Una vez que definió el cronograma para formular una nueva Constitución, la presidenta Michelle Bachelet recalcó que serían los próximos parlamentarios los que tendrán en sus manos la decisión del mecanismo de cambio.
"En 2017 vamos a tener un Congreso elegido en gran parte con un nuevo sistema electoral y, además, con una nueva ley de partidos políticos y una nueva ley de financiamiento electoral. En ese sentido, no estoy diciendo que este Congreso no tenga legitimidad ni representatividad, pero el próximo va a tener aún mayor legitimidad", aseveró.
La postura presidencial sobre el tema ha despertado debate al interior del Legislativo, y el presidente del Senado Patricio Walker (DC) dio un golpe de timón al respecto, en declaraciones que recoge El Mercurio.
El parlamentario dijo que "creo que va a ser este Parlamento el que defina el mecanismo, y no el próximo"; y que "en materia constitucional no requerimos patrocinio del gobierno".
"El gobierno ha hecho una propuesta súper legítima, pero acá el que resuelve es el Parlamento, y veo que hay una mayoría en este Congreso para que seamos nosotros los que definamos el mecanismo", argumentó.
Sobre el planteamiento de la mandataria, afirmó que "probablemente, al ser elegido sin binominal, va a tener menos cuestionamiento. Pero eso no significa que este no tenga legitimidad para aprobar una reforma a la Constitución. La tiene. Así como se nos pide aprobar una reforma laboral, una reforma tributaria, temas de educación, tenemos la misma legitimidad para poder aprobar un mecanismo para establecer una nueva Constitución".
Comisión de constitución al tope
En paralelo al debate por una nueva carta fundamental, los diputados integrantes de la comisión de Constitución han encendido las alarmas respecto de la cantidad de trabajo que deben efectuar, a la luz de las urgencias que el gobierno ha activado en los últimos días.
Según detalla hoy Pulso, los parlamentarios tienen en espera desde septiembre el proyecto que plantea penas de cárcel para la colusión, que ahora tendrá suma urgencia para la iniciativa, y por ende sólo 15 días para su despacho.
A este se suma el proyecto de ley de Partidos, el de despenalización del aborto en tres causales y también deben debatir la modificación al Código de Procedimiento Civil, para establecer la tramitación digital de los procedimientos judiciales.
Para hacer frente a esta carga de discusiones, los diputados han agregado a las sesiones ordinarias de los martes y miércoles una sesión cada lunes, y jornadas extraordinarias para las propuestas que tienen suma urgencia.
MÁS INFORMACIÓN
Comisión de Constitución: acusan sobreexigencia por urgencias del Ejecutivo
