"Me gustaría que todo Chile fuera igual que Las Condes, y eso es posible hacerlo con el modelo de desarrollo que nosotros defendemos, pero haciendo adecuaciones y modernizaciones a lo que ha habido hasta ahora"
"A ratos hay una intencionalidad ideológica de encasillar a la UDI en un rincón, porque es una amenaza política. La UDI sigue siendo el principal partido de Chile, el más grande, el que tiene más votación y más parlamentarios"
Francisco de la Maza se ve relajado. En los últimos días ha recibido varias buenas noticias. Ernesto Silva, el candidato único a presidir la UDI, lo presentó como vicepresidente, convirtiéndose en el primer integrante de su directiva. El lunes, en su cuenta pública 2013-2014 los asistentes al Teatro Municipal de Las Condes aplaudieron los logros de los colegios municipales. Y, al día siguiente, Las Condes apareció en el primer lugar de las comunas del país con mejor índice de calidad de vida urbana, según el Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales de la Universidad Católica y la Cámara Chilena de la Construcción.
-El nuevo presidente de la UDI es diputado por Las Condes; Cristián Monckeberg, posible timonel de RN, parlamentario por Las Condes, y usted, vicepresidente de la UDI, alcalde de Las Condes, ¿no es una mala señal que todos sean representantes del barrio alto?
-Son circunstancias del momento. La directiva la van a integrar muchas personas. De hecho, también entiendo que Iván Moreira, que es senador por la Décima Región Sur, estará. Y va a haber integración regional. A mí me gustaría que todo Chile fuera igual que Las Condes, y eso es posible hacerlo con el modelo de desarrollo que nosotros defendemos, pero haciendo adecuaciones y modernizaciones a lo que ha habido hasta ahora.
-Pero los recursos no son los mismos, le diría un alcalde de una comuna pobre.
-Hay políticas públicas que se pueden plantear y que van mucho más allá de los recursos. Mi visión, que es compartida por muchos, es que lo que viene es un modelo de desarrollo público privado, donde debe haber una fortaleza en el aparato público importante. Pero también tiene que haber una libertad para que ese modelo incorpore actores privados que entregan ventajas comparativas. Hoy lo que está planteando la Nueva Mayoría es un fortalecimiento del aparato público pero sin la participación de los privados. Eso es un error. En modelos, por ejemplo, como el previsional o la administración de salud o de educación, el aparato público se ve muy fortalecido cuando incorpora a actores privados.
-El modelo hoy está en cuestión porque ha generado mucha desigualdad.
-Sí, pero no hay que confundirse en eso, porque hasta ahora si bien hay desigualdades, lo más importante es la generación de riqueza, porque a través de ello se producen los recursos necesarios para poder disminuir esas desigualdades.
-¿Le gustaría ser alcalde de una comuna pobre después de Las Condes?
-Uno el futuro no se lo puede plantear a tan largo plazo. Las cosas tienen que ir por etapa, y hoy nuestra tarea es actualizarnos políticamente. Los chilenos son distintos que hace 30 años. Están acostumbrados a elegir, y lo que demandan es calidad. En el área educación lo que demandan no es necesariamente gratuidad, sino que la educación de calidad esté al alcance de todos, de los que tienen pocos ingresos, medianos y altos. Y desde ese punto de vista, las políticas públicas requieren una actualización importante. Hoy la división que tenemos en Chile sigue siendo un Estado que genera políticas públicas para sectores de menores ingresos y punto. Y la demanda es cómo actualizamos eso para sectores medios que, teniendo disposición a pagar lo justo, lo que puedan, se incorporan a estos servicios que tiene que entregar el Estado, pero haciendo su aporte. Obviamente, un aporte que no signifique un desangramiento ni en las familias ni en las personas.
-¿Qué opina de la reforma tributaria?
-Este país está en condiciones de formular una mayor recaudación por parte del Estado para ir en mejora de estas políticas públicas, especialmente en el área educación y la salud. Ahora, no garantiza cualquier reforma tributaria que la educación y la salud tengan un salto cuantitativo en términos de calidad si no se hacen buenas propuestas en ese sentido. Y, por otro lado, el aparato productivo, la inversión, el ahorro, el crecimiento, la generación de empleo, son fundamentales. No hay ninguna política pública que pueda sustituir un empleo. Ese equilibrio tiene que ver con cómo adecuar el modelo de desarrollo a una menor desigualdad, pero teniendo presente que eso sólo se logra manteniendo un aparato muy activo desde el punto de vista de la inversión, el ahorro, la generación de empleo y el crecimiento.
-Este año el tema será la educación. ¿Es un flanco abierto para Ernesto Silva estar tan ligado a la Universidad del Desarrollo?
-Bajo ninguna circunstancia. La educación es un tema que va mucho más allá del aparato público. Tiene que ver con cómo mejorar el diseño actual de manera que el estándar de calidad sea muy superior al de hoy, especialmente en prebásica, básica y media, que es donde están los mayores indicadores de desigualdad. Y ahí es donde nosotros podemos concentrarnos en presentar propuestas atractivas para el país. Uno de los cambios fundamentales que ha tenido Chile es que la gente quiere elegir. Y para poder elegir es fundamental esta mirada y visión de un aparato público sólido pero, a la vez, una integración en el área privada muy grande.
ADIÓS A LOS CORONELES
-Vamos a la UDI, ¿qué significado tiene que por primera vez el partido tenga un presidente que nació después del golpe militar?
-Es un gran cambio. Ernesto Silva es una persona que no tiene ataduras al pasado y dirigirá el partido con una visión de presente y futuro. Además, habrá una integración muy amplia de todos los sectores del partido en su directiva. Lo importante es que tenga la libertad para poder desarrollar las actualizaciones que la UDI hoy necesita.
-Usted fue uno de los primeros dirigentes de la UDI que abogaron por elecciones internas, sin embargo ahora será parte de una nueva mesa de consenso.
-Soy partidario de las elecciones y de una participación lo más amplia posible de sus militantes, pero he dicho que en esta oportunidad, donde hay una necesidad de actualizar el partido hacia adentro y hacia afuera, era mejor que no existiesen las divisiones internas que pudiera haber producido una competencia.
-¿No habría sido mejor en este momento de la Alianza poner a la cabeza de RN y la UDI a dos figuras fuertes, dos portaviones que lideraran con fuerza la oposición al gobierno de Bachelet?
-Si uno lo mira como un proceso para enfrentar hoy a la Nueva Mayoría por un tema ideológico, probablemente sí. Pero si analizamos es más necesario hacer un proceso de actualización y no sólo de atrincherarse, pienso que no, que no es necesario.
-¿Qué significa actualizar la UDI hacia adentro y hacia afuera?
-Vamos a sorprender con la actualización y con las nuevas formas de participación. Han pasado 30 años desde que el partido se fundó con una estructura centrada en la defensa de los pobres que en ese entonces vivían en campamentos. Hoy las demandas son otras, por lo que hay que revisar los estatutos, hay que discutir cómo será la actualización para presentarlos políticamente de una forma atractiva, sin que eso signifique transar principios básicos en los que nosotros creemos.
-También será la primera vez que los llamados “coroneles” (Andrés Chadwick, Jovino Novoa, Juan Antonio Coloma y Pablo Longueira) no tendrán las riendas del partido…
-Pasar de una forma interna en que se administró la UDI todos estos años tiene una connotación política importante y genera más libertades.
-¿Hubo algunos intentos de instalar a Chadwick como un hombre de consenso para presidir el partido?
-Los debe haber habido, sin duda. Se discutieron muchas alternativas. Pero él (Chadwick) está en un ciclo diferente, está presidiendo la fundación Avanza Chile de Sebastián Piñera y, desde ese punto de vista, está articulando una organización que está mirando hacia el futuro, pero desde una óptica distinta a la de un partido político. Como le decía, la UDI tenía que ser dirigida por una persona sin las ataduras del pasado y mirando el presente y el futuro.
-Algunos podrían señalar, sin embargo, que el gran ganador es Novoa, que desde un principio respaldó a Silva…
-Ésa es una etiqueta. Detrás de él no está sólo Novoa, están muchos militantes de la UDI. A ratos hay una intencionalidad ideológica de encasillar a la UDI en un rincón, porque es una amenaza política. La UDI sigue siendo el principal partido de Chile. Por ello, lo importante hoy es saber enfrentar estos cuestionamientos adecuadamente y con la apertura suficiente para poder respaldar todas aquellas iniciativas que vayan en beneficio del progreso de un modelo de desarrollo en el cual nosotros creemos. Esto de hacerlo todo de nuevo, pasar la retroexcavadora o partir de fojas cero no está en el ADN de la gran mayoría de los chilenos. Tengo el convencimiento que la gran mayoría de los chilenos quiere mejorar las políticas públicas y para lograrlo se requiere mantener el aparato productivo, de crecimiento y de generación de riqueza que es fundamental para obtener los recursos necesarios para hacer esas actualizaciones. Ése es el desafío que tenemos para adelante.
-¿En las próximas elecciones presidenciales la UDI debe presentar un candidato presidencial?
-Desde luego, la UDI postula tener un candidato presidencial de sus filas, pero las cosas tienen que ser paso a paso. Hoy hay una etapa necesaria de actualización, de generar un mayor vínculo con la ciudadanía y ese proceso no se puede saltar.