Por Carolina Mascareño Enero 20, 2016

La presidenta Michelle Bachelet dio este lunes 48 horas al Congreso para legislar la propuesta de reforma laboral, tras los sucesivos cambios y postergaciones que tuvo el año pasado. A pocos días de que culmine el año parlamentario, y cumpliéndose hoy el plazo para esa modificación, el gobierno sigue sin acuerdo. Los votos que faltan son los correspondientes a la Democracia Cristiana (DC).

En medio de la tramitación de múltiples propuestas, en la centroderecha se ha acusado al gobierno de un "frenesí legislativo", la DC también ha expresado en distintas instancias que se tomarán el tiempo necesario para revisar los proyectos – como señaló ayer su presidente, Jorge Pizarro– aun cuando implique tener que aplazarlos para marzo.

El principal nudo entre los senadores DC y el resto de la Nueva Mayoría es que insisten en su idea de establecer las "adecuaciones necesarias" como mecanismo alternativo a la inexistencia de un reemplazo en huelga, así como en la extensión de los beneficios al total de trabajadores y no sólo a los sindicalizados como plantea el gobierno y los partido más a la izquierda.

Pero ya no es sólo la reforma laboral. La lucha por introducir los "matices" DC a los proyectos del gobierno y la Nueva Mayoría también se hizo visible esta semana en el proyecto de despenalización del aborto. Una situación que ya comenzó a incomodar al resto de sus socios en el bloque.

La presidenta del PS, Isabel Allende, manifestó en privado ayer su incomodidad y aunque señaló que es partidaria de buscar un acuerdo para destrabar el proyecto de reforma laboral, puso un coto:  “Veamos en qué términos. Por ahora las diferencias están dentro de la Nueva Mayoría”.

La situación no sólo es comentada entre los propios políticos. El académico Fernando Atria, vinculado al PS, dijo el martes en Pulso que "hoy la DC está funcionando casi como la principal fuerza de oposición al gobierno (...) opera casi como la principal oposición al programa. En la reforma laboral, eso no es sólo oposición de la UDI y RN. Ignacio Walker fue quien dijo que el proyecto de ley de inclusión transformaba al Mineduc en un ‘gestor inmobiliario’".

El experto de la UDP, Mauricio Morales, escribió en Qué Pasa que "el PDC es el partido con la bancada de diputados más grande del pacto, con más concejales, más alcaldes y más Cores. Es un alumno con buen desempeño, pero maltratado. ¿Cómo evitar este maltrato? La única forma es haciéndose respetar".

La arremetida por la reforma laboral

La iniciativa que busca modificar las reglas del mundo del trabajo ha encontrado duras reticencias en la DC, el partido de la propia ministra del Trabajo, Ximena Rincón. La falta de un acuerdo transversal con sus socios de la Nueva Mayoría estaría delineando que, definitivamente, se deberá postergar la votación, dado lo acotados de los plazos. El senador Ignacio Walker afirmó que "la discusión no es si la reforma laboral se aprueba en enero o marzo, sino cómo aprobamos una buena reforma".

A esta postura se suma la ofensiva de un grupo de académicos Cieplan, que ya en 2015 salió a criticar el modo en que se estaban proponiendo los cambios laborales. Hoy, por medio de una carta en El Mercurio firmada por José Pablo Arellano, René Cortázar, Manuel Marfán y Joseph Ramos, plantearon que "estamos frente a un momento de definiciones críticas en materia de legislación laboral. La forma en que se resuelvan tendrá importantes consecuencias para la competitividad y la generación o destrucción de empleos en el país".

"La experiencia internacional muestra que cuando se cometen errores en la definición de las instituciones laborales, cuesta mucho corregirlos. Por eso, llamamos al gobierno y al Senado a perfeccionar estas disposiciones, velando por el bien común", añaden.

En especial, señalan que "hay dos temas en el proyecto de reforma laboral que resultaría indispensable que en el Senado perfeccione". Se trata del reemplazo interno durante la huelga y la exigencia de que sea el sindicato el que autorice la extensión de los beneficios de la negociación colectiva a los que no están sindicalizados. Junto con ello, agregan que les preocupa que se haga obligatoria la negociación con sindicatos interempresas.

Despenalización del aborto: debate para marzo

Aplausos en la oposición ha sacado la postura de la ex senadora Soledad Alvear, respecto del debate para despenalizar la interrupción del embarazo en tres causales.

La ex canciller asistió el lunes a la comisión de Constitución de la Cámara, para realizar una exposición de defensa de la vida. Sus dichos fueron ampliamente comentados en redes sociales y la propia Alvear salió a agradecer y responder críticas:

Según detalló hoy en La Tercera, el proyecto del gobierno "constituye una respuesta machista e inhumana al problema social del embarazo complejo.¿Qué hacer? ¿Es una respuesta adecuada el aborto? NO", dijo Alvear en la comisión.

La postura de la ex senadora no es única en el partido, pues varios de sus parlamentarios han insistido al gobierno que se debe considerar un Programa de Acompañamiento interdisciplinario a las madres que enfrentan la disyuntiva de abortar. Esto, pese a que hace dos semanas, el gobierno había cedido a la exigencia DC, con miras a lograr el respaldo del partido, respecto de la denuncia a la justicia en la causal de violación.

En términos de tiempos legislativos, diputados DC también resaltaron que se necesita mirar con calma el proyecto. "Lo que nosotros estamos debatiendo es un proyecto que tiene implicancias mucho más allá de las propiamente políticas, entonces el continuar una sesión más escuchando y, paralelamente con eso, hacer la gestión para extender la urgencia podemos arribar a acuerdos y poder despachar un buen acuerdo", dijo René Saffirio, según recogió Cooperativa.

El flanco interno

En esa línea, en la votación del proyecto de modernización de partidos políticos, en su mayoría los parlamentarios de la DC respaldaron el ítem de cuota de género, con la excepción de Ignacio Walker, que se abstuvo.

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