La encuesta Plaza Pública- Cadem de este lunes registra que un 61% de las personas cataloga de "muy/bastante prioritario" para los chilenos el tema del cambio constitucional. Muy por detrás se sitúan quienes consideran que es "algo" o "poco/nada prioritario", con un 17% y 18% respectivamente.
Estas cifras siguen a las dadas a conocer en los últimos días y que han sido destacadas por la propia presidenta Michelle Bachelet y su equipo de gobierno, al referirse a los lineamientos establecidos para iniciar el proceso constituyente.
En distintas instancias públicas, la mandataria ha aprovechado de reforzar el mensaje sobre los cambios esgrimidos, explicando el por qué se decidió dejar en manos del próximo Congreso, por qué tendría un carácter participativo de la mano de los cabildos ciudadanos y por qué se definieron plazos que exceden su periodo de gobierno.
Así, el lunes pasado la jefa de Estado expuso ante la presentación de un estudio del PNUD sobre los mecanismos constitucionales, en donde señaló que "Chile podrá tener una Constitución elaborada democráticamente que sea factor de unión y de orgullo, y dejará de estar anclada a un pasado de división y autoritarismo", con un proceso previo de educación cívica.
El miércoles 21 de octubre, la mandataria respondió en T13 radio a las críticas, aseverando que "yo no entiendo por qué es un proceso tramposo. Fue un planteamiento desde mi campaña. Aquí no estamos sacando ninguna carta bajo la manga, no tiene nada de tramposo porque ha sido transparente, se ha mostrado el cronograma que queremos y sin duda que lo que nosotros queremos no es que este gobierno se constitucionalice".
Además, recalcó que "es cierto que algunos dicen que es un periodo muy largo, pero cuando hemos hecho otras reformas más rápidas, nos han acusado que es un período muy corto, entonces la verdad es que yo lo que creo es que hay un cierto susto en la gente hay un cierto miedo a la participación de la gente".
Políticos rayan la cancha
El ministro Nicolás Eyzaguirre, en su cargo de titular de la Segpres, será uno de los personajes clave en la puesta en marcha del proceso constituyente y por ello, desde todos los sectores están atentos a las definiciones que pueda entregar sobre el debate en ciernes.
"No es que este Congreso no tenga un rol. Tiene la llave más importante de todas, que es la reforma constitucional. Si este Congreso no la aprueba, el proceso queda en punto muerto". Nicolás Eyzaguirre.
En entrevista con La Tercera, el secretario de Estado dejó en claro que, dada la forma en que ha concebido el proceso la presidenta Bachelet, "no es que este Congreso no tenga un rol. Tiene la llave más importante de todas, que es la reforma constitucional. Si este Congreso no la aprueba, el proceso queda en punto muerto. Dos tercios de sus miembros tienen que estar de acuerdo con la reforma constitucional para poder habilitar a que el próximo Congreso decida la sede: si es una asamblea constituyente, una comisión bicameral, una comisión constituyente o un plebiscito para elegir. Con esto usted tiene la participación de dos Congresos sucesivos. En ese sentido, estamos dándole la mayor garantía de estabilidad posible".
Además, contestó a los reparos de José Miguel Insulza sobre la ausencia de discusión del fondo. "No hemos renunciado a aquello. Pero hay que entender cómo es el proceso. Lo que queremos es que por lo menos el sentido, la intuición de cuál es el país que queremos construir, venga desde la gente. Si en este momento hubiésemos hecho una discusión de contenido, estaríamos influyendo desde las elites hacia la base qué es lo que se discute", contestó Eyzaguirre.
Si bien desde que se conoció el anuncio destacaron el puntapié del gobierno para cumplir con una promesa clave de campaña, en el oficialismo estarían comenzando a surgir las primeras discrepancias
En este sentido, La Tercera recoge hoy las primeras advertencias desde la Nueva Mayoría, en torno al papel que jugarán los actuales parlamentarios y la reticencia al rol al que se estaría circunscribiendo su actuación, de acuerdo al diseño comunicado por La Moneda.
Así, el senador Felipe Harboe (PPD) deslizó que "está por definirse si va a ser este Congreso o el próximo el que decida el mecanismo", y el presidente de la DC Jorge Pizarro, expuso que "se requiere una reforma que va a hacer este Congreso, y me imagino que ningún Congreso va a girar cheques en blanco, o no se va a referir a los contenidos de una propuesta. Están todas las posibilidades abiertas".
Ecos en la oposición
La vía para una nueva Constitución tampoco dejó indiferente a la oposición, que ha reaccionado en los últimos días disparando sus críticas y advirtiendo de las acciones que adoptarán para rechazar los puntos de mayor discrepancia, como la etapa consultiva ciudadana que se dará, precisamente, en año de campañas electorales.
"Eyzaguirre hoy día dice vamos a dar una hoja en blanco, ¿qué es una hoja en blanco? Eso demuestra que no hay un foco donde quieran entrar a debatir para un cambio constitucional". A, Santana (RN)
Los diputados de RN y UDI adelantaron que rechazarán los dineros destinados a los cabildos informativos en el presupuesto 2016, afirmando que la perspectiva del gobierno —recogiendo la perspectiva de Eyzaguirre— apuntaría a una "hoja en blanco" que plantea incertidumbre y ambigüedad.
Según explicó el diputado Alejandro Santana (RN), "esos van a ser recursos que van a utilizar para proselitismo político, no para avanzar en una mejor y una moderna Constitución".
"Eyzaguirre hoy día dice vamos a dar una hoja en blanco, ¿qué es una hoja en blanco? Eso demuestra que no hay un foco donde quieran entrar a debatir para un cambio constitucional", añadió.
La diputada Paulina Núñez (RN) agregó que "si el gobierno pretende avanzar con la oposición, desde RN le vamos a decir que tiene que cambiar su fórmula".
Incluso, la propuesta para diseñar la nueva Constitución sacó al ex presidente Sebastián Piñera de su silencio, quien acusó una falta de definiciones sobre los cambios que se busca realizar el gobierno y anunció que, junto a Chile Vamos — el nuevo referente opositor, levantarán un planteamiento conjunto.
"Voy a proponer a Chile Vamos que presente, en forma breve, un proyecto de reforma constitucional con contenidos claros y concretos, que permita en forma participativa poder aprobar una nueva Constitución, la cual, en mi opinión, debiera ser posteriormente sometida a un plebiscito ciudadano para su aprobación definitiva", declaró.
Este emplazamiento de Piñera encontró respaldo de inmediato de RN y la UDI, cuyos presidentes dijeron estar en concordancia con las críticas del ex gobernante, ante lo cual La Moneda salió a contestar sus reparos.
En la misma dirección apuntó el ex ministro y director de Avanza Chile, Andrés Chadwick, quien dijo a El Mercurio que "veo en la nueva Constitución uno de los primeros signos de los gobiernos populistas de izquierda en América Latina, que nuestro país no conocía".
Empresariado en alerta
La semana pasada también los empresarios se pronunciaron ante el llamado a iniciar el proceso de cambio constitucional, en los distintos encuentros con las autoridades de gobierno.
El presidente de la CPC, Alberto Salas, afirmó que "en el escenario económico actual (...) el planteamiento de una nueva Constitución sin duda que genera incertidumbre y eso hemos podido transmitirlo con toda nuestra visión desde el mundo empresarial".
El tema también salió a relucir en la cena de la industria, donde la Sofofa expresó su inquietud ante el clima que puede traer para la inversión y el desarrollo el debate constitucional.
Frente a esto, el ministro de Hacienda Rodrigo Valdés, buscó dar señales de tranquilidad al sector, asegurando que "si una nueva Constitución deja a la centroderecha, al empresariado u otro grupo amplio con un sabor como el que la centroizquierda ha sentido bajo la Constitución actual, habremos fracasado. Esta casa debe ser de todos y deben caber todos".