Por Juan Pablo Sallaberry Diciembre 12, 2013

El voto popular no es endosable, es un elector swing -que puede cambiar de sector político-, le importa la relación que el candidato mantiene con ellos y a la vez son muy sensibles a los estímulos económicos.

Con el anuncio de retiro de Pablo Longueira de la actividad política, la UDI -que tradicionalmente ha representado al voto popular- se divisa con pocos abanderados presidenciales para el 2017. En cambio en RN abundan.

5.- ¿DÓNDE ESTÁN LOS VOTOS?

El político que consiga el voto popular que hoy se cuadra detrás de Michelle Bachelet, tendrá avanzado su camino a La Moneda el 2017. Los analistas coinciden en que la búsqueda de ese electorado es una delas claves del próximo período. Aunque también hay otros importantes electores en disputa como los jóvenes, los sectores moderados y la clase media.

 

“¡Ya, chiquillas, quiero pedirles que hagamos un esfuerzo un poco mayor, porque no hay carrera corrida, no hay que sentarse en los laureles, hay que trabajar!”. En Independencia, con un tono coloquial, Michelle Bachelet hace un último llamado para ir a votar. Un centenar de vecinas la vitorean, el acto es amenizado por imitadores de Américo y Leo Rey. Es el público incondicional de la candidata de la Nueva Mayoría, según los estudios de opinión, mujeres de más de 45 años, de los estratos D y E y de baja escolaridad. En ese segmento, Bachelet arrasa. Aunque en primera vuelta no registró su mejor performance en la Región Metropolitana, en 7 de las 10 comunas más pobres de la capital obtuvo sobre el 50% de las preferencias. Ella sabe llegar a ese votante con un discurso directo y promesas concretas para solucionar sus problemas.

Pero los analistas políticos están expectantes. Saben que ese enorme bolsón electoral quedará a la deriva tras las elecciones. Sin Bachelet de candidata se abre la posibilidad de que sean conquistados por otros actores políticos que busquen perfilarse con miras a las elecciones presidenciales de 2017. Y quien capture el voto popular tomará ventaja en la carrera a La Moneda.

Para el experto electoral de la Universidad Diego Portales, Mauricio Morales, ese es el nuevo factor político que debería tomar en cuenta  -por ejemplo- Marco Enríquez-Ominami si decide intentar una tercera aventura presidencial: “ME-O nunca pudo entrar en los sectores pobres, no hubo caso, y le falta eso para transformarse en una figura transversal en los estratos socioeconómicos. Pero en la próxima elección Bachelet no va a estar, los sectores populares se van a abrir y él podría entrar”.  ¿Cómo? Apelando más fuerte aún a la figura de su esposa, la animadora de TVN, Karen Doggenweiler, con gran llegada en esos sectores, pero que hasta hoy siempre perdía frente a Bachelet.  “El ME-O popular es el siguiente paso”, dice Morales.

Si el líder del PRO figura como el segundo personaje político mejor evaluado en la última encuesta CEP -ranking que lidera Bachelet- lo siguen de cerca la alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá (PPD), y el ex ministro de Hacienda Andrés Velasco (Ind), en tercer y cuarto lugar, respectivamente. Ambos son mencionados como  eventuales figuras presidenciales de la Nueva Mayoría, pero que tampoco tienen llegada en los sectores de menores recursos. Son rostros que tienen apoyo entre los grupos más sofisticados e informados, con más dinero y educación, afirma Morales.  Por lo tanto, también tienen trabajo que hacer en esa área.

Otro nombre que ha saltado al ruedo presidencial es el del senador PPD Ricardo Lagos Weber, quien fuera primera mayoría en una zona popular como Valparaíso y que ya se avisora jugará un rol de líder en su sector. Y desde luego podrán surgir más alternativas en los siguientes cuatro años.

La duda es si Bachelet es capaz de endosar su apoyo popular a una de esas cartas. Al menos no logró hacerlo en la elección presidencial de 2009 con Eduardo Frei. Para el analista de la Universidad del Desarrollo Gonzalo Müller, el voto popular no es fácilmente endosable. Señala que se trata de un elector tradicional, que vota regularmente, pero que puede cambiar de sector político: apoyaron en gran medida a Joaquín Lavín en 1999 -que apeló en su campaña a los “problemas reales de la gente”-, luego a Bachelet y más tarde a Piñera, que logró morder buena parte de ese electorado el 2009 para conseguir el triunfo.

“Es un elector swing, que le importa la relación que el candidato mantiene con ellos y a la vez son muy sensibles a los estímulos económicos”, afirma Müller. De hecho es un votante muy influido por la situación económica del país, y una crisis en este ámbito puede movilizarlo rápidamente en una u otra dirección.

Para la Nueva Mayoría, conseguir movilizar  este voto popular será el desafío de los próximos años. El experto electoral del PS, Mahmud Aleuy, sostiene que hoy con el voto voluntario no existen los suficientes incentivos para permitir que ese votante concurra a las urnas en el mismo porcentaje que lo hacen las clases altas. Por eso plantea que para el próximo gobierno debería ser una prioridad evaluar medidas como el transporte gratuito en días de elección, el voto electrónico y una mejor distribución de los locales de votación, ya que -según señala- hoy en las zonas populares éstos están muy lejos.

DISPUTA EN LA DERECHA

Han pasado varias semanas de la elección, pero en la sede de Renovación Nacional aún mantienen en su fachada una enorme gigantografía del ex alcalde y senador electo por Santiago Oriente, Manuel José Ossandón, con el eslogan “Te creo”.  Fue la estrella del partido, contra varios pronósticos le ganó al candidato por la UDI, Laurence Golborne, gracias a la avalancha de casi 80 mil votos que recibió en su distrito,  Puente Alto.

Para el Instituto Libertad (IL) -que funciona al alero de RN- es el mejor ejemplo de que el partido ha logrado penetrar en los sectores populares, tradicionalmente considerados territorio de la UDI, colectividad que se fundó en base al trabajo en poblaciones y mantiene su lema “UDI popular”.  Para Najel Klein, directora ejecutiva de IL, “La frase UDI popular es una frase. No desconozco que la UDI con Pablo Longueira hizo un trabajo extraordinario de base y ojalá lo retomen porque es importante, pero tampoco desconozcamos que sin esa frase muchos personajes de RN conquistaron esos sectores y así se vio reflejado en la elección”. Klein ennumera: “tenemos a Ossandón que trabajó 12 años del alcalde en una comuna popular, a José Miguel Arellano, a Lucho Plaza, a Miguel Becker, Nicolás Monckebergo; Pedro Pablo Browne le ganó a Ignacia Golborne en sectores populares... Con su triunfo en Santiago Poniente, Andrés Allamand también avanzó hacia allá; casi todas las comunas donde ganó tienen un fuerte componente popular”.

Gonzalo Müller discrepa. Sostiene que la UDI mantiene hasta hoy su fuerte vínculo con el mundo popular y que gracias a ese factor Longueira ganó  las primarias presidenciales de junio. Agrega que RN se ha mantenido estable en su número de diputados y que los votos de la UDI no se fueron a ese partido sino a gente que se abstuvo. “Si la UDI perdió representantes en las zonas populares se debe principalmente al sistema binominal, que afectó a siete candidatos”, resume. Perdieron siendo segundos con un 20 o 25% de los votos.

Aún así con el anuncio de retiro de Pablo Longueira de la política, el partido que tradicionalmente ha representado al voto popular se divisa con pocos abanderados presidenciales para el 2017. En cambio en RN abundan: a la eventual candidatura para un segundo mandato de Sebastián Piñera -quien prepara un think tank como nuevo referente político- se suman como cartas presidenciables Allamand y Alberto Espina. Ossandón tampoco ha disimulado su interés de postular a La Moneda.  Para Klein el futuro político de Ossandón se vinculará a su capacidad de pasar mediante su trabajo en el Congreso de ser un líder local a uno nacional.

BOLSONES DE VOTOS

En cualquier caso, todos los analistas coinciden en que el voto popular es sólo uno de los tantos factores que determinarán la elección de 2017. Para Müller, la lógica de clases no es la única para determinar una elección, y que a medida que los países van desarrollándose y la pobreza disminuyendo, este voto popular comienza a extinguirse y predominan otros electores como el de clase media. A su juicio, se trata de un sector poco explorado y que puede terminar definiendo una elección. “La nuevas tendencias apuntan a cómo abordar la clase media y sus nuevas demandas (abusos, acceso a los servicios, participación, etc). Es un sector que no tiene un domicilio político claro, es un terreno virgen inexplorado”.

Según Klein, otros terrenos donde se pueden detectar bolsones de votos a conquistar, están entre quienes se abstienen, grupo que deberá ser estudiado en detalle luego de las elecciones y en donde abundan personas jóvenes con poco interés en la política partidaria. Para llegar a ellos será necesario que la política se adapte a lenguajes y formas de mayor cercanía y transparencia.

Asimismo están los inmigrantes, quienes pasaron de ser un fenómeno transitorio para establecerse como una realidad social y en las próximas elecciones habrá miles de ellos con posibilidad de votar. No se trata sólo de extranjeros con trabajos precarios, sino también profesionales que encontraron en Chile una oportunidad de desarrollo y que hasta la fecha han sido un punto ciego para las candidaturas políticas.

Un último grupo, hoy invisible, son los “moderados”, los sectores más tradicionales y del centro político que en el sistema de voto voluntario tienden a quedar relegados por las posiciones de izquierda y de derecha.  Sin embargo -según Mauricio Morales- estos grupos retoman un rol protagónico en las votaciones cuando hay inestabilidad o crisis. Y ese es el rol que podría desempeñar la DC, o el mismo Piñera, si en los próximos años se polariza el ambiente político.

En los partidos dicen que a partir de enero se sentarán a estudiar el nuevo panorama político y las estrategias a emplear. La primera medida a tomar será la nominación de las nuevas directivas partidarias. Como nunca, el escenario presidencial 2017 comenzó a barajarse incluso antes de que se cuenten los votos de las elecciones 2013.

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