El 18 de mayo, la DC realizará elecciones regionales y comunales. A un lado estarán los candidatos oficialistas que apoyan el estilo de Walker. Al otro, los disidentes articulados por Cornejo y Pizarro, quienes han calificado los comicios como “la primera batalla” con miras a reconquistar el control
del partido e intentar girarlo un poco más a la izquierda.
“La DC y el PC hoy formamos parte de un acuerdo político electoral que nosotros esperamos sea de largo aliento”, señala la diputada Yasna Provoste, quien aparte de liderar la disidencia, se ha convertido en una aliada de la ministra del Sernam, Claudia Pascual, en el Parlamento.
Este fin de semana, el pleno del PC se reunirá en reserva para analizar el arranque del gobierno de Michelle Bachelet y el funcionamiento de la Nueva Mayoría. Sobre el primer punto, un alto dirigente comunista señala que no habrá novedades: la incorporación del partido al gobierno ha sido fluida y es muy temprano para lanzar los primeros cuestionamientos. Sobre el segundo punto, existe la posibilidad de que el pleno manifieste su molestia con la actitud que ha tenido el presidente de la DC, Ignacio Walker, y otros dirigentes de la colectividad en contra de los comunistas.
El senador DC ha defendido la tesis de que la Nueva Mayoría es un acuerdo político y programático exclusivamente para apoyar al gobierno de Bachelet y que hay que abrirse también a buscar acuerdos con la derecha. “Una coalición política que trasciende a un gobierno requiere grados de afinidad y convergencia que no tenemos entre algunos partidos de la Nueva Mayoría, como el PC y el MAS. Hay que estar muy en guardia y muy atento a la tentación de introducir modelos fundacionales como si fuéramos a partir de cero”, dijo Walker a Qué Pasa a fines de marzo.
Esta postura es respaldada, entre otros, por uno de los referentes de la DC, Gutenberg Martínez, quien pese a estar fuera de la política activa, últimamente ha abogado porque la colectividad defienda con fuerza sus principios al interior del pacto y haga valer sus posiciones de centro. “En el último tiempo ha surgido una tendencia que pretende que todos pensemos igual y eso no es así. La DC debe afirmar su propia personalidad, identidad y hacer valer sus discrepancias”, dijo Martínez el martes pasado en Radio Cooperativa, al defender las modificaciones en el Parlamento al proyecto de reforma tributaria impulsadas por la DC.
Si bien hay comunistas que este fin de semana quieren salir a contratacar estas declaraciones, hay otros que llaman a la cautela, porque advierten que en el último tiempo se han producido una serie de gestos entre la DC y el PC, incluso de dirigentes más cercanos a la línea más conservadora, y que creen que el salir a atacar hoy a Walker podría obligar a estos militantes a cerrar filas con la directiva.
En el PC revelan una serie de acercamientos que han ido pavimentando el camino a una eventual proyección de la Nueva Mayoría. En cuanto a la DC, la relación con el PC es un tema que ha puesto en evidencia que las viejas corrientes internas (chascones, príncipes, guatones, pelirrojos) ya no sirven para entender las alianzas o afinidades al interior de ese partido.
ALMUERZO EN EL PISO 15
Un ejemplo de lo revueltas que están hoy las aguas en la DC es que el presidente de la Cámara de Diputados, Aldo Cornejo, un ex aliado de Martínez y Soledad Alvear, hoy es uno de los líderes de la disidencia a Walker y uno de los impulsores de reforzar los vínculos con el PC. Cornejo abogó para que el vicepresidente de la Cámara fuese Lautaro Carmona, con quien ha estrechado su relación.
Un gesto que no pasó inadvertido en el Parlamento fue el almuerzo con el embajador de Cuba en Chile, Adolfo Curbelo, convocado por Cornejo y Carmona, realizado hace un par de semanas en el piso 15 del Congreso. Además de los convocantes, estuvieron presentes Yasna Provoste, Roberto León, Patricio Vallespín, Gabriel Silber y Víctor Torres. Por el PC concurrieron Guillermo Teillier y Daniel Núñez.
Un encuentro parecido se produjo el lunes pasado en la Embajada de Venezuela en Chile. Pese a que la DC ha criticado con dureza al gobierno de Nicolás Maduro, el embajador Arévalo Méndez invitó a Ricardo Rincón y Fuad Chahín y Gabriel Silber, actuales vicepresidentes del partido. La reunión se sumaba a una propuesta de proyecto de acuerdo en torno a Venezuela suscrito entre Teillier y el diputado Matías Walker, llamando a respetar los derechos humanos en ese país, solicitar la liberación de disidentes políticos, instar a que se avance en la negociación y rechazar cualquier intento golpista en contra del gobierno de Maduro.
Por su parte, Yasna Provoste se ha convertido en la principal aliada de la ministra del Servicio Nacional de la Mujer (Sernam), Claudia Pascual (PC), para concretar el proyecto del Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género. “La DC y el PC hoy formamos parte de un acuerdo político electoral que nosotros esperamos sea de largo aliento. Además, nuestras cercanías personales han sido muy importantes para apoyarnos mutuamente en las tareas que tenemos que emprender como gobierno”, comenta Provoste, quien agrega que ella junto a Carmona son las primeras mayorías regionales.
El presidente del PC, Guillermo Teillier, destaca las excelentes relaciones de su partido con otro ministro DC, Alberto Undurraga, de Obras Públicas, quien históricamente perteneció al grupo de “Los Príncipes” con Walker y Claudio Orrego, entre otros. El diputado recuerda que en la última Fiesta de los Abrazos celebrada por el PC en enero, Undurraga leyó un texto suscrito entre comunistas y democratacristianos, el cual fue elaborado durante varios meses por un grupo donde estaban los PC Eduardo Contreras y Marcos Barraza, entre otros, y los DC Eugenio Ortega (quien falleció antes de que se finiquitara) y Carlos Eduardo Mena.
En el texto, los partidos coinciden en que “haya una identidad social mínima que requiere un conjunto de valores que comparten todos (o la gran mayoría)”; relevancia del concepto de consenso. También defienden “el voto obligatorio en tanto subsista una educación política insuficiente” en la población. Otro punto es la estrecha relación entre el secretario nacional de la DC, Víctor Maldonado, y el secretario general del PC, Juan Andrés Lagos. Ambos coinciden en reuniones semanales no sólo por sus cargos partidarios: también integran el “petit comité” de asesores políticos del ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo.
Maldonado destaca que en lo que va del gobierno, el saldo de la relación es positivo. “Somos partidos con identidad clara, y es fácil saber a qué atenerse. Hemos informado que deben aclararse puntos hacia el futuro, pero hasta el momento no ha habido problemas. Nuestra relación es ejemplar”, resalta.
Lagos, en tanto, dice que el hecho de que “la Democracia Cristiana y el Partido Comunista compartan hoy un programa común es algo inédito no sólo en Chile, sino también en el mundo”.
Pero de todo el gabinete el nombre que más nombran en el PC como una de sus aliadas es Ximena Rincón. Así como Lagos es el representante del PC en Interior, la ex coordinadora de la bancada de los comunistas en la Cámara de Diputados, Julia Urquieta, lo es en el Ministerio Secretaría General de la Presidencia. En su calidad de asesora legislativa, la abogada comunista -quien se excusa de dar entrevistas “en este nuevo trabajo”- realiza un lobby para impulsar los proyectos más emblemáticos de Rincón, como el voto chileno en el exterior.
El tema laboral también está siendo liderado por duplas DC-PC. A la buena relación entre el vicepresidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Nolberto Díaz, y la presidenta de la organización, la comunista Bárbara Figueroa, se suma el feeling que han tenido la ministra del Trabajo, Javiera Blanco, cercana a la DC, con el subsecretario de Previsión Social, el comunista Marcos Barraza.
Mientras Ignacio Walker ha apostado por defender la línea de centro de la DC, Ximena Rincón, Aldo Cornejo y Yasna Provoste apuestan por proyectar la alianza DC-PC.
LA PRIMERA BATALLA
En este escenario revuelto, el próximo 18 de mayo la DC realizará elecciones regionales y comunales en todo Chile donde se enfrentarán estas dos visiones existentes hoy. Por un lado estarán los candidatos oficialistas que apoyan el estilo de Walker, donde destacan muchos ex alvearistas y ex freístas. Uno de los ejes de su discurso de campaña será que han sido perjudicados en la designación de los cargos de gobierno, en desmedro de los disidentes articulados por Cornejo, Pizarro y Rincón. Este grupo -que el jueves 10 de abril convocó a cerca 300 militantes en el centro de eventos Espacio Broadway, en Pudahuel- ha calificado los comicios del 18 de mayo como “la primera batalla” con miras a reconquistar el control del partido e intentar girarlo un poco más a la izquierda.
Una medición de fuerzas previa se realizará este fin de semana en la circunscripción cuando se enfrenten en primarias los candidatos para reemplazar a Ximena Rincón en la circunscripción Séptima Norte. Por un lado está el representante de la disidencia, Mariano Fernández; el candidato de Walker, Manuel Antonio Matta, además del dirigente regional Pablo Gutiérrez. Aunque esta elección ha estado fuera de la coyuntura, cercanos al presidente del partido señalan que hubo intentos del gobierno por frenar las primarias e imponer al ex canciller, punto que refleja que la disputa por el poder en la DC va, incluso, más allá del propio partido.