El menor de los siete hijos del ex presidente Eduardo Frei Montalva y María Ruiz-Tagle, cuenta que en la mañana se telefonearon con algunos de sus pares en el directorio de Televisión Nacional, para comentar el buen rating del programa Y tú qué harías, conducido por Consuelo Saavedra y Amaro Gómez-Pablos, transmitido el lunes en la noche. Hace muchos meses que la estación estatal no tenía buena sintonía en el horario prime y había que celebrarlo.
"Estamos muy contentos porque este programa es parte de la nueva estrategia de programación que estamos iniciando, a raíz de todos los problemas que ha habido en TVN. El directorio está convencido de que es perfectamente posible hacer una televisión que mezcle entretención y programas con contenido, incluidas, las noticias", dice Francisco Frei desde su oficina —ubicada en un viejo edificio de Agustinas con San Antonio— donde parece no haber pasado el tiempo. Un antiguo escritorio con cubierta de cuero, una vieja máquina calculadora, fotos en blanco y negro de sus padres, un añoso mapamundi color sepia, enciclopedias Salvat y los libros de Economía con los que estudió en las universidades de Chile y de Chicago, son parte de la decoración.
—¿Comparte las palabras de Ricardo Solari, quien dijo hace un mes en una entrevista que lo de TVN era “una situación difícil y no una crisis”?
—Estoy de acuerdo. La televisión tiene altos y bajos. Hoy estamos en una situación difícil, pero esta industria es muy cambiante. Hay problemas, pero estamos optimistas, porque al igual que Y tú qué harías, tenemos muchas cosas para poner sobre la mesa este último trimestre y el primero del próximo año. No es la primera vez que TVN está en el cuarto lugar ni será la última. Lo importante es trabajar para que el canal se mantenga independiente, plural y autónomo, como ha sido todos estos años.
—¿Si no es una crisis el que TVN esté en el cuarto lugar, qué es? ¿Cuál es su visión de lo sucedido en el último año?
—Son problemas de rating, a raíz de problemas de programación. En la historia de los últimos 20 años de la TV chilena casi todos los canales han estado en algún momento en el primer lugar (TVN, Chilevisión y Canal 13) y luego han caído. Se produce el fenómeno del tren de horas, donde por ejemplo, Mega compra las series turcas que se transforman en un éxito y ello arrastra otros programas. Pero son rachas que no se mantienen en el tiempo.
—Aparte de los vaivenes de la industria, ¿cree que el directorio debería hacer algo para frenar la crisis, considerando que su ahondamiento podría poner en riesgo la continuidad del canal?
—Todo el directorio ha estado permanentemente encima del tema y muy preocupado. Estamos conscientes de que no nos fue bien en las dos últimas teleseries de la tarde y que eso nos golpeó muy fuerte, y que ello se sumó a un problema global de programación, al cual ya le hemos metido mucha mano. El tema es que cuando tomas decisiones de nuevos programas, éstos se demoran entre seis a doce meses en estar en pantalla.
—¿Cómo evalúa la gestión del presidente del directorio de TVN?
—Ricardo Solari ha desempeñado una muy buena labor, ha estado siempre encima de los problemas, pero le ha tocado una época difícil no sólo en términos de programación, sino que en términos económicos, porque los indicadores objetivos de inversión publicitaria cayeron en los dos últimos años.
"Hay problemas, pero estamos optimistas, porque al igual que Y tú qué harías, tenemos muchas cosas para poner sobre la mesa este último trimestre y el primero del próximo año"
—¿La mala audiencia ha precipitado la discusión sobre la necesidad de reformar la Ley de TVN?
—Hay que separar dos cosas. Yo en lo personal, y creo que gran parte del directorio está de acuerdo, estoy por mantener a TVN como un canal independiente, autónomo y pluralista, como ha sido desde que volvimos a la democracia. Y la principal característica de ello es que todos los gobiernos siempre han estado enojados con TVN. Eso es muy bueno, porque quiere decir que estamos haciendo un buen trabajo.
Tenemos que hacer todos los esfuerzos para mantener un canal autónomo del gobierno de turno. Otra cosa distinta es lo que se ha llamado la nueva señal cultural y juvenil, porque aquí no hay ninguna posibilidad de poder financiar una señal que no tendrá publicidad. Ningún canal tiene hoy la capacidad financiera para un canal cultural. Este nuevo canal, que lo más probable sea canal 7, estará completamente separado de TVN. También será un canal infantil porque hoy, de acuerdo a nuestras estimaciones, más de tres millones de niños en Chile no tienen acceso al cable, y en la TV abierta hoy existe muy poca programación para niños y niñas.
—¿El directorio ha monitoreado lo que está haciendo La Moneda respecto a estos dos temas?
—Hemos estado en contacto, pero la resolución de este tema es del Ejecutivo, quien deberá llevar la propuesta al Parlamento.
—¿Cree que el sistema actual de cuoteo del directorio está colapsado?
—Si me dicen que este cuoteo le ha dado imparcialidad al canal, lo apoyo. Ahora, se puede mejorar el sistema con más actores, pero siempre bajo una mirada amplia para defenderse del gobierno de turno. El gobierno de la UP y el de Pinochet se llevaron el canal para la casa y eso fue desastroso.
—¿Cómo vislumbra el futuro de TVN?
—Con un departamento de prensa muy fuerte, con entretención, pero con programas que provoquen opinión. La meta no es ser el primero, sí autofinanciarse.
"Existe un déficit de liderazgos en Chile"
—¿Cuál es su relación hoy con la DC?
—Mantengo una relación personal con muchos dirigentes del partido, pero no estoy en ningún cargo como estuve años atrás.
"El proceso constitucional fue un éxito de Burgos y de la postura más moderada que ha planteado la DC. Se ha entrado en un proceso dentro de la institucionalidad, que no era lo que algunos grupos planteaban al exigir AC, sí o sí"
—¿Por qué cree que la DC no tiene hoy un candidato presidencial competitivo?
—Los liderazgos fuertes se van dando en distintos momentos en el tiempo y hoy existe un déficit de liderazgos políticos en Chile, y no sólo en la DC, sino que en todos los sectores. No hay un liderazgo en la centroderecha, como el de Jorge Alessandri, tampoco en la izquierda, como el de Ricardo Lagos o como lo fue el de la presidenta Bachelet. No es bonito hablar de esto, pero hoy en la DC no existe un liderazgo como el de mi padre, como fue el de Radomiro Tomic o el de don Patricio Aylwin.
—¿A qué cree que se deba esto?
—Son etapas de la historia. Hoy sí hay bastantes jóvenes y senadores relativamente jóvenes que pueden transformarse en líderes importantes. Yo siempre vi en mi casa cómo mi padre fue formando un liderazgo presidencial, que no es un proceso de uno, ni de dos, ni de diez años, son años de trabajo.
—Su padre se dedicó mucho a formar jóvenes, ¿falta hoy esa tarea?
—Sí y no es sólo una debilidad de la DC, sino de todos los partidos. Mi padre en esto tuvo una tarea permanente, yo lo veía en mi casa siempre, no diría todas las semanas, pero muy seguido junto a grupos de jóvenes que invitaba a la casa a conversar. Y eso también lo hacían Radomiro Tomic, Bernardo Leighton… Los políticos jóvenes de hoy tienen una formación intelectual y valórica más liviana, sin la profundidad que uno veía antes. Si les preguntas hoy a algunos militantes de la DC sobre Jacques Maritain, muchos te dirán que no lo han leído en su totalidad y probablemente algunos no lo conocen.
—En 2009 usted fue muy crítico de Marco Enríquez-Ominami. Calificó su candidatura de candidatura farandulera, populista y muy mediática… ¿Mantiene su postura?
—La mantengo exactamente igual. Su postura fue extremadamente mediática, populista y no contribuyó en nada, y hoy tampoco contribuye en nada, porque él ha sido un permanente y duro opositor a lo que fue la Concertación y también a la Nueva Mayoría. El proceso de acercamiento a nosotros que él pretende hacer ahora es sólo por conveniencia para una posible candidatura presidencial.
—¿Y qué hará si es ungido como candidato presidencial de la Nueva Mayoría?
—No lo apoyaría, no votaría por él.
—¿Quién le gustaría que fuera el candidato?
—Hay buenos nombres que están sobre la mesa: el ex presidente Lagos, José Miguel Insulza, Ignacio Walker promete, y hay otros nombres de los partidos de izquierda. Lo que interesa es que sea un liderazgo serio, consistente y no un candidato que se va acomodando a las circunstancias para tener espacios de conveniencia política.
—¿Cree que Jorge Pizarro debería haber dejado la presidencia de la DC por el nexo de sus hijos con SQM o por su viaje al mundial de rugby días después del pasado terremoto en el norte?
—Es muy difícil juzgar cuando uno está afuera del partido. Jorge ha sido siempre un gran trabajador de la política. Es un hombre que le ha dedicado muchos años a la política y yo lamento mucho que esté golpeado por estos temas, especialmente por lo de sus hijos.
"Constitución: no se puede partir de la nada"
—¿Cómo ve hoy al gobierno de Bachelet?
—Mejor que como lo vi el primer año, y en eso creo que los cambios fueron muy acertados, especialmente la llegada de Jorge Burgos y Rodrigo Valdés. Lo que se hizo el 2014 por el equipo económico fue con apresuramiento, sin escuchar mucho. Después se quiso escuchar, pero ya habían pasado muchas cosas.
—A su juicio, ¿Burgos era el ministro del Interior que necesitaba Bachelet?
—Si uno analiza lo que ha pasado con el proceso constitucional, yo creo que fue un gran éxito del ministro Burgos y de la postura de prudencia más moderada que ha planteado la DC. Se ha entrado en un proceso dentro de la institucionalidad, que no era lo que algunos grupos planteaban al exigir asamblea constituyente sí o sí. Al contrario, la presidenta le da el poder a la institución, y más que eso, le da el poder a varias alternativas y un próximo parlamento. Aquí no se puede partir de la nada como si nada existiera, por el contrario, hay que partir de lo que se tiene, reformar lo que hay que reformar, porque hay cosas que vienen de la dictadura que no corresponden a los tiempos actuales. Quienes pensaron que el país partía de nuevo estaban totalmente equivocados, y en eso la famosa frase de la “retroexcavadora “fue muy desafortunada.
—¿Hay futura generación Frei en política o se acaba el apellido en esta materia?
—A nivel de nietos pueden aparecer algunos. Esa es mi sensación.