La lista con 172 contribuyentes que el Servicio de Impuestos Internos pidió al Ministerio Público investigar por millonarios pagos de SQM sin respaldo, la posibilidad de que próximamente aparezca una nueva lista, y la posibilidad de que la fiscalía solicite indagar a otras grandes empresas, tiene a los partidos ejes de la Nueva Mayoría a la defensiva e inmovilizados.
A ello se suman los cambios en las presidencias de la DC y el PS, cuyo resultado es incierto. Si bien, la lista liderada por Jorge Pizarro triunfó por una amplia mayoría, la aparición de la sociedad Ventus, que pertenece a sus hijos Jorge y Sebastián, como emisora de 11 facturas por $ 45 millones a SQM, mantiene en suspenso su asunción.
En el PS, en tanto, señalan que la disputa entre Isabel Allende y Camilo Escalona será voto a voto y que la semana que viene será la más tensa de la campaña. Las elecciones son el 26 de abril.
Según sus propios parlamentarios y dirigentes, en el PPD también se respira un aire extraño. El partido fue muy golpeado por la lista del SII, donde aparecía el ex presidente del Tribunal Supremo, Juan Marco Moreno, y hombre clave de la agenda legislativa del gobierno desde la Segpres, además del ex secretario general Alejandro Bahamondes, actual embajador en Paraguay.
Este vacío de poder y la ausencia de interlocutores válidos en los partidos, es el principal factor que detiene un cambio de gabinete que le dé un nuevo impulso al gobierno.
La apuesta de La Moneda es hacer coincidir el cambio, con el informe de la Comisión Asesora Presidencial contra los conflictos de interés, tráfico de influencias y corrupción, un eventual acuerdo suscrito por los partidos de la NM y la Alianza, y con las nuevas directivas. Es decir, intentar cerrar los flancos abiertos en abril y anunciar una nueva hoja de ruta el 21 de mayo.
Mientras tanto, Bachelet se encuentra desarrollando una intensa agenda en terreno que le ayude a remontar su caída: muchas pautas sociales e inauguraciones -varias de ellas usando su delantal blanco de médico- y próximamente daría una entrevista en televisión en la que condenará con más fuerza el caso Caval. “A lo mejor ha sido un error quedarse callada”, adelantó el miércoles ante un grupo de corresponsales extranjeros.
ELECCIÓN AL ROJO
Aparte de SQM, Caval y los temas legislativos, una de las conversaciones más recurrentes entre los parlamentarios socialistas esta semana en el Congreso, fue con cuántos de los 90 votos aportarían al comité central que se renovará el 26 de abril, y que semanas después, escogerá al nuevo presidente o presidenta del partido, en una de las elecciones más reñidas del último tiempo.
La fuerte disputa entre Allende y Escalona, que ya entra en su fase final, se instaló esta semana en La Moneda, provocando fuertes roces. Para muchos, la prescindencia supuesta del gobierno en los comicios internos, no ha sido tal.
La primera señal de tensión fue la reunión del comité político del lunes, cuando el presidente del partido, Osvaldo Andrade, pidió al ministro Rodrigo Peñailillo que suspendiera un encuentro que horas más tarde tenía con los senadores socialistas, quienes querían darle un espaldarazo ante los cuestionamientos de Escalona y sus partidarios. El jefe de gabinete mantuvo la cita e incluso la publicitó, lo que fue interpretado como una declaración de guerra para el escalonismo.
Andrade, quien ha mantenido una actitud zigzagueante frente a Bachelet desde que asumió en marzo del año pasado, volvió a descolocar esta semana a los ministros políticos, pasando de ser uno de los principales defensores del “caiga quien caiga” a impulsar una fórmula de acuerdo o tregua política. “Sin impunidad”, dicen quienes han participado de las conversaciones.
El análisis en Palacio es que la apuesta de Andrade por consensuar un texto sobre el financiamiento de la política con sus pares de la Nueva Mayoría y la Alianza, fue uno de sus últimos intentos por mantener el control de la colectividad antes de la elección interna. También de demostrar que, pese a la crítica postura que ha mantenido en las últimas semanas respecto de la forma en que La Moneda ha sido conducida en medio de la crisis, su lealtad es con la presidenta, más que con cualquier ministro.
“Reconocemos en la presidenta Bachelet, en su calidad de Jefa de Estado y símbolo de la unidad de la nación, un liderazgo central y articulador de aquellas iniciativas que nos permiten abordar, con coraje y sentido de país, los desafíos que nos plantea la construcción de esta nueva institucionalidad”, dice el documento que fue promovido por Andrade, en alianza con Ignacio Walker.
En los últimos días, Andrade le ha enviado sucesivos mensajes, directos e indirectos, a Palacio: su mirada crítica no está estrechamente ligada a las posturas enarboladas por Escalona, ni menos a una articulación con el subsecretario de Interior, Mahmud Aleuy, en contra de Peñailillo. De hecho, ha aclarado que pese a pertenecer a la misma corriente, la Nueva Izquierda, y a que ya le entregó su apoyo, hace meses que no habla con Escalona.
Pese a esto, es precisamente en dicho sector donde existe la visión más clara de que, en medio de la crisis de liderazgo que afecta a La Moneda, el PS ha estado ausente en los círculos de decisión y no ha sido influyente. Los dardos apuntan a la presencia del vocero de gobierno, Álvaro Elizalde, en el comité político, a quien Andrade ha criticado en privado. Al mismo tiempo, en el “escalonismo” han resentido la reconocida simpatía de este último y su sector por la candidatura de Allende.
Pese a ello, hay quienes señalan que incluso en el entorno de esta última, habría una mala evaluación de su gestión, por lo que sería candidato a salir del gabinete en un eventual ajuste.
Por todo lo anterior, el regreso de Escalona a la presidencia del PS o el triunfo de Allende es un factor clave precisamente para Bachelet a la hora de definir un cambio de ministros.
DESCOLOCADOS
A diferencia de la DC y el PS, en el PPD hoy no existen recriminaciones mutuas frente al actuar del partido ante los militantes involucrados en el caso SQM.
“Está tan tenso el ambiente que ni siquiera da para peleas internas”, advierte un dirigente del partido, quien revela que tanto en las reuniones en la sede de Santo Domingo, como en los almuerzos de bancada, se respira un fuerte ambiente de desconfianza. “Nadie sabe cuándo va a explotar otra bomba”, agrega un miembro de la comisión política.
A este escenario se ha sumado lo que un dirigente llama como “un decaimiento anímico” del presidente del partido, Jaime Quintana, quien aún no logra recuperarse del accidente automovilístico que protagonizó en enero pasado y que terminó con la vida de un cabo de carabineros.
Lo anterior dio paso a la articulación de una nueva corriente en la colectividad que comparte una visión crítica a la actual gestión de Quintana. Está conformada por el llamado “laguismo” PPD -que se viene articulando desde fines del año pasado-, al que se han sumado dirigentes como René Jofré, el diputado Jorge Insunza y Harold Correa, jefe de gabinete del ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre. El cuestionamiento a Quintana es que si bien ha defendido con fuerza a Peñailillo, no ha logrado el objetivo acordado por el partido.
En la comisión política de la colectividad ya se acordó que no habrá defensas corporativas y que el PPD buscará un acuerdo amplio del mundo político pero enfatizando que eso no significa impunidad para quienes sean investigados.
Pese a ello, en el PPD sienten que Quintana no ha transmitido ese mensaje con claridad, ni en público ni en privado, sobretodo luego que el fin de semana pasado volviera a criticar al Ministerio Público en un diario.
“Lo que se decide en la mesa o comisión política no llega a La Moneda”, dicen, a propósito de que, pese a ser el partido de Peñailillo, el PPD no ejerce influencia y no contribuye a fortalecer su posición en el gobierno. Tampoco comparten la forma en que se ha enfrentado al PS, lo que también termina debilitando al titular de Interior, según el análisis de varios.
Acusan a Quintana de no estar concentrado al cien por ciento en las actividades partidarias, pues está en Santiago o Valparaíso de lunes a jueves. Los últimos fines de semana, que han sido de intensa actividad partidaria no se cuenta con él, pues viaja a su casa en Vilcún, donde es casi imposible contactarlo por celular. Tanto es así, que el jueves 2 cuando aparecieron tres militantes PPD entre los que entregaron boletas a SQM, el debate político para tomar definiciones y cursos a seguir se hizo vía un grupo de WhatsApp en el que están los miembros de la mesa.
Pese a ello, dicen en el PPD, no habrá movimiento de tropas para destronarlo, debido, precisamente, al complejo escenario político en el que otros dirigentes podrían verse salpicados.
De hecho, han advertido un giro en los últimos días. En la Nueva Mayoría reconocen que, pese a las diferencias con Andrade, por sus críticas al gobierno, Quintana ha sido parte determinante de las conversaciones de los jefes partidarios para buscar una salida política.
“En las actuales circunstancias no se puede descartar una salida institucional que surja del Parlamento, el gobierno o el partido, ello sin limitar la acción de la justicia. El problema por el que atraviesa el mundo político requiere soluciones políticas, no es sólo un tema judicial”, dijo Quintana a Qué Pasa, defendiendo la búsqueda de acuerdos. En tanto, el PPD hará valer su normativa interna: recién cuando un militante es formalizado por la justicia, su militancia será suspendida automáticamente en tanto culmine su proceso. Si es condenado, la expulsión también será automática.
PENAL EN EL MINUTO 1
Martes.16:45. En uno de los pasillos que conducen a la entrada trasera del Senado, alrededor de 15 periodistas, camarógrafos y fotógrafos esperan a Jorge Pizarro, cuya asunción a la presidencia de la DC ha sido puesta en duda en algunos sectores del partido, a raíz de la aparición de la sociedad Ventus, que pertenece a sus hijos Jorge y Sebastián, como emisora de 11 facturas por $ 45 millones a SQM.
Al interior de la sala, la sesión ya había comenzado con una escuálida tabla que incluía tres puntos: proyecto de ley que evita dilación injustificada de audiencias en el juicio penal, modificaciones al seguro de cesantía y el nuevo etiquetado de vinos.
Aparece el recién electo presidente de la DC y una periodista de televisión se adelanta al resto, lo cual provoca la reacción del grupo: “¡Senador, nosotros también queremos hablar con usted!”…
-J.P.: ¿De qué quieren hablar?
-P: Sobre la contingencia, senador.
-J.P.: ¿Qué es la contingencia?
-P: Sobre la solicitud de un grupo de senadores para que el SII retome su rol recaudador…
-J.P. (endurece su tono): Nooo, cómo se te…, yo no te puedo hablar de eso…
-P (mientras el senador se aleja del grupo): Si no nos quiere hablar lo entiendo, pero yo le puedo preguntar senador…
Este fue uno de los varios momentos de tensión que hubo esta semana en el Parlamento, en Valparaíso. Horas antes, en una improvisada conferencia en un pasillo de la Cámara, el diputado DC, Roberto León, cuyo hijo Roberto León Araya emitió 55 boletas por un monto superior a los $ 123 millones, de acuerdo al SII, emplazó a un periodista de un diario: “Yo no voy a hablar con tu medio, no tuvieron la deferencia de llamarme antes de publicar cosas falsas…”.
Esta fue una semana de mucha tensión en la DC. Durante el fin de semana, hubo intenciones de cercanos al actual presidente, Ignacio Walker, de promover la idea de prorrogar su mandato, en tanto no se resuelva la situación de los hijos de Pizarro. Walker se negó y desactivó la ofensiva. A primera hora del lunes, en La Moneda, descartó públicamente tal escenario.
La nueva mesa, recién electa, se reunió el lunes a primera hora, como lo ha hecho cada lunes desde que se constituyó como acuerdo de mayoría. El primero en tomar la palabra fue Pizarro, quien, según varios de los presentes, expuso su posición y la de sus hijos, y analizó cada uno de los escenarios que se abrían, incluyendo las peticiones para que no asuma la presidencia. Ahí habría dejado a disposición de sus compañeros de lista la elección de los caminos de salida disponibles. Según varios de los consultados, Fuad Chahín, Carolina Goic y Sergio Espejo se mostraron en una posición más dura, aunque ninguno pidió que renunciara a su derecho de asumir. El tono del mensaje fue que había que “cuidar al partido”.
“Lo que acordamos esta semana y que está en la línea de la declaración de la actual mesa es que tenemos un proceso eleccionario en marcha, el cual no ha concluido. Mientras tanto, tenemos una directiva y un presidente que tiene que ejercer hasta el último día”, dijo a Qué Pasa, la senadora Carolina Goic, quien es miembro de la directiva electa.
-Después de que se realice la votación en la Tercera Región, ¿usted es partidaria de que Pizarro asuma la presidencia?
-Hay que dialogar al interior de la mesa electa y ver cuál es la mejor determinación en su momento. Además, se acordó que la comisión de ética del partido establezca un procedimiento respecto a cómo actuar en casos de camaradas que se vean involucrados en temas que están reñidos con la probidad y la transparencia. Es decir, hay un itinerario previo a la asunción de la mesa que hay que cumplir.
Según cercanos a Walker, existe un vacío de poder en el gobierno, el cual no puede repetirse en el partido.
“Hoy día la voz fuerte la ejerce con mucha nitidez la actual directiva encabezada por Walker, lo central es que la DC, en un momento en que el gobierno se ve confundido, mantenga con claridad una posición que permita despejar estos momentos complejos”, dijo a Qué Pasa Sergio Espejo. Es por ello que el sector optó por plegarse a un acuerdo de defender el derecho de la nueva mesa a asumir, pero con la condición de que se debe resolver lo de Pizarro y sus hijos.
La fórmula fue darle un tiempo a la crisis, pues este fin de semana deben votar las 15 comunas que faltan de la Tercera Región, y luego de eso, todos calculan que el Tribunal Supremo demorará por lo menos hasta fines de abril en ratificar el proceso y darle el vamos a la mesa ganadora. En ese tiempo, le pidieron a Pizarro, debe estar todo aclarado. La advertencia del grupo liderado por Chaín es que si se mantiene en suspenso o se enreda más el asunto de sus hijos, su futuro en la presidencia podría complicarse.
En La Moneda sólo queda esperar el descenlace de la crisis sin tomar postura a favor o en contra de Pizarro. Esto, a pesar de la cercanía entre la presidenta y el senador, la que se forjó durante la última campaña.