En la Nueva Mayoría se evaluó la conveniencia de que Bachelet nombrase a su canciller y a su ministro de Defensa después del fallo de La Haya del 27 de enero. Se advirtió el riesgo que podría significar exponer al flamente ministro de RR.EE. a opinar de un fallo adverso.
INTERIOR Y COMITÉ POLÍTICO
Un debate cruza hoy el bacheletismo, que hasta ahora ha sido el nudo que falta desatar para armar el equipo de gobierno de Michelle Bachelet: ¿Cuál será el rol que desempeñará su mano derecha, Rodrigo Peñailillo? Para muchos el ingeniero comercial debe ser el próximo ministro del Interior. El artífice del regreso sin errores de Bachelet a Chile y de su exitosa campaña ha demostrado con creces su habilidad política y su capacidad de interpretar los requerimientos de la presidenta electa. “Sin conversar con ella, el Peña le anticipa la jugada”, dice uno de sus cercanos. El mismo Peñailillo ha dicho en privado que no le gustaría ocupar el mismo cargo que tuvo en el gobierno anterior, jefe de gabinete. Al final del periodo de Bachelet, él era considerado más poderoso que el entonces titular de Interior, Edmundo Pérez Yoma, lo cual produjo varios momentos de tensión entre Bachelet y el ministro DC. Éste es uno de los argumentos de quienes respaldan la opción del joven dirigente del PPD.
De no ser nombrado en Interior, Peñailillo de todas formas seguirá siendo el segundo hombre en palacio, como primer asesor de la Presidencia. Aunque esto implicaría el riesgo de eclipsar a quien nombren ministro del Interior, le permitiría mantenerse al lado de la mandataria hasta el fin de su gobierno, sin exponerse a la posibilidad de ser afectado en un cambio de gabinete.
Un alto dirigente socialista señala que hoy es impracticable que un ministro del Interior mantenga un bajo perfil público y nula relación con los medios de comunicación, como ha sido la estrategia de Peñailillo durante su corta carrera política. Otro argumento en su contra es que, a pesar de que todos valoran su capacidad, durante la campaña su estilo hermético le comenzó a generar enemigos en todos los partidos de la Nueva Mayoría. Un ejemplo de ello es la molestia que existe en varios integrantes del comando de campaña de Bachelet, quienes jamás volvieron a recibir un llamado de él tras el 15 de diciembre. También le reprochan que, aunque hoy es junto a Alberto Arenas la persona a cargo de la conformación del nuevo gabinete, ya ni siquiera responde el teléfono a algunos de sus mentores y compañeros PPD.
Otro factor en su contra, afirman en el sector, es que Bachelet necesita una figura de peso, al estilo de José Miguel Insulza -quien era capaz de rebatir y enfrentarse al presidente Lagos- o tal como ocurrió en este gobierno con Rodrigo Hinzpeter y Andrés Chadwick.
El PPD ha insistido en que el incondicional apoyo del partido lo hace merecedor de la jefatura del comité político y si no es Peñailillo, la carta de la colectividad es el ex ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, quien tiene una antigua historia de amistad con Bachelet. A ello se sumaría que la DC habría señalado que su prioridad no es esa cartera.
En el PS el nombre que más circula es el de Ricardo Solari, histórico dirigente del socialismo, quien posee reconocida capacidad negociadora y lazos con todos los sectores políticos. Solari participó en la campaña y logró recomponer sus relaciones con Bachelet, de la cual se había distanciado el 2005. Otro de los candidatos del PS es el ex vocero del comando, Álvaro Elizalde, quien podría llegar a la Segegob. Sin embargo, muchos ven improbable que la presidenta electa no incluyera una mujer en el comité político. En ese caso, Javiera Blanco -que hoy suena casi segura para Justicia- puede pasar al palacio y desplazar a Elizalde al Ministerio del Trabajo. Esa fórmula permitiría, además, tener una persona cercana a la DC en La Moneda.
HACIENDA Y EQUIPO ECONÓMICO
En la Nueva Mayoría muchos apostarían que Alberto Arenas será el nuevo jefe económico. Sin embargo en un momento de incertidumbre sobre el futuro económico, en algunos sectores de la oposición han advertido que se requiere mantener el perfil histórico que han tenido los ministros de Hacienda, personeros con ascendiente entre los economistas, redes en el empresariado y carácter para manejar la billetera fiscal. Las habilidades de Arenas, en cambio, van en los aspectos más técnicos: fue reconocido en su rol como jefe de Presupuestos durante el primer gobierno de Bachelet, además de contar con una larga trayectoria política en el socialismo. Al igual que Peñailillo, goza de la confianza de Bachelet, por mantener un bajo perfil público y no tener agenda propia. No obstante, al interior del bacheletismo sostienen que el país ha cambiado en los últimos años y hoy no es necesario replicar el modelo tradicional de ministro de Hacienda. Bachelet, además, no quiere repetir lo que sucedió con Andrés Velasco, como jefe económico de su primera administración, quien terminó perfilándose como el ministro más poderoso del gabinete.
En cualquier caso, todos dan por seguro a Arenas en el próximo gabinete y la alternativa es al mando de la Secretaría General de la Presidencia, la cual sería reforzada en sus funciones, para desde allí sacar adelante las reformas legislativas que Bachelet comprometió en campaña.
Otras cartas fuertes para Hacienda son: el economista PS Mario Marcel, subdirector de Gobernabilidad y Desarrollo Territorial de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), quien el 2005 compitió codo a codo con Velasco para ser ministro de Bachelet. Marcel fue uno de los artífices de la reforma previsional y su nombre da garantías a todos los sectores políticos.
No obstante, quien ha comenzado a mencionarse con fuerza en los últimos días es la economista del MIT Andrea Repetto, quien esta semana expuso en Chile 21 los alcances de la reforma tributaria de Bachelet, y cuyo nombramiento sería simbólico al ser la primera ministra de Hacienda mujer. En todo caso, ella tendría un puesto seguro dentro del gabinete, ya sea en Economía o Trabajo.
La DC ha dicho que le gustaría volver a ocupar Hacienda después de 15 años, y el nombre que han levantado es el del ex presidente del Banco Central, José de Gregorio, cosa que algunos consideran una opción remota. Otro rostro del partido es Alejandro Micco, mencionado para la Dirección de Presupuestos o Economía.
CANCILLERÍA Y DEFENSA
En una reciente reunión informal de expertos ligados al tema internacional de la Nueva Mayoría, se evaluó la conveniencia de que Bachelet nombrase a su canciller y a su ministro de Defensa después del fallo de La Haya del 27 de enero. Aunque esto es poco probable, ya que Bachelet se comprometió a lo contrario, en ese encuentro se advirtió sobre el riesgo que podría significar exponer al flamante ministro de Relaciones Exteriores a opinar de un fallo adverso. Otro de los argumentos que se pusieron sobre la mesa es que, tras la citación de Piñera al Consejo de Seguridad Nacional, Cosena, la actitud del mandatario frente al fallo se hacía impredecible y podría enredar a las nuevas autoridades en una polémica evitable.
Otros expertos señalan que el perfil de ambos ministerios también podría variar, dependiendo de cómo se avizoren las relaciones con Perú. Entre los lineamientos que han trascendido es que el nuevo canciller debe recomponer las relaciones con los países vecinos, tras una política de gobierno que privilegió el pacto de la Alianza del Pacífico.
En este marco, un nombre ineludible es el de Luis Maira (PS). Esto a pesar de que él mismo ha señalado en varias oportunidades que es el momento de dar paso a nuevas generaciones. Otra carta que ha sonado con fuerza es el ex director de la OIT Juan Somavía (independiente), su plus es su prestigio en el exterior y ser uno de los chilenos que junto a Bachelet e Insulza han ocupado los más altos cargos a nivel internacional. En privado ha comentado que no quiere ser ministro del Trabajo, dejando abierta la puerta a Relaciones Exteriores. Su punto en contra han sido sus propios comentarios de que decidió volver a Santiago en busca de tranquilidad, alejado de responsabilidades de primera línea. El candidato que más se ha mostrado ha sido José Goñi (PPD), quien fue el coordinador internacional de los invitados del comando en los días de la elección. Su cualidad es su experiencia en el ámbito internacional, su buena relación con EE.UU. -fue embajador en Washington-. En contra le juega que se repetiría el plato ya que fue ministro de Defensa en la anterior administración de Bachelet.
Para el Ministerio de Defensa -cartera que en los últimos años ha tenido acceso a las reuniones del comité político- el favorito es el DC Jorge Burgos, quien logró ingresar al entorno de Bachelet gracias a su amistad en común con Carlos Mackenney. Burgos tiene expertise en temas de inteligencia y seguridad. Aunque en los últimos días ha surgido también el nombre de Camilo Escalona. El senador socialista ha sido mencionado para varios cargos dentro del nuevo gobierno. Otro parlamentario saliente que se ha mencionado para Defensa es el diputado PPD Patricio Hales, aunque también se le relaciona con Vivienda.
MINISTERIOS SECTORIALES
Una de las piezas más comentadas del puzle ministerial será la que Bachelet decida poner en Educación, desde donde se liderará la reforma anunciada para el sector. Se sabe que Nicolás Eyzaguirre ha sonado en esa cartera, y ha estado dando a conocer sus opiniones sobre el área a través de columnas, y también se ha levantado el nombre del rector de la USACH, Juan Manuel Zolezzi. El único candidato del PRSD para el gabinete es el presidente del partido, José Antonio Gómez, quien podría llegar a Educación por su experiencia política y ser un rostro conocido. Bachelet deberá resolver qué hacer con él y con el otro candidato que enfrentó en las primarias, Claudio Orrego, quien también tiene aspiraciones ministeriales en alguna cartera como Desarrollo Social.
Sin embargo, esa repartición podría permitir solucionar otro nudo, que es qué ministerio darle al Partido Comunista. Teillier ha puesto tres nombres sobre la mesa: Marcos Barraza, Claudia Pascual y Camilo Ballesteros. Los dos últimos con gran sintonía con la nueva mandataria. Para ellos se evalúan cargos como Subdere, Sernam e Injuv.
En otro grupo se encuentran quienes formaron parte de las comisiones programáticas del comando y destacaron en ellas. Entre ellos está Valentina Durán para Medio Ambiente, las doctoras Angélica Verdugo, Carmen Castillo y Helia Molina para Salud -a quienes se suma la médico salubrista del PPD Jeanette Vega, quien reside en Nueva York-, Pamela Figueroa, vicepresidenta del PPD, para Bienes Nacionales, y el ex ministro René Cortázar (DC) en Energía. En Obras Públicas correría con ventaja el PS Máximo Pacheco Matte.