Después de varias dilaciones, terminó el suspenso. A las 8.55 del día de ayer y a través de una cadena nacional, Michelle Bachelet dio a conocer el cronograma del proceso constituyente. La señal más importante: ganó la vía institucional. Será el próximo Congreso el que deberá definir el mecanismo para la nueva Constitución.
Así, el Congreso que se constituya tras las próximas elecciones de 2017 – el primero que será elegido mediante el sistema proporcional que reemplazará al binominal– tendrá que decidir entre cuatro alternativas, como explica Pulso.
1) La formación de una Comisión Bicameral de senadores y diputados.
2) La formación de una Convención Constituyente mixta de parlamentarios y ciudadanos.
3) La convocatoria a una Asamblea Constituyente.
4) El llamado por parte del Congreso a un plebiscito, para que la ciudadanía decida entre las anteriores alternativas.
Dentro de los plazos autoimpuestos, el esperado anuncio oficializó algo que ya varios daban por hecho: no se va a cumplir con el compromiso original de Michelle Bachelet, que era completar el proceso constitucional durante este mandato.
No obstante, como detalla La Tercera, el proceso en sí comenzará inmediatamente. Dentro de los próximos días se dará inicio a la primera etapa de educación cívica, la cual se va a extender hasta marzo de 2016.
Dentro de los plazos autoimpuestos, el esperado anuncio oficializó algo que ya varios daban por hecho: no se va a cumplir con el compromiso original de Michelle Bachelet, que era completar el proceso constitucional durante este mandato.
En ese momento comenzará la segunda etapa de diálogos ciudadanos, los que progresivamente irán incluyendo a comunas, provincias y regiones para finalizar con la redacción de las "bases ciudadanas para la nueva Constitución", documento que estará en manos de la presidenta en octubre de 2016. A partir de él se elaborará el proyecto constitucional que se dará a conocer el segundo semestre de 2017, coincidiendo con la campaña presidencial y parlamentaria.
Todo este "proceso ciudadano" será monitoreado por un consejo ciudadano de observadores, conformado por "ciudadanos de alto prestigio", que será oficializado durante las próximas semanas y cuya labor será garantizar la transparencia de los mecanismos.
Además, a fines de 2016 se ingresará al parlamento un proyecto de reforma constitucional para modificar el artículo 15 de la actual Carta. Esto permitirá darle las facultades al próximo Congreso con las que podrá discutir el mecanismo que finalmente será utilizado. Para ser aprobada, la reforma necesitará contar con el respaldo de 2/3 de los parlamentarios, es decir, 80 diputados y 25 senadores.
Esta es la vía institucional que promovía Jorge Burgos, unos de los grandes ganadores tras el anuncio de ayer. No obstante, como recoge La Tercera, en el oficialismo desde ya advierten dificultad para lograr el quórum.
Las batallas clave que se vienen en el Congreso - Revista Qué Pasa
"La mayor dificultad no está en que sea el próximo Congreso el que decida, sino que la principal valla está en este Congreso que será llamado a aprobar una reforma con 2/3. Tengo mucha preocupación, porque cuando se habla de 2/3 se está reconociendo el derecho de la minoría, que tiene el poder de veto", dijo el diputado Leonardo Soto (PS), miembro de la bancada transversal por una asamblea constituyente.
Por otra parte, Fernando Atria, uno de los principales propulsores de la nueva constitución, valoró el anuncio, pero también mostró sus dudas ante el proceso. "Es un anuncio que intenta no transformarse en un proceso de reforma constitucional más. (...) Es una iniciativa que merece ser destacada, pero soy escéptico de que 2/3 del Congreso estén de acuerdo con aprobar esto", sentenció.
