Michelle Bachelet zanjó el lunes pasado un tema que inquietaba a sectores de la Nueva Mayoría, en especial a la DC. Mirando a Ximena Rincón, sentada al frente de la larga mesa del comité político, la presidenta dijo -con tono de autoridad- que será la ministra secretaria general de la Presidencia quien estará a cargo de dirigir el proceso de cambio a la Constitución, quizás la más compleja de las promesas de campaña.

-Usted como senadora defendió la alternativa de la Asamblea Constituyente (AC), ¿cuál es su postura hoy como ministra?
-Lo que yo defendí fue la necesidad de tener mecanismos participativos para generar una nueva Constitución, lo que implica -y así lo dije en esa oportunidad- que no podemos descartar de plano la Asamblea Constituyente como una alternativa. Pero lo que vale hoy es que la ciudadanía votó y eligió a Michelle Bachelet como presidenta, no a Ximena Rincón. Y eligió a una presidenta que fue muy transparente en este tema: ella habló de un  proceso “participativo, democrático e institucional”.

-Aparte de la AC, ¿qué otras fórmulas baraja?
-Cualquiera sea la fórmula, ésta debe reunir esas tres características. Eso significa que la nueva Constitución se basará en acuerdos mayoritarios lo más amplios posible, conforme a las reglas que la Constitución establezca, y a que la ciudadanía pueda participar en la generación de ella, canalizando las inquietudes. Es decir, éste no es un debate de expertos ni de elites, es un debate donde la ciudadanía tiene mucho que aportar, decir, porque justamente uno de los déficits de nuestra democracia es que no se estimula ni se canaliza la participación.

-La oposición dijo que la indefinición por la fórmula de cambio a la Constitución afecta la imagen del país...
-No creo que la oposición piense eso, son algunos dirigentes. Lo que sí afecta la imagen del país es que, después de 33 años, sigamos cuestionando que la Constitución que hoy nos rige sigue en tela de juicio. La experiencia comparada nos señala que en la mayoría de los países donde han existido acuerdos amplios, democráticos y participativos para la generación de una Constitución se ha logrado estabilidad política, social y económica y eso es lo que en Chile no tenemos. Hay un permanente cuestionamiento, y eso es algo que tenemos que superar.

-¿Cuál es su plan de trabajo  para enfrentar el tema del cambio a la Constitución?
-Tenemos que tener la sabiduría para poder recoger lo que la ciudadanía quiere, aspira y desea, y llevar eso al debate en donde estén presentes todos. Para que sea un pacto constitucional deben estar todos presentes.  Esta semana la presidenta constituyó una comisión sobre desarrollo urbano y no sólo había expertos,  representantes del Colegio de Arquitectos, del Colegio de Ingenieros y  destacados urbanistas; también estaban representantes de organizaciones sociales, junto a los representantes del Parlamento: los presidentes de la Comisión de Vivienda y Urbanismo de ambas cámaras. Es decir, lo que la presidenta ha ido mostrando es que todos deben ser parte de las transformaciones del país y de las decisiones que se toman. Y si esta característica está presente en un tema tangible, como la transformación de las ciudades, por qué no va estar presente en el pacto constitucional.

-¿Cuáles son  los plazos que se manejan?
-Tal como lo ha señalado la presidenta, éste es un tema que no será abordado este primer semestre. Lo que hemos hecho hasta ahora es escuchar, revisar y conversar con todos los actores políticos, sociales y académicos, para poder interiorizarnos sobre las miradas que existen sobre la nueva Constitución, tanto en contenido como en procedimiento, que son los dos ejes de este debate, y en su minuto corresponderá que la presidenta decida y dé a conocer la propuesta concreta.

-¿Usted cree que a la ciudadanía, en general, le preocupa el cambio a la Constitución, que está enterada de las fórmulas para modificarla?
-La ciudadanía votó por una nueva Constitución al elegir a la presidenta Bachelet. En la última encuesta CERC, el 71% de los chilenos son partidarios de reformar la Constitución. No digo que todas las personas sepan en detalle lo que quieren, pero claramente no quieren lo que hoy existe.

-¿Cree que el debate de las formas (mecanismos) ha empañado el debate de fondo?
-Lo que empaña la discusión es el intento de algunos por centrar el tema en el mecanismo y levantar una campaña del terror sobre la participación ciudadana. La forma y el fondo son igualmente importantes, sobre todo teniendo en cuenta que nuestra actual Constitución no tuvo un origen democrático y no hubo participación.

-Hasta el momento, las prioridades del gobierno son las reformas tributaria y educacional. ¿Habrá nueva Constitución en este mandato?
-La decisión de la presidenta ha sido clara y tengo la confianza de que vamos a superar el veto que la derecha ha puesto por más de tres décadas. Luego de conversaciones con los legisladores y los presidentes de partido de la oposición y de los nuevos referentes que han surgido, tengo la convicción de que vamos a lograr este objetivo. Ellos se dan cuenta que es necesario abrirse a este debate, y al menos así lo sentí en las dos sesiones de la Comisión de Constitución en la Cámara de Diputados a las que he ido.