patricio Zapata, y aclaró que “la ex presidenta definió un camino institucional, participativo, representativo, y ese camino traslada al Congreso la responsabilidad de la reforma. Explorar otras vías como la asamblea constituyente sólo se abre una vez agotado el primer camino”.
#viejapolítica
“No sé si me dice vieja a mí”, lanzó Bachelet a Andrés Velasco cuando en el primer debate presidencial éste se refirió a la “vieja política”. Más allá de la broma, la muletilla del ex ministro de Hacienda se convirtió en la principal arma de campaña de su candidatura, aunque también le ha traído costos. Velasco -el único independiente que sobrevivió en la carrera de las primarias- leyó el malestar ciudadano como una crítica a la clase política y trató de imitar el rol de Marco Enríquez-Ominami en las pasadas elecciones. Si éste identificó los problemas de la política en Camilo Escalona, Velasco lo hizo en el senador PPD Guido Girardi, a quien nombra en cada una de sus intervenciones como símbolo de las malas prácticas, los cuoteos de cargos y los operadores políticos. Pero el candidato se quedó solo en su cruzada, figuras de la Concertación como Sergio Bitar y Gutenberg Martínez salieron a defender a Girardi, diciendo que lo están caricaturizando, y la propia Bachelet ha hecho varias actividades de campaña con él. Cercanos a Velasco dicen que cometió un error al agrupar bajo un mismo saco a todos los políticos con quienes trabajó durante años. Así, de todos los candidatos puede resultar el más damnificado, mientras la DC y el PRSD ya tienden puentes con el comando bacheletista, los sectores liberales podrían quedar marginados.
#fut
“Que nos suban los impuestos, pero que no nos toquen el FUT”, la frase es repetida en el mundo empresarial. La señal de alarma la dio el comando de Bachelet al filtrar que la reforma tributaria que preparaba la candidata para su eventual gobierno incluiría la eliminación del Fondo de Utilidades Tributarias, el mecanismo creado en los años 80 para postergar el pago de impuestos de los ingresos reinvertidos en las empresas. La ex presidenta mantuvo el suspenso, incluso después de anunciar su reforma tributaria que sube los impuestos a las empresas del 20% al 25%, y recién el 20 de junio confirmó que terminaría con el sistema a partir del cuarto año de su mandato: “El FUT lo implementó el ministro Büchi cuando existía una realidad completamente distinta en los mercados. No hay ningún otro país del mundo donde opere esto”, indicó Bachelet. El debate despierta pasiones, sus defensores -entre ellos el ministro de Hacienda Felipe Larraín- dicen que es el corazón del sistema económico y un motor de la inversión, sus detractores que es una puerta a la evasión tributaria. Aunque el equipo de Bachelet coordinó la propuesta con economistas DC y la candidata se ha reunido con los pequeños y medianos empresarios para tranquilizarlos y prometer medidas paliativas para las pymes, aún tiene pendiente un encuentro con los gremios empresariales y una visita a los economistas del CEP después del 1 de julio.
#creoenDiosyqué
Con tres candidatos agnósticos en la coalición Nueva Mayoría, Claudio Orrego es el único creyente y su estrategia fue remarcar eso en sus carteles de campaña. La apuesta del comando es no sólo afirmar el voto DC y entre los católicos, sino también el influyente voto evangélico: una iglesia en crecimiento y cuyos miembros son disciplinados para votar y ponen el foco en los temas valóricos. Sin embargo, como nunca hay consenso en torno a los debates valóricos en esta elección, el tema de los derechos homosexuales ha estado presente en todos los debates y el piso mínimo de los candidatos -incluyendo al UDI Pablo Longueira- es un proyecto de unión civil. Hasta quienes proponen el matrimonio con posibilidad de adopción, como Velasco. Incluso Bachelet, quien durante su gobierno no legisló en esta materia, dijo haber “evolucionado” y apoyar el matrimonio gay. En tanto, el aborto -que no concita el mismo respaldo en las encuestas de opinión- es rechazado por los candidatos o apoyado con condiciones, mientras sea “terapéutico”.
#tuturutú
Tras embestir contra el candidato Laurence Golborne y mantener un estilo confrontacional en la campaña, la candidatura de Allamand dio un giro en 180 grados luego de la proclamación de Longueira. El candidato RN decidió proyectar una imagen de estadista y mantener el guante blanco con su adversario, como se demostró en los dos debates. “El votante de derecha castiga el conflicto”, explican en el partido. Fue así como Allamand lanzó una serie de spots de campaña a través de internet donde bromeaba con su mascota, la rana Darwin. Aunque en las encuestas, el RN aparecía siempre bajo Golborne, estrechó distancias con Longueira e incluso lograba superarlo en algunos sondeos. La pelea más encarnizada se dio por la conquista del “voto militar”, un voto duro de derecha de uniformados en retiro. RN intentó aplacar las versiones de la UDI de que el ex ministro de Defensa mantuvo malas relaciones con las Fuerzas Armadas y Allamand dedicó su primera franja en TV a apoyar a Carabineros. En el comando explican que, de ganar, comenzará a mostrar su sello más liberal para apostar al electorado de centro que quedará viudo del candidato Andrés Velasco. El análisis es que para ser competitivo debe reconquistar el voto independiente y de concertacionistas descontentos que le dieron el triunfo a Piñera el 2010.
#lamáquina
El acarreo, la real capacidad de los partidos para movilizar votantes estas primarias, será una de las principales incógnitas que se despejarán este domingo. Con voto voluntario y un tipo de elección en que por estadísticas mundiales participa en torno al 10% del electorado, el peso de las máquinas de los partidos se vuelve una pieza clave. Así, en la UDI está en juego el prestigio de su trabajo en poblaciones y su bancada de 39 diputados, con la advertencia de que los distritos con baja votación ponen en riesgo el cupo del parlamentario. Con arriendo de buses en zonas rurales, la idea es movilizar a 100 mil personas. Cifra que supera a los 50 mil que estima trasladar RN mediante gastos en bencina para los votantes. En ese partido han surgido críticas por no preocuparse hasta último momento de este aspecto. En la DC, la máquina estima mover como mínimo a los 56 mil que votaron en las internas y apuestan a los 100 mil votos, por lo que instalaron un call center con más de 30 mil llamados a lo largo del país. Aseguran superar a Velasco, pero el riesgo -reconocen en la DC- es que las personas movilizadas en el secreto de la urna terminen votando por Bachelet. La ex presidenta, en tanto, cuenta con la aceitada máquina del PS y del PPD. Y fue importante cerrar el acuerdo con el PC antes de las primarias por ser un voto ordenando que siempre concurre a los locales asegurando un 5%. El único peligro: que el exceso de confianza del bacheletismo no lleve a la gente en masa a votar.
#matrimonioporconveniencia
Fue la frase utilizada por José Antonio Gómez para referirse al apoyo del PC a la candidatura de Bachelet. El candidato del PRSD sufrió el mayor fracaso de su campaña al no obtener el respaldo de los comunistas: coinciden en programa, sus partidos comparten comisión y oficinas en el Parlamento y fue el único candidato que aceptó recibirlos previo a la decisión de la colectividad. Pero la mesa de Guillermo Teillier optó por el pragmatismo y decidió cuadrarse con la candidata que lidera las encuestas. Aunque persiste la duda de si formarán o no parte de un eventual gobierno de Bachelet, el PC pondrá presión en su negociación parlamentaria, donde exigirán cupos elegibles para duplicar su número de diputados de tres a seis. Con el temprano pacto, Bachelet logró cerrar el flanco izquierdo, conquistando al sector que en otro escenario podría irse con la izquierda extraparlamentaria, como el candidato Marcel Claude. Con el PC apoyando desde el inicio, abre la posibilidad incluso de un triunfo en primera vuelta. Sin embargo, es un arma de doble filo: el oficialismo ha repetido como bandera que Bachelet es “la candidata de los comunistas”, acusando una izquierdización de su campaña.
#nomásabusos
Ha sido uno de los temas centrales de esta campaña, a diferencia de elecciones anteriores. Bachelet lo enarboló llegando a Chile y fue la dedicación central de Longueira durante su trabajo como ministro de Economía. Tras el caso La Polar de 2011, los abusos y prácticas irregulares del retail, la banca y las isapres se tomaron la agenda pública y en año electoral hay una carrera por qué candidato ofrece más a favor de los consumidores: mientras Longueira habla de reforzar y multiplcar los Sernac, Allamand se lanza contra las compañías de TV cable, Bachelet apuesta por la AFP estatal y Orrego dice que quiere “terminar con las isapres”. En este ambiente, el caso de las comisiones ilegales cobradas por las tarjetas Jumbo Más de Cencosud, sancionadas por la Corte Suprema, terminó por derribar la candidatura de Golborne, ex gerente de esa compañía. Mientras Allamand se lanzó contra él diciendo que “no vamos a defender prácticas empresariales ilegales y abusivas. Y él tiene que definirse si defenderá a los consumidores o no”, la UDI le quitó el respaldo a su candidato.
#Piñeravotapormi
Hace sólo ocho meses, en las últimas elecciones municipales ningún candidato de la Alianza quería hacer campaña o mostrarse en las palomas callejeras con el presidente Sebastián Piñera -salvo contadas excepciones como el concejal Manuel José Monckeberg en Providencia-, pero hoy el escenario es otro y con el mandatario marcando 40% en la última encuesta Adimark (en octubre de 2012 tenía 32%), varios candidatos a senador y los dos presidenciables de centroderecha se pelean por poner imágenes junto a él. Longueira ha publicado avisos a página completa junto al mandatario y ha declarado: “Tengo la convicción de que Piñera va a votar por mi”. Allamand respondió publicando sus propias fotografías con el Presidente, diciendo que tienen el mismo perfil, una trayectoria de trabajo juntos y que es evidente por quién vota el presidente. En La Moneda valoran el resurgimiento de la figura presidencial. Piñera ha abogado por la prescindencia -reprochó a la vocera Cecilia Pérez cuando manifestó su apoyo a Allamand- y el gobierno sólo tendrá un rol más activo en la campaña, luego de este domingo cuando se defina el candidato del sector.