Por Juan Andrés Quezada Marzo 12, 2015

“Ignacio (Walker) es una potencial carta presidencial y al dejar la presidencia del partido, naturalmente va a tener que tomar decisiones en esa dirección. Estoy seguro que lo hará”, dice el diputado Sergio Espejo, cercano al actual presidente de la DC.

“La DC que queremos, el Chile que soñamos”.  Apenas entregue la presidencia de la DC, algunos días después del domingo 29 de marzo próximo, el senador Ignacio Walker dedicará gran parte de su tiempo a finiquitar lo que podría convertirse en un punto de partida: un libro que resumirá sus cuatro años al frente de la Democracia Cristiana. Aunque el título es aún tentativo, cercanos al senador señalan que permitirá tener una idea de lo que viene. Discursos escogidos, homenajes, sus entrevistas y reflexiones más polémicas. En dos dimensiones: durante su conducción siendo oposición al gobierno de Sebastián Piñera, y luego recuperando el poder de la mano de Michelle Bachelet y la Nueva Mayoría.

Pero el texto también mira hacia adelante: será la pieza con la que echará a correr sus ideas por todo el país.

Aunque es un secreto a voces y es comentario obligado entre militantes democratacristianos, Ignacio Walker es hoy por hoy la única carta presidencial que tiene a mano la DC para intentar llegar a la papeleta en noviembre de 2017.

Si bien existe conciencia en el partido de que las encuestas, de momento, están lejos de jugar a su favor, hay varios elementos que han ido creando convicción entre militantes de base y dirigentes. Si se compara con los últimos presidentes de la DC desde el retorno a la democracia,  su mandato no sólo culmina bien y libre de polémicas, sino que es considerado exitoso.

“Le devolvió el alma a la DC”, dijo de él Eugenio Tironi hace unos meses, luego de que su performance en las reformas tributaria y educacional hiciera visibles las opiniones del partido, que terminó golpeando la mesa varias veces durante el primer año de gobierno de Bachelet.

Este convencimiento ha empujado a varios grupos de militantes, ex colaboradores y funcionarios públicos, a aglutinarse en privado y articular en torno a su figura, sin haber sido convocados aún. Algunos de ellos incluso creando grupos de WhatsApp y organizando reuniones, en las que hay disposición, trabajo y maquinaria política. Pero, también, una pregunta. ¿Cuándo?

LA PALABRA FINAL
El 24 de febrero, Walker interrumpió sus vacaciones en Cachagua y en una entrevista matinal en radio Cooperativa criticó con dureza la actuación que tuvo La Moneda ante el escándalo provocado por el préstamo del Banco de Chile a la empresa Caval. “Hubo una vocería equívoca. Evidentemente que esto no fue un asunto entre privados. Tenía y tiene una connotación política”, afirmó Walker, abriendo la puerta para que vinieran una serie de cuestionamientos oficialistas.

El presidente de la DC fue también el primero en criticar el rol de la Secretaría de Comunicaciones (Secom), que esta semana terminó con la salida de su directora, Paula Walker. “Uno tiene que preguntarse, en la perspectiva de los tres años que nos quedan por delante, por la necesidad de afinar, perfeccionar, mejorar todo lo que es la asesoría política y comunicacional más cercana de la presidenta Bachelet”, señaló.

Estas dos acciones demostraron el perfil que Walker cultivó durante el primer año de gobierno de la Nueva Mayoría: siempre que tenía diferencias las hizo saber públicamente, sin miramientos. Para varios, se trató de un esfuerzo por demostrar liderazgo tras el receso estival, aprovechando sus últimas semanas al frente de la colectividad.  Pero, para otros, fue signo de que su definición está cada vez más cerca.

En su círculo más cercano reconocen que no ha entregado señales concretas, aunque sí admiten que ha transmitido “disposición y ánimo”. Aunque, ha aumentado la presión interna y el convencimiento de que su candidatura debe comenzar a cultivarse apenas deje la oficina de jefe de la DC.

“Ignacio es una potencial carta presidencial y al dejar la presidencia del partido, naturalmente, va a tener que tomar decisiones en esa dirección. Estoy seguro que lo hará”, dice el diputado Sergio Espejo, candidato a convertirse en el tercer vicepresidente de la colectividad e integrante del círculo íntimo de Walker.

Uno de los factores que podrían retrasar esta definición, según quienes lo conocen, es el complejo clima político que se vive tras el destape de los casos Penta y Caval y el golpe de efecto que ha significado para todos los actores políticos, pero principalmente para la propia presidenta Bachelet.

Parte de los análisis de dirigentes afines a Walker apuntan a la inconveniencia de alzarse como presidenciable en un ambiente de descrédito general de la política.

Pero otros han comenzado un diálogo en la vía contraria: el golpe al liderazgo de la mandataria abre un espacio que es necesario llenar. “El caso Caval provocó un daño casi irreversible al liderazgo de la presidenta”, dijo con elocuencia el senador Andrés Zaldívar, el domingo pasado en La Tercera.

Fue precisamente lo que discutieron los integrantes del consejo nacional el lunes 2 de marzo pasado. Hasta ahora la presidenta había prescindido de los partidos y había confiado exclusivamente en su liderazgo. El mismo que hoy se ha visto reducido por la pérdida de credibilidad y confianza ciudadana. Eso abre un espacio, analizaron. “Un vacío”, dice un alto dirigente de la DC que también apunta al senador por Valparaíso: “Walker ya consolidó su liderazgo nacional, ahora tiene que consolidar un liderazgo presidencial”.

El jefe de la DC, Ignacio Walker, junto a la presidenta Bachelet en el jardín “El Trencito” de Putaendo, el miércoles pasado.

SIN TEMOR A LA PRIMERA VUELTA
Desde el lunes 23 de febrero que cada inicio de semana, a las ocho en punto de la mañana, los nueve integrantes de la “lista mayoritaria”, que busca conducir el partido durante los próximos dos años, se reúnen en uno de los salones del Senado, en el ex Congreso en Santiago.

Liderados por el senador Jorge Pizarro, el colectivo que consiguió articularse en torno a las principales corrientes partidarias también ha sostenido un debate sobre los movimientos de piezas que debe asegurar la colectividad en los próximos meses. Al ser consultados, varios de los candidatos a integrar la próxima mesa, existen claras coincidencias en el diagnóstico: la DC debe pasar a la ofensiva y alzarse como el partido más influyente de la Nueva Mayoría.

Deseos que quedaron plasmados en un documento programático que los sectores acordaron antes de definir los nombres de sus integrantes. Redactado con la colaboración del histórico dirigente DC Gutenberg Martínez, el texto explicita varias definiciones. Entre otras cosas, se consiguió acuerdo respecto de la continuidad de la Nueva Mayoría; la necesidad de que la DC continúe el camino iniciado por Walker de mostrar una “identidad” clara; preocuparse de frenar  los intentos hegemónicos de partidos de izquierda; y la definición que el partido participará en una primaria presidencial sólo con los actuales miembros de la Nueva Mayoría.

Prácticamente ningún dirigente democratacristiano ve al candidato del partido compitiendo en una primaria ni con Marco Enríquez-Ominami, ni, eventualmente, contra Andrés Velasco. “Si es necesario ir a primera vuelta, el candidato DC tiene que estar dispuesto a competir en primera vuelta”, dice uno de los posibles integrantes de la próxima mesa DC.

“Hemos sido muy claros como lista que primero vamos a elegir a un precandidato el próximo año, en 2016, antes de las elecciones municipales. Segundo, vamos a ir a una primaria donde vamos a competir sólo con miembros de la actual Nueva Mayoría. No vamos a estar por proyectos personales, vamos a actuar con mucha consistencia”, comenta por su parte Matías Walker, candidato a vicepresidente.

Pese a esta última definición, hay varios que son partidarios de adelantar los plazos, tal como planteó hace casi un año el propio Martínez, bajo la lógica de consolidar un liderazgo con anticipación. Así, existe la certeza de que la DC no debe repetir el escenario vivido en la última elección presidencial, donde el actual intendente metropolitano, Claudio Orrego, resintió el desgaste de una campaña sin fuerza y sin respaldo pleno de la colectividad, y terminó relegado al tercer lugar de la primaria de la Nueva Mayoría, detrás de Velasco y la propia Michelle Bachelet.

“Hay una necesidad de cuidar todos nuestros liderazgos y no permitir nunca más lo que se hizo con Claudio Orrego, cuando de alguna manera se toleraron faltas de apoyo y en ocasiones francos sabotajes a su campaña”, asegura en la misma línea, Gustavo Paulsen, también integrante de la lista mayoritaria de Pizarro.

VOZ Y VOTO
En tanto, la misión de la próxima mesa será mantener al alza el posicionamiento de la DC: el rol que jugará Pizarro en el diálogo con el gobierno será clave. La presencia del senador por Coquimbo, quien mantiene una cercana relación con la mandataria, ha acrecentado el temor de varios en el partido de que la DC termine siendo cooptada por La Moneda en una dinámica de lealtad absoluta y no de “matices”, como estuvo marcada la relación del gobierno con Walker. Hay otros que creen todo lo contrario: Pizarro se verá en la obligación de desenvainar su reconocido carácter.

“No tengo ninguna duda, que el senador Pizarro va a representar e interpretar a la DC con la misma fuerza si no con más fuerza que el senador Walker”, dice Gonzalo Duarte, candidato a secretario nacional del partido.

Este cuadro se condimenta con la presencia de otro DC en la primera línea de influencia. El senador Patricio Walker asumió el miércoles la presidencia del Senado, adquiriendo de inmediato el derecho a participar de las reuniones del comité político de La Moneda.

El hermano menor de Ignacio Walker si bien cultivó un bajo perfil durante el primer año de gobierno de Bachelet, es conocido por sus convicciones y por pertenecer a una línea política  más moderada, lo que anticipa un año de intenso debate político en La Moneda, según análisis oficialistas.

“Sabemos que los ciudadanos están molestos con la política y tenemos que hacernos cargo de esa realidad.  Sin embargo, no debemos olvidar jamás que sin partidos gobiernan los caudillos, y sin Parlamento, gobiernan los dictadores”, dijo Walker el miércoles, en su discurso al asumir como segunda autoridad política del país.

Mientras tanto, a dos semanas de la elección, Ignacio empieza a programar el día después de su salida de la testera DC: la gira nacional está a la vuelta de la esquina.

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