En la UDI algunos no descartan que, ante eventuales formalizaciones, la presión vaya aumentando y termine con la renuncia de la directiva. “Ernesto tiene que hacer un juicio personal de cómo lo ha hecho, si corresponde seguir o no en la presidencia”, dijo el miércoles el alcalde de La Florida, Rodolfo Carter.
Las 3.500 páginas -divididas en siete tomos- del expediente que se hicieron públicas tras el levantamiento del secreto de la investigación del caso Penta, la madrugada del 31 de diciembre, cayeron como una bomba de racimo en la UDI: quedaba en evidencia que dos senadores habían mentido a la opinión pública: Iván Moreira y Ena von Baer. Jovino Novoa, uno de los fundadores del partido, involucrado en prácticas difíciles de explicar; un ex subsecretario que recibía pagos de Penta mientras ejercía en el Poder Ejecutivo.
La crisis alcanzaba un grado máximo en el partido, para algunos más que en el caso Spiniak, por lo que el presidente, Ernesto Silva (ahijado de uno de los dueños de Penta, Carlos Alberto Délano), se vio obligado a reforzar su estrategia.
El martes en la reunión de la bancada de diputados, Silva dio un discurso muy duro llamando al orden interno: “En estos momentos tenemos que estar unidos (…) No se debe quebrar el partido, como muchos quisieran (…) Aquí no se va a dejar a nadie solo, eso sería lo más fácil para mí (…) En estos momentos les pido cuidar sus declaraciones a la prensa (…)”.
De esta forma, el diputado por Las Condes intentaba retomar la estrategia anunciada la noche del 13 de octubre -durante el aniversario 31 de la UDI, en las Parrilladas Argentina-, cuando la tormenta recién comenzaba. Y que apuntaba a reforzar la mística interna, no dejar solos a los involucrados ni a los financistas históricos de la UDI, aunque dañe la imagen.
“Cuando a algunos de nosotros nos atacan, todos sabemos que están atacando a la UDI y hoy estamos más unidos que nunca”, señaló esa noche Silva.
Durante los últimos meses, Silva había logrado que el resto del partido se sumara a su accionar, sin embargo la semana pasada, tras hacerse público el expediente, su tesis comenzó a desmoronarse.
En la reunión de directiva del lunes y en la comisión política del mismo día el principal mensaje del presidente de la UDI fue sobre la necesidad de unidad y lealtad en estos momentos.
A esa altura la directiva ya enfrentaba críticas de sectores importantes del partido, como el que representa Víctor Pérez, quien el año pasado debió bajar su candidatura frente a Silva, tras fuertes presiones de los coroneles.
El miércoles, el senador por la Octava Región, quien cuenta con el estratégico -pero silencioso- respaldo de su par Juan Antonio Coloma, criticó públicamente el manejo del caso por parte de la directiva. “Aquí hay personas involucradas, que son amigos nuestros y muy queridos, pero que no son la UDI. Eso debiera fijar la estrategia del partido en estas circunstancias. Por lo menos eso hubiera hecho yo”, dijo en el diario El Sur.
Las reacciones no tardaron: los diputados ocuparon el whatsapp interno para responderle a Pérez con duros epítetos, tensionando aún más las relaciones. “Desleal” fue uno de ellos.
No obstante, según fuentes del partido, esa mirada disidente es la que ha comenzado a tomar fuerza en las bases en los últimos días, alimentada por ex candidatos al Parlamento que fueron “bajados” en su oportunidad, como por ejemplo Carlos Recondo.
Otra de las voces críticas a la mesa es el alcalde de La Florida, Rodolfo Carter, quien comparte la idea de que se está arrastrando a todo el partido por la responsabilidad de unos pocos. “El riesgo de la política es que hay muchas empresas que transformaron a los políticos en empleados y no sólo en la UDI”, dijo el edil el miércoles en el programa Cadena Nacional, donde también dejó entrever que Silva debía dar un paso al costado: “Ernesto tiene que hacer un juicio personal de cómo lo ha hecho, si corresponde seguir o no en la presidencia”.
Algunos no descartan que ante eventuales formalizaciones, la presión vaya aumentando en las próximas semanas y pueda terminar con la renuncia de la directiva. Según una fuente del partido, para ese posible escenario sólo hay dos nombres que podrían asumir hoy en el mando del partido: Andrés Chadwick, quien ha estado conversando con Silva y coordinándose desde que estalló el caso en octubre, y el propio Pérez, quien quedó muy dolido tras el retiro obligado de su candidatura a fines de abril del año pasado.
FACTOR JOVINO
Novoa es el caso más complicado de enfrentar porque él es fundador y parte del corazón del partido, coinciden todos en la UDI. La directiva pidió conversar con él en cuanto vuelva de su viaje al extranjero para evaluar los alcances de las acusaciones en su contra. Lo mismo esperan hacer con Longueira, quien también ha estado fuera del país y alejado de la política.
Al interior de la mesa han discutido permanentemente hasta dónde van a respaldar a los involucrados. El análisis es que, a diferencia del caso MOP-Gate, donde la DC sólo tenía que deshacerse de dos diputados nuevos (Cristián Pareto y Jaime Jiménez) o el PS del ex ministro Carlos Cruz, lo que era doloroso, pero no rompía el partido, aquí por la extensión de los casos y el peso de los implicados el riesgo es provocar una “herida incurable” en la coletividad.
La independencia con que ha actuado Moreira, tanto en su campaña, como posteriormente, abría dudas sobre el respaldo partidario que recibiría. Pero él, a través de Francisco de la Maza, se ha acercado mucho a Silva (antes eran adversarios) y la conclusión es que tenía sentido perder un senador que pudiera transformase fácilmente en un caudillo independiente.
Además, el análisis de la mesa -que conduce Silva- es que los casos judiciales son largos y las polémicas volverán una y otra vez según va avanzando el proceso. Fue así como en la primera etapa la respuesta fue “no comentamos filtraciones”. En esta se definió la frase “son errores y no ilícitos”. Incluso, con abogados se analizó que es probable que el caso se diluya y no quede en nada. Por ello, señala un cercano al presidente de la UDI, Silva está pensando a seis meses plazo: “En seis meses no va a haber condenas, entonces no tiene sentido quitarle el piso a un senador ahora. Mejor asumir el costo comunicacional de corto plazo”. No obstante, ese análisis es flexible y si el caso se complejiza, como todo lo indica, sí podrían dar un giro y desmarcarse como partido. “No hay que ser ciegos y hay que irse adaptando”, señala la misma fuente.
Algo de ello sucedió el miércoles tras el mea culpa realizado por Moreira, quien habló irregularidades en los aportes que recibió de Penta. “Quiero reconocer mediante este acto público que el mecanismo utilizado para tales efectos fue irregular, pues se realizó a través de boletas de honorarios a terceros”.
Minutos después, Silva -escoltado por un grupo de diputados más cercanos- se sumó a la declaración del senador por la Región de Los Ríos.
Otra de los cuestionamientos que se le hacen a la actual directiva es la poca capacidad que ha tenido para anticiparse a los escenarios. “Le han explotado todos los golpes en la cara”, dice un parlamentario disidente.
Un ejemplo de ello es el polémico mail de Von Baer a Carlos Alberto Délano, donde le pide apoyo para su campaña en la Región de Los Ríos. Ello, a pesar de que la senadora había descartado públicamente haber solicitado dinero a Penta. En la directiva se mostraron sorprendidos, porque ella nunca les contó de ese correo.
La filtración, señalan en la UDI, afectó mucho a la senadora, quien no asistió a las sesiones del Senado del martes y miércoles, para no enfrentar a la prensa hasta que estuviera mejor anímicamente.
Muy distinto es el caso del ex subsecretario de Minería Pablo Wagner. La mesa sabe que se trata de una situación más compleja, por lo que han marcado pública distancia respecto a él y no lo han tratado como al resto de los mencionados.
Y aunque produjo mucho ruido, en la UDI se tomaron con tranquilidad la publicación del mail de Carlos Eugenio Lavín a Silva pidiendo interferir por la ley de isapres. “La respuesta de Silva es muy correcta: Si ese es el mail más complicado entonces no tienen nada, otra cosa es si le hubiera mandado una minuta o algo”, señala un alto dirigente.
LO QUE VIENE
Junto con no dejar solos a los involucrados y la tesis de que son errores y no ilícitos, al interior del partido se validó la estrategia del empate, de que esto también afecta a la Nueva Mayoría. Dejar patente el doble estándar del SII al no permitir que la fiscalía indague la situación del ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga, pese a ser un caso de similares características, y acusar al gobierno de interferir en el servicio para blindar al ministro, pese a haber prometido que no lo haría, es parte del plan. En tanto en la comisión de la Cámara están listos para apretar a la administradora electoral de Bachelet, Ana Lagos. La primera pregunta que le harán será si la esposa de Carcavilla, Mariella Fernández, prestó o no servicios a la campaña. Cualquier respuesta pondrá en aprietos al bacheletismo. Los montos involucrados en ese caso ($240 millones) serían más altos que varios de los casos de boletas indagadas en Penta.
De momento, Novoa, Von Baer y Moreira preparan sus descargos ante el fiscal Carlos Gajardo, mientras este último alista sus próximos pasos. De ellos, dependerá en gran medida, el futuro de la UDI.
Novoa y el talonario
Entre el cúmulo de antecedentes contables recopilados por el fiscal Gajardo en los computadores de Penta figuraban seis facturas de la sociedad Inversiones y Mandatos, de propiedad del ex senador UDI Jovino Novoa. Penta S.A. Inversiones, Penta III Limitada e Inversiones Banpenta II incorporaron en sus contabilidades dichos documentos por servicios que, según informes policiales, no se habrían realizado. Hasta ahora la carpeta investigativa consigna que la sociedad le facturó a Penta $25 millones entre mayo y junio de 2013.
Al indagar en el origen de dichos movimientos, el investigador descubrió el testimonio de la secretaria de Novoa, Bernardita Chamorro, quien reveló que al menos desde 2006 mantenía en su poder un talonario de boletas pertenecientes a la operadora turística María Teresa Rawlins, desde donde se emitían documentos tributarios a petición del ex parlamentario. Chamorro reconoce autoría en la confección de las boletas, señalando en su declaración ante el fiscal que recibía instrucciones verbales de Novoa.
Von Baer en evidencia
Un “no” rotundo y tajante en diversos medios de comunicación puso en una incómoda posición a la senadora Ena von Baer esta semana, luego de conocerse que aquello que negaba era una realidad. Un correo electrónico del 18 de diciembre de 2013 dejó en evidencia que la entonces candidata a senadora por Valdivia sí había solicitado ayuda económica al grupo Penta, en particular a Carlos Alberto Délano.
Según el testimonio del ex gerente de Penta Hugo Bravo, Von Baer recibió entre $ 70 millones y $ 80 millones por la precampaña en Santiago y luego la campaña que la terminó llevando al Senado por Los Ríos. Según este último el dinero se entregó contra boletas de terceros lo que es mirado con lupa por el Ministerio Público como posible ilícito tributario. Funcionarios de Penta además han señalado en la indagatoria que la entonces candidata también concurrió, junto a Novoa, a las oficinas de Penta en período de campaña.
El mea culpa de Moreira
Una serie de correos electrónicos de fines de octubre y noviembre de 2013, a semanas de enfrentar las elecciones parlamentarias, pusieron en evidencia al senador por Los Lagos Iván Moreira. Pese a negar en público que solicitó dineros a Penta para financiar su campaña, las comunicaciones confirmaron lo que el Ministerio Público ya tenía acreditado, por ejemplo, a través del testimonio de su chofer, quien reconoció haber extendido al holding una boleta por servicios que no se prestaron. La estrecha relación del senador Moreira con Hugo Bravo quedó al descubierto, luego que este último accediera a decretar pagos en los tramos finales de la campaña, ante los insistentes mensajes y a esta altura famoso “raspado de la olla”. Moreira reconoció el miércoles que se trataba de irregularidades, junto con pedir perdón por su actuar, pero será el Ministerio Público el que deberá determinar si será objeto de imputaciones por delitos tributarios. Hasta ahora no ha declarado en la causa.
Problema de reactor
Una factura de la empresa Reactor Spa por $15 millones, incorporados a la contabilidad de Penta, abrió la llave al fiscal Gajardo para pesquisar los aportes del grupo e incluso de otras empresas a la campaña de Pablo Zalaquett. Los testimonios del periodista Sebastián Correa, integrante de la mentada consultora, como de la jefa de campaña de Zalaquett, Carmen de Castro, conocida como “Coca”, han revelado hasta ahora que se pagaron servicios prestados a la campaña senatorial del ex alcalde de Santiago con aportes del grupo.
A inicios de diciembre pasado, Zalaquett negó haber recibido pagos o incluso haber solicitado recursos al grupo Penta. No obstante, en su declaración ante el Ministerio Público reconoció haberse reunido con Carlos Alberto Délano para “pedirle apoyo”, junto con admitir que supo de la recepción de los $15 millones. Aunque, en la misma instancia, dijo ante el fiscal desconocer las facturas comprometidas. Dijo no conocer al socio de Délano, Carlos Eugenio Lavín.