Por David Muñoz Octubre 23, 2014

El próximo sábado 8 de noviembre de 2014 La Moneda seguirá con atención dos actividades partidarias. Los focos estarán puestos en Santiago y Talca. La primera de ellas ocurrirá en el Salón de Honor de la sede del Congreso en la capital, donde una de las protagonistas será la presidenta del Senado, Isabel Allende, en el pleno del comité central del Partido Socialista. A la misma hora, pero en Talca, la alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá, llegará hasta el Teatro Regional del Maule para participar de un nuevo consejo nacional del PPD.

En la misma jornada, ambos partidos, representantes del pensamiento socialdemócrata abrirán un debate sobre el estado de cosas en el país: los primeros meses del regreso al poder y el avance de las reformas propuestas por Michelle Bachelet. Pero hay otro tema que, aunque, tímidamente, se tomará la agenda de cada uno: la sucesión de la mandataria.

La perspectiva de la carrera presidencial se instaló tempranamente en el oficialismo, a pesar de las advertencias de La Moneda que buscaban no adelantar la discusión. Lo más probable es que ninguno de los dos partidos eluda el tema. Cada uno a su ritmo y estilo. Lo mismo la senadora Allende y la alcaldesa Tohá, quienes se han perfilado en el último tiempo como cartas visibles del PS y el PPD empujadas por las buenas cifras de la última encuesta CEP. El camino de cada una para enfrentarse en una posible primaria presidencial de la Nueva Mayoría parece aún lejano y lleno de obstáculos.  Pese a ello, varios sueñan con ver en la papeleta de primarias oficialistas a la hija del presidente Allende y a la hija de su ex ministro del Interior y Defensa, José Tohá.

EL MENOS POPULAR DE LOS CARGOS
La construcción de un acuerdo lo más transversal posible. Esa es la principal condición que la senadora Allende ha puesto sobre la mesa antes de lanzarse a competir por la presidencia del partido frente al ex senador Camilo Escalona. En su entorno señalan que ya estaría convencida de que el camino más viable para concretar una futura opción presidencial sería asumiendo la conducción partidaria.

Y a ello ha volcado todas sus fuerzas en las últimas semanas, siendo su principal apuesta dar una fuerte señal de respaldo interno en el próximo comité central. Para ello ha construido alianzas secretas y públicas con representantes de las diferentes tendencias internas, concentrando una particular fuerza en el propio Parlamento, uno de los flancos más débiles de Escalona.

El lunes, la mayoría de la bancada de senadores de su partido le entregó por segunda vez su respaldo en una cena en la sede del Congreso en Santiago: Carlos Montes, Rabindranath Quinteros, Juan Pablo Letelier y Alfonso De Urresti, cada uno representante de distintas sensibilidades internas, discutieron sobre una fórmula para vencer al ex senador. El grupo comenzó a trabajar en un documento que plasmará esta voluntad y que será llevado al comité central. Fulvio Rossi, el único senador que no estaba presente, compartía a la misma hora una cena en el café Torres con Camilo Escalona y otro grupo de militantes. La fuerza de este último radica en las bases del socialismo, donde desde marzo pasado ha concentrado su estrategia, recorriendo el país.

 La fuerza de Allende en las bases es menor que la de Escalona, por lo que la senadora ya ha sido advertida de que la jugada de enfrentar al ex parlamentario en las internas se asemeja al tradicional “muere, muere” del fútbol de barrio, o el clásico “gol de oro”. Una derrota con el ex presidente del PS, para varios, sepultaría sus opciones presidenciales. En caso de convertir el “gol de oro”, incluso hay quienes pregonan que la peor vitrina es la presidencia de un partido, por lo impopular que resulta. Pese a ello, Allende necesita un espacio, pues el próximo año deja la presidencia de la Cámara Alta.

TODOS QUIEREN SER PRESIDENTE
Pese a que enfrentó un primer año de gestión sin mayores sobresaltos en la principal comuna del país, lo que contrastó con su errático manejo del conflicto con los estudiantes por las “tomas” de colegios, la ex presidenta del PPD mantuvo un respaldo ciudadano considerable en la última encuesta CEP.

 Su prolongada presencia entre los políticos mejor evaluados le permite ser una carta siempre presente entre las apuestas del PPD. Pese a ello, la opción, dice, no es prioridad en este minuto. “No descarto el tema presidencial, pero tendrá su momento”, dijo en una reciente entrevista con El Mercurio, sin eludir su condición, pero marcando sus prioridades en el municipio.

Un cuadro complejo pues su exclusiva dedicación a la gestión municipal le ha hecho perder sintonía política en la dinámica interna del partido.

De hecho, enfrenta un problema mayor: la corriente interna a la que pertenece, conocida como “laguismo PPD”, está prácticamente disuelta debido a las aspiraciones presidenciales de sus integrantes. Además de Tohá, el grupo estaba compuesto por los senadores Ricardo Lagos Weber y Felipe Harboe, quienes han optado por construir caminos propios. Mientras Lagos Weber proyecta su liderazgo interno en alianza con el diputado Pepe Auth, Harboe ha iniciado su propio movimiento, llamado Acción País. Todos, incluida Tohá, han buscado en privado en los últimos meses capitalizar alianzas con el senador Guido Girardi, quien controla la maquinaria partidaria. Pero, según dicen en la colectividad, este último no sólo mira hacia La Moneda, donde el liderazgo político del ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo es seguido con atención, sino que también ha apostado por mantener diálogo con Marco Enríquez-Ominami. Principalmente a través de una profundización de su amistad con Carlos Ominami, el padre del ex candidato presidencial.

El convulsionado mapa interno PPD se hará visible en el próximo consejo del partido en Talca. De hecho ya hay varios dirigentes discutiendo internamente la idea de presentar un voto político para conseguir que la colectividad exprese con claridad que levantará una carta presidencial el 2017, así como el establecimiento del mecanismo de primarias internas para resolver entre todas sus figuras. La resolución podría inyectarle presión a Tohá, quien ya dijo que no abandonará la alcaldía de Santiago. Para ello, deberá resolver previamente si se repostulará al sillón edilicio en las municipales de 2016 o guardará sus cartuchos para aspirar a caminar unas cuadras más al sur, hacia el Palacio de La Moneda.

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