"Como hay una falta de liderazgo, un vacío de poder presidencial que se hace evidente con la crisis de la política y una presidenta en un 25% de aprobación, la gente, los medios y la elite buscan llenar ese vacío. Y eso hace que el proceso electoral se adelante".
Ya es una rutina: todos los lunes en la mañana, la encuesta de Plaza Pública Cadem se convirtió en lectura obligada para el mundo político. Es la medición más periódica de los debates nacionales, de la evaluación del gobierno y del curso de las reformas. Detrás está el cientista político Roberto Izikson, gerente de asuntos públicos y comunicaciones de Cadem, quien apuesta que los próximos meses son determinantes para definir la elección presidencial del 2017.
–¿Por qué este es el semestre decisivo para las candidaturas presidenciales?
–La hipótesis es que efectivamente este semestre es el decisivo sobre quién será con probabilidad el próximo presidente de Chile. Y esto lo sabemos gracias a la historia que tenemos de las encuestas disponibles, públicas y privadas. Cuando empezamos a mirar las preguntas sobre intención de voto –quién le gustaría o por quién votaría usted si la elección fuera el próximo domingo– y de expectativas sobre quién cree usted que será el próximo presidente, podemos ver con mucha claridad que en las últimas cinco elecciones, la del 93, la del 99, la del 2005, la del 2009 y la del 2013, quien en marzo del año anterior ha estado ganando por una diferencia significativa en las encuestas, termina ganando en la presidencial.
–¿La foto de marzo de 2016 es clave?
–En la foto de marzo, quien está arriba termina ganando la elección. Quizás hay un matiz en la elección del 2005, donde no había diferencias significativas entre Lavín y la suma de los concertacionistas, porque ahí la Concertación estaba dividida entre Bachelet y Alvear, pero ese empate estadístico terminó resuelto con la elección municipal de ese año, ya que si el primer momento es marzo, el segundo momento decisivo en que se cierra el ciclo es la elección municipal. Todos los presidentes tuvieron buenos resultados municipales, antes de ser electos.
–¿No hay real posibilidad para candidatos de última hora?
–Quien en marzo no aparezca de forma espontánea en las preguntas, no va a llegar a ser presidente. No significa que no pueda ser candidato, pero lo que muestran las encuestas es que nunca los outsider han ganado una elección, el caso más emblemático es Piñera el 2005, que irrumpe en la derecha, termina ganándole a Lavín y pasando a segunda vuelta, pero no gana. El otro es Marco Enríquez el 2009, también outsider; irrumpe con mucha fuerza, casi le empata a Frei, pero no le gana. José Piñera el 92, Gladys Marín el 99, Parisi el 2013. Todos logran ruidos mediáticos significativos en el proceso electoral, pero ninguno ha logrado ganar.
–Si alguien quiere aparecer tiene que ser ahora…
–Yo creo que hoy día no hay diferencias en cómo toman decisiones los consumidores y cómo toman decisiones los ciudadanos. La racionalización del consumo se aplica a la política. Top of mind, se llama en marketing a lo primero que a ti se te viene a la cabeza cuando piensas en una marca y es cien por ciento replicable al mundo de la política. Cuando preguntas en las encuestas espontáneamente quién te gustaría o quién crees que será el próximo presidente, al final respondes el primero que se te viene a la cabeza, el top of mind.
–¿Hay que ver, entonces, quién es el candidato Coca-Cola?
–Sí. Los chilenos han demostrado que no se cambian de candidato con facilidad. Los chilenos son conservadores en lo electoral. No hay sorpresas finalmente, volvemos sobre lo conocido, sobre lo primero que se nos viene a la cabeza, nuestra Coca-Cola. La marca o candidato que logre en marzo ser el top of mind terminará siendo el presidente de la República.
–¿Y cómo lograrlo en estos seis meses?
–Todo candidato con posibilidades reales de ser presidente de la República tiene que superar un piso mínimo de conocimiento del 85% en marzo. Hoy están en ese lote Piñera, Lagos Escobar, Marco Enríquez, Evelyn Matthei, Lagos Weber, Isabel Allende e Insulza. Allamand está en este grupo en algunas encuestas. Están bajo el 85% y aspiran a ser candidatos presidenciales Tohá, Espina, Lily Pérez, Velasco, Ignacio Walker y Ossandón. Para ese segmento, este semestre es decisivo aparecer de forma espontánea en las menciones. Lo más difícil es que no basta con el reconocimiento, es necesario que el candidato logre profundidad de conocimiento; esto es que las personas reconozcan la historia política, la trayectoria, los fracasos y éxitos de los candidatos, para que así se genere un vínculo de admiración y confianza, que es el atributo más importante.
–¿Más importante que las ideas?
–Va más allá que el proyecto. En la última elección presidencial, mucho antes de que la presidenta hablara, antes de que se iniciara la precampaña, en marzo de 2012, ya era presidenta en las encuestas, independiente del programa. Ahora yo creo que hay otro factor. Como hay una falta de liderazgo, un vacío de poder presidencial que se hace evidente con la crisis de la política y una presidenta en un 25% de aprobación, la gente, los medios y la elite buscan llenar ese vacío. Y eso hace que el proceso electoral se adelante, yo creo que efectivamente la carrera se va a lanzar ahora.
–¿Los que tienen aspiraciones presidenciales van a tener que entrar al debate público?
–Van a tener que entrar en acción, porque hoy día, dada la crisis política, no se ve con claridad quién pueda ser la persona que tenga la capacidad para encausar esta crisis y establecer una relación de confianza con la opinión pública. Yo creo que la estrategia de Piñera de quedarse fuera del debate no le va a servir para el segundo semestre. Si Piñera decide estirar la estrategia de silencio a marzo del próximo año, puede que se quede fuera.