Desde que se destapó el caso Caval que involucraba directamente a la familia presidencial, con su hijo Sebastián Dávalos y su nuera Natalia Campagnon en el ojo del huracán, que el ánimo de la Presidenta Michelle Bachelet comenzó a decaer sin punto de retorno. Sus asesores y colaboradores más cercanos han comentado en reiteradas ocasiones que Bachelet quedó “profundamente afectada” por la investigación.
Ante este escenario, desde La Moneda se ha trazado la estrategia comunicacional respecto a dejar que las instituciones funcionen sin condenar a nadie, mientras no exista una resolución condenatoria definitiva. Ese es el discurso oficial que se ha consensuado en Palacio y al cual la Presidenta hizo alusión al inicio de la declaración de 1 minuto de duración que brindó este viernes al país, luego de las formalizaciones que se llevaron a cabo en los Tribunales de Garantía en Rancagua y que resolvió dejar con arraigo nacional y firma mensual a su nuera, al ser notificada de que se le está investigando por el delito tributario de emisión de 13 boletas presuntamente falsas.
Minutos antes de las 16.30 horas cuando la Mandataria apareció ante el Salón O’Higgins de Palacio, uno de sus asesores Pedro Güell salía a fumar al exterior de la casa de gobierno, con evidente nerviosismo ante las palabras que iba a pronunciar Bachelet en un breve discurso que había sido preparado horas antes. Así también, justo cuando la jefa de Estado abrió la puerta frontal del Salón, apareció por una puerta trasera donde estaban agolpados los periodistas, su jefa de gabinete, Ana Lya Uriarte, quien prestó profunda atención a cada palabra emitida por Bachelet, retirándose inmediatamente finalizó su alocución.
Bajo ese escenario Bachelet dio pie a su primera fase del discurso: la oficial. Explicando la posición de La Moneda ante la investigación: “Tras la audiencia de las formalizaciones del día de hoy, he querido hablar porque este es un caso que ha concentrado la atención de la gente, que espera, sin duda, que la justicia actué con imparcialidad en éste y en otros casos”, afirmó. De forma escueta el mensaje es que las instituciones hagan su trabajo, sin presiones, sin prejuicios.
Dicho eso, pasó a la siguiente etapa: la emocional. Acá la Mandataria evidentemente afectada y al borde de las lágrimas señaló: “Desde el corazón quiero decir que han sido tiempos difíciles para mí y para mi familia muy dolorosos (con voz quebrada) y que sin duda eso me ha afectado profundamente. Es un sentimiento humano normal, pero eso no me ha nublado por un minuto de lo que son las responsabilidades como presidenta de la República o Jefa de Estado”.
Bachelet agregó para finalizar sus palabras que la gente debía estar tranquila, pues ella seguía gobernando al país: “Los chilenos demandan merecen igualdad de oportunidades y de derecho y eso incluye igualdad ante la ley y yo voy a seguir trabajando por lo que me he comprometido con la gente, por hacer un país más equitativo, justo y más digno para todos y de eso los chilenos pueden tener confianza”, remató.
Esta división del discurso se asemeja al que dio el 23 de febrero del año pasado cuando retornó de vacaciones en medio de la tormenta que estaba generando el caso Caval. En aquella oportunidad, Bachelet también apeló a lo humano, como madre; pero también al intentar marcar su rol como jefa de Estado. Esa vez la Mandataria comenzó apelando a los momentos difíciles y dolorosos: “Durante estos últimos días han ocurrido una serie de acontecimientos que han generado preocupación y para mí como madre y Presidenta han sido momentos difíciles y dolorosos, pero que también quiero enfrentarlo con ustedes con claridad y con decisión”, fueron sus primeras palabras. Pero de inmediato, al igual que en el discurso de esta tarde, aludió a su rol como Presidenta: “Conozco bien mi responsabilidad como Presidenta de la República y como tal hay una gran prioridad que yo me fijé en este gobierno, en el anterior y en toda mi vida, la cual es seguir trabajando para que tengamos una nación más justa y equitativa".
Bachelet sintió la necesidad esta vez de volver a hablar, de forma escueta, pero intentando reforzar las dos ideas centrales: la madre y la Presidenta. Su decisión de no viajar al Cabo de Hornos responde a la idea que ella misma decidió, según afirmaron sus cercanos, de hablar, siendo una decisión tomada en exclusividad por ella. De este modo, sus actividades oficiales no incluyeron pautas afuera de Palacio, para evitar el tumulto periodístico que se generó el viernes pasado en medio de gritos y forcejeos entre carabineros y la prensa y reservar la oportunidad de que Bachelet le hablara directamente a la ciudadanía.
Las otras intervenciones de Bachelet
En algunas entrevistas específicas Bachelet abordó algunas cosas puntuales del Caso Caval. Así por ejemplo, en la entrevista que concedió a TVN el 12 de abril de 2015 la Mandataria se refirió al negocio de la especulación inmobiliaria, de la cual se acusa a su hijo y nuera: “No estoy de acuerdo con la especulación inmobiliaria, nunca he estado de acuerdo. Pero no es ahora porque haya estallado el caso Caval, la especulación inmobiliaria ha existido en Chile por muchos años”, expresó. Además, se encargó en aquella oportunidad de ratificar que ella desconocía de estas operaciones de su familia: “No sabía que la empresa Caval, donde mi nuera es socia con otra persona, estaba en un negocio de esta naturaleza”, afirmó.
En otra instancia, en la recordada entrevista con Don Francisco del 6 de mayo de 2015 donde anunció la renuncia de todo su gabinete, fue la primera vez en donde reprochó en público las actitudes de su hijo: “Yo creo que él fue imprudente por asistir a esa reunión”, expresó.
También en esa entrevista televisiva emitida en horario Prime fue la primera vez que realizó una autocrítica respecto a su cometido cuando estalló el caso: “Yo creo que cometí unos errores importantes. Algunos los he dicho públicamente y otros los he ido analizando con el tiempo. Yo como estaba en un lugar muy lejos, no tenía información más que fragmentada y no me di cuenta de la dimensión que estaba tomando el problema. Me llamaban por teléfono, me contaban partecitas. Si no, yo me habría vuelto de inmediato a Santiago, para salir a desmentir un conjunto de cosas que se dijeron y que instalaron una percepción que luego, cuando yo vuelvo tiempo después, ya se había creado una sensación de que yo tenía algo que ver con el tema. Por lo tanto, no hice las cosas a tiempo y no tuve la fuerza tampoco de haber criticado lo que tendría que haber hecho más duramente”, expresó.
Así a lo largo de algunas otras entrevistas concedidas a diferentes medios, algunos extranjeros como CNN en Español o el Diario El País, Bachelet continuó confesando lo dolorosa que ha sido para ella esta situación, tratando de separar en todas las oportunidades su rol de madre a la de Presidenta.
Este viernes tuvo otra oportunidad, en donde enfatizó en esos mensajes, eso sí, con una evidente emoción, que si bien se le vio en otras oportunidades, esta vez fue algo mayor, con una Jefa de Estado hablando con rostro cansado, apesadumbrado, con voz quebrada muy cerca de las lágrimas. En la Moneda, con esto se sacaron un peso de encima: Bachelet habló antes de salir de vacaciones (que comienzan el martes) y la evaluación ciudadana se podrá ver en las próximas encuestas, para que en Palacio analicen el resultado de esta estrategia.