Por Víctor Hugo Moreno Diciembre 28, 2015

Era un secreto a voces y una noticia que se venía fraguando hace semanas: aplazar el envío del proyecto de ley de educación superior para 2016 y no apurar su ingreso con el plazo auto impuesto por La Moneda que era hacerlo esta última semana del año. Eso sí, el esperado anuncio no salió de la voz del Gobierno, sino del vicepresidente del Consejo de Rectores (Cruch), Aldo Valle, que tras reunirse con la mandataria expresó: “Podemos informar que por instrucciones de S.E la presidenta de la República que el proyecto ( de educación superior) no ingresará en los próximos días, sino que se va a tomar una decisión una vez que al cabo del mes de enero hayamos revisado el trabajo de análisis, deliberación- en el buen sentido- de apostar a una reforma que consideramos de mayor interés para el país, no solo para las instituciones de educación superior, sino que para Chile”.

Durante las últimas semanas desde diversos sectores se estaba presionando a La Moneda para que el proyecto de educación superior fuera enviado tras un trabajo pre legislativo de mayor alcance, sobre todo debido a que desde el Ministerio de Educación no se había socializado con la Nueva Mayoría los detalles que tendría uno de los proyectos más importantes dentro del paquete de la reforma educacional que se prometió en el programa de gobierno. El presidente de la DC, senador Jorge Pizarro, fue uno de los que más insistió durante los tradicionales comités políticos que era necesario aplazar el envío del texto, para evitar nuevos bochornos como el ocurrido con la glosa de gratuidad, ello porque la reforma que se planteará para la educación superior alcanza diversas aristas institucionales que modificarían sustancialmente el sistema universitario. Así también, otros en el oficialismo, planteaban que había que revisar “con lupa” cada detalle del proyecto para evitar algún tipo de inconstitucionalidad, ante el temor que la oposición volviese a acudir al Tribunal Constitucional.

Así también, desde la derecha han solicitado a la ministra de Educación, Adriana Delpiano, formar parte del trabajo pre legislativo. En ese plano, hace una semana luego de que Chile Vamos acudiera a las dependencias del Mineduc, se les ofreció participar de una mesa técnica de trabajo para analizar los alcances que tendría el proyecto.

La sorpresa del anuncio

Con todo, no fue ni la presión del oficialismo, ni la de la oposición, la que finalmente hizo cambiar de opinión a la Presidenta, sino que fueron los rectores de las universidades estatales. Un actor fundamental, pues serán ellos los que se verán sujetos a los diversos cambios que se pretenden hacer en la nueva institucionalidad que se pretende crear. En ese sentido, fuentes al interior de las universidades, comentaron que el rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi, ha jugado un rol clave como interlocutor con la mandataria- a la cual conoce hace años- con conversaciones telefónicas diarias que hicieron, por ejemplo, incluir a todas las universidades del Estado en la glosa de gratuidad de 2016, lo que en algún momento estuvo en evaluación. Como así también su influencia resultó importante para que el gobierno enfatice que las Úes estatales tendrán un trato especial con aportes basales y que se velará para que la calidad de dichos planteles mejore en aquellas universidades donde hay deficiencias.

Así, ante la sorpresa de La Moneda, la presidenta les dijo a los propios rectores que hicieran el anuncio que para varios ministros del comité político fue tomado con sorpresa, incluso para los asesores de la Presidencia y de la Secretaria General de Gobierno, quienes no sabían que se daría a conocer el retraso en el envío del proyecto tras la reunión. Solo la ministra Delpiano supo del anuncio, pues también participó en la reunión.

Asistentes al encuentro con la presidenta, que se reunió con el comité ejecutivo del Cruch por cerca de dos horas, indicaron que mañana se juntarán con la ministra de educación con el fin de establecer un método de trabajo que debería concluir el 15 de enero, para enviar- como nuevo plazo tentativo- el proyecto antes del cierre del año legislativo el 31 del mismo mes.

Entre los temas que se acordaron para iniciar el trabajo están el proceso de admisión a las universidades y las normas de las estructuras de gobierno y participación que habrá en la nueva ley. También, se comentó que otros actores comenzarán a circular por las dependencias del Mineduc para informarse respecto al proyecto, del cual ahora solo se hay un borrador que ha circulado por los partidos de la Nueva Mayoría.

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