De los cuatro hermanos, Magdalena Piñera Morel fue la única que participó activamente en el gobierno de su padre. Desde una oficina contigua compartió durante casi cuatro años los buenos y malos momentos del ex presidente en La Moneda. Por ello, estaba preocupada por la reacción de Sebastián Piñera al dejar el poder. Algo que algunos cronistas han llamado el síndrome de abstinencia. “Pensé que el cambio sería brutal, que a mi padre le iba a ser muy difícil dejar de ser presidente de un día para otro, pero la verdad es que ha sido mucho más natural de lo que yo imaginaba. Él es un hombre que tiene muchos talentos e intereses”, comenta la hija mayor del ex mandatario desde su nueva oficina en calle La Concepción, donde junto a otros tres socios lidera una empresa de marketing digital.

“Veo a mi papá y a mi mamá relajados, contentos, disfrutando mucho a sus nietos, con la satisfacción de haberlo dado todo en estos cuatro años. Sí les decepciona y les duele ver estos intentos de borrar de un plumazo proyectos a los cuales ambos les dedicaron mucho tiempo, como Elige Vivir Sano y varios avances en salud”, cuenta. 

-Me imagino que a tu papá le pican las manos por salir a responder los cuestionamientos a la gestión de Mañalich o para salir a opinar de la reforma tributaria…
-No, porque el mantenerse en silencio fue una opción que él tomó voluntariamente. Está leyendo mucho, juntándose con amigos y muy enfocado en proyectar el Parque Tantauco y hacerlo más accesible. Este lunes va a lanzar un nuevo libro sobre el parque.

-¿Qué sientes cuando el actual gobierno cuestiona o suspende proyectos importantes, como reformas legislativas o Elige Vivir Sano?
-Al igual que a mi mamá, me produce pena y decepción. Me cuesta creer que, por razones políticas o revanchistas, quieran echar abajo un programa tan exitoso y tan necesario como Elige Vivir Sano. Soy profesora y soy mamá y te das cuenta que la obesidad y la mala alimentación infantil son un problema país. Por qué un programa con objetivos tan nobles como hacer deporte y comer sano y, que a la larga busca ahorrarle mucha plata al Estado, se encuentra en evaluación.

-El argumento de la ministra de Desarrollo Social, Fernanda Villegas, fue que, con la desigualdad que hay en Chile, no todos pueden elegir vivir sano.
-Y dio como ejemplo que no todos pueden elegir salir a andar en bicicleta, porque en algunas comunas no hay ciclovías. Bueno, ¡hagamos ciclo vías! Nivelemos hacia arriba y no hacia abajo. Si hay personas que no tienen tanta libertad de elección respecto a la comida, por ejemplo, ayudémosles a que la tengan, démosles herramientas, información, construyámosles mejores parques, como lo hizo el gobierno anterior. Además, el programa iba más allá de eso, era interministerial, incluía el aumento de horas en Educación Física en los colegios, por ejemplo.

-¿Qué otras suspensiones de proyectos te han dolido o molestado?
-La ley de tolerancia cero al alcohol, cuyos resultados están apoyados por cifras objetivas: bajaron los accidentes de tránsito y las muertes por conducción en estado de ebriedad, produjo cambios sociales importantes, la gente comenzó a preocuparse de no manejar después de un matrimonio o una fiesta. Es decir, se estaba produciendo un cambio cultural, que es lento, especialmente en los chiquillos jóvenes, y que se interrumpió abruptamente. Otro ejemplo es el bono de libre elección para los pensionados de Fonasa, porque al parecer, no les gusta que las personas puedan elegir. ¡Cómo no va a ser bueno que una persona de Fonasa tenga la posibilidad de escoger con qué doctor atenderse y no la obliguen siempre a ir al consultorio de su barrio!  Podría seguir dándote ejemplos donde comienzas a entender de qué se trata el concepto de la retroexcavadora.

 

“ALGUNOS QUIEREN ARRASAR CON TODO”

-Más allá de esto, ¿cómo has visto el inicio del gobierno de Bachelet?
-La presidenta es una persona que tiene muy buenas intenciones, es una líder innata que ganó con una mayoría absoluta, sin embargo quienes la rodean han ido generando esta sensación de que su gobierno parte de cero y que va a salvar al país de no sé qué y desconocen no sólo lo que hizo el gobierno de mi papá, sino que lo que han hecho los gobiernos en las últimas décadas, incluyendo el primer gobierno de Bachelet.

-El gobierno se ha defendido señalando que cuando llegó Piñera a La Moneda también evaluó y frenó proyectos…
-Entiendo que hay cosas que evaluar y estudiar. También que una presidenta electa llegue a impulsar sus propios proyectos y exista una etapa de adaptación, pero ningún gobierno, ni éste ni el anterior, parte de cero. Las autoridades entrantes tienen que darse cuenta que tienen que administrar un patrimonio público compuesto no sólo de recursos, sino por una serie de políticas públicas que están en ejecución. El programa AUGE que venía de antes, el gobierno de mi padre no lo torpedeó, sino que lo fortaleció aumentando las patologías. Lo que te quiero decir es que ésta es una posta, cuya meta es lograr que la gente mejore su calidad de vida y tenga mejores oportunidades.

-¿Le ha faltado fuerza a la Alianza para salir a defender al gobierno?
-No. Sí lo ha hecho. Además hay algunos cuestionamientos que se caen por sí solos.

-¿Crees que hay mala intención en las críticas?
-No dudo de las buenas intenciones de Bachelet, pero hay algunos dentro de su equipo y en el Congreso que quieren arrasar con todo lo que se ha hecho. El concepto de la retroexcavadora fue muy fuerte. Por echar abajo lo que hizo el gobierno anterior están desconociendo lo que hicieron ellos antes en los gobiernos de la Concertación.

-¿Por qué te molesta la “retroexcavadora”?
-Declaraciones como esa y otras parecidas crean un ambiente odioso que a los chilenos no les gusta. Chile es un país que valora la unidad, que valora los acuerdos, eso se demuestra en todas las encuestas. A la mayoría nos gusta conversar, debatir, ver a los políticos trabajando por Chile, pero no pasando máquinas. 

-¿A qué te refieres puntualmente?
-A eso de salir a hablar de los poderosos de siempre y poner a los ricos contra las pobres no aporta mucho al debate.

-Un punto que causó polémica en esta administración fue la gran cantidad de familiares de altos funcionarios contratados en el primer mes de gobierno. ¿Qué piensas tú, que fuiste cuestionada por ser la hija del presidente?
-No siento que haya sido cuestionada. De hecho, yo venía trabajando con mi papá desde hacía varios años y cuando nos tocó llegar al gobierno, para evitar cualquier crítica y conflicto, optamos los dos por tener un contrato ad honórem. No recibí ni un solo peso del Estado y eso no me quitó ni entusiasmo ni compromiso para trabajar con él.

-¿Te molestó que despidieran a personas que no eran políticas por el solo hecho de haber trabajado en el gobierno anterior, como ellos señalaron?
-Me dio mucha pena. Hubo muchos despidos injustos. En la Presidencia echaron a la encargada de patrimonio, que llevaba ocho años en La Moneda con mucha energía, echaron a la secretaria del repostero presidencial, que trabajaba hace 16 años , bajaron a los mozos del segundo piso, despidieron al mayordomo de Cerro Castillo, y me cuesta creer que fue porque trabajaron lealmente junto a mi padre o para generar cupos para pagar favores políticos. 

“HOY HAY UNA CENTRODERECHA MUCHO MÁS DIVERSA”
-Algunos culpan a tu papá de haber desunido a la Alianza…
-No es desunión que hayan surgido otros movimientos. Yo aplaudo el nacimiento de Amplitud y Evópoli, de centros de estudio como Horizontal, de la fundación Avanza Chile… Eso demuestra una centroderecha mucho más diversa. Hace cuatro días, todos los centros de estudios hicieron un seminario para discutir sobre educación y no hubo ninguna pelea entre ellos.

-Pero la semana pasada dos senadores de RN -Manuel José Ossandón y Andrés Allamand- criticaron la política de salud del gobierno anterior. ¿Qué opinas?
-Al Cote y a Andrés los conozco hace muchos años y a ambos les tengo mucho cariño, pero creo que están profundamente equivocados al atacar al único gobierno que ha tenido la centroderecha desde la recuperación de la democracia. Además, le hacen el juego a la Concertación y ellos lo saben, y en algún momento van a hacer clic, porque en salud la obra del gobierno es contundente.

Magdalena Piñera hace una pausa, toma su iPhone 5, busca un tuiteo de hace algunos días y comienza a enumerar logros en salud.

-Entre el 2010 y el 2014 el presupuesto se incrementó en casi 16%, la inversión en recintos también se duplicó, y eso significó la construcción de 16 hospitales y 21 en marcha, todos actualmente detenidos y en evaluación, de 380 mil en listas de espera AUGE se bajó a 7 mil, las patologías AUGE pasaron de 56 a 80… y podría seguir. Por eso me da pena que Andrés y el Cote hayan hecho esa actividad junto al senador Girardi.

-Aparte de este tema puntual, Allamand ha sido muy crítico del gobierno de Piñera…
-Creo que su estrategia está profundamente equivocada. Si él u otros quieren volver a ser gobierno con nuestras ideas, que tienen que ver con la libertad y la igualdad de oportunidades, entre otras cosas, si no cree que lo que hizo fue bueno, entonces para qué quieren volver, o cómo van a convencer a la gente de que voten por ellos.

-¿Qué partido o movimiento te interpreta más?
-No soy mucho de participar en partidos y movimientos, nunca lo he hecho, pero no descarto hacerlo en el futuro. Sí creo que la unión de la centroderecha está en la diversidad, en aceptar que tenemos opiniones distintas pero estamos dispuestos a trabajar por un Chile más libre y más justo, que es lo que nos diferencia de la izquierda, que creen que todo lo que tiene que ver con la libertad aumenta la desigualdad. No todos somos iguales, todos tenemos talentos distintos, convicciones distintas, entonces tratemos de fortalecer esa diversidad.

-Dijiste que votaste por Ricardo Lagos. ¿Hoy te definirías como una persona de derecha?
-A mí y desde mi generación para abajo nos cuesta mucho definirnos como de izquierda o derecha, porque los límites son discutibles. Yo creo en el matrimonio igualitario para todos, en la libertad de las personas para emprender, para elegir la educación de sus hijos dependiendo de sus talentos. Obviamente esta libertad debe ir acompañada de una serie de garantías que el Estado debe dar para generar mayor igualdad. Si eso es ser de centroderecha, sí lo soy.

-¿Ves a tu papá volviendo a postular a la presidencia en cuatro años más?
-Él ha dicho que no está en sus planes y es lo que hemos conversado en familia. Todos queremos que dedique más tiempo a la familia especialmente sus nietos.

MAGDALENA PIÑERA 2.0
La Mane, como le dicen, cuenta que antes de que terminara el gobierno le comentó a su padre que quería emprender vuelo propio y crear su propia empresa. De todo lo aprendido durante la campaña presidencial y luego en Palacio, el tema que más le atrajo fue el manejo de las tecnologías digitales en la comunicación con la ciudadanía. Por ello, después del 11 de marzo contactó al ex “asesor digital” de la Presidencia  -entre el 11 de marzo de 2010 y marzo del 2012-, Pablo Matamoros, quien hace más de un año le propuso integrarse como socia a su empresa de consultoría y marketing digital llamada AMNA. “Ellos (Matamoros, Alejandro Alaluf y Samuel Necochea) me invitaron a participar. Les dije que quería acompañar a mi papá hasta el último día, pero que en marzo habláramos. Así sucedió y aquí estoy”, cuenta.

“Hay un nicho superimportante para ayudar a acercar a la ciudadanía con distintas empresas, servicios, instituciones y personas. La ciudadanía cada día requiere menos de intermediarios, y de pronto hay personas o empresas que se quedan atrás en este nuevo paradigma de las comunicaciones”, agrega Piñera, quien seguirá colaborando con Avanza Chile -la nueva fundación del ex presidente- justamente desde el área de las tecnologías digitales.

-¿Cómo convencerías a alguien de izquierda de que puede trabajar contigo con confianza?
-Somos profesionales. Trabajé en el Ministerio de Educación durante el gobierno de Frei, no atornillé al revés, y en el mundo digital todo lo que sirva para acercar a la ciudadanía, que hoy está cada vez más empoderada, a las personas o instituciones o empresas, bienvenido sea. Si puedo ayudar a algún partido de izquierda a acercarse a su gente, a trabajar mejor con sus militantes, lo voy a hacer, ahora si me piden hacer una campaña en favor de aborto, no lo haría.

-¿Es difícil desmarcarse de ser la hija mayor de Sebastián Piñera?
-He vivido con un papá político y público desde hace más de 25 años. Él fue senador el 90 cuando yo estaba en el colegio y no tengo ningún complejo. No siento que me tenga que desmarcar de él. Estoy orgullosa de ser su hija.

-Las hijas e hijos de los políticos odian o aman la política, ¿cuál es tu caso?
-Me gusta mucho la política y el servicio público, pero no me atrae ser protagonista ni estar en la primera línea.

-¿Y en un futuro, te gustaría ser candidata a alcaldesa o al Parlamento?
-Por ahora, no. Por ahora.