28 páginas, 2 capítulos y seis acápites tiene el documento titulado "Fortalecer el Partido Socialista para un Estado social y democrático de derechos" que el miércoles de la semana pasada el colectivo Nueva Mayoría Socialista, que reúne al conjunto de corrientes y tendencias internas que ganaron la última elección partidaria detrás de la senadora Isabel Allende, le entregó a la militancia como propuesta formal de debate de cara al Congreso del partido que se realizará los próximos 29, 30 y 31 de enero en el ex Congreso en Santiago.
Se trata de la máxima instancia de debate del partido, donde se definirá la línea política para los próximos años y, en especial, el próximo periodo eleccionario. El documento asoma como la propuesta oficialista y buscará marcar las líneas de discusión ideológica y política con una profunda reflexión sobre el contexto político nacional e internacional.
El texto parte haciéndose cargo de la crisis de confianza en la sociedad chilena y hace una fuerte autocrítica respecto de los problemas que ha enfrentado el gobierno de Michelle Bachelet y la Nueva Mayoría. Se plantea un crítica diagnóstico sobre la gestión del gobierno en la comunicación de las reformas, los problemas arrastrados por el caso Caval, las diferencias al interior de la coalición y la necesidad de tirar líneas de futuro para darle proyección al bloque y a las reformas. En ese punto señala como prioritario el buscar diálogo con fuerzas emergentes como Revolución Democrática de Giorgio Jackson, la Izquierda Ciudadana de Gabriel Boric e incluso el PRO de Marco Enríquez-Ominami mirando hacia los desafíos electorales del próximo periodo. Entre otras de las definiciones plantea que el PS debe levantar la Asamblea Constituyente como el único mecanismo capaz de garantizar una nueva Constitución legítima y democrática.
Crisis de confianza
"No es de extrañar que en diversos lugares del mundo se hayan levantado y adquirido un protagonismo insospechado desde hace algunos años diversos movimientos ciudadanos y sociales, que aunque carecen de una orgánica tradicional han logrado instalar temas en la agenda pública y en algunos casos articulado como nuevas fuerzas políticas que han canalizado la desconfianza y ruptura con los partidos tradicionales".
Junto con esta reflexión, los firmantes lanzan una crítica directa hacia el gobierno y sus socios en la Nueva Mayoría: "No se puede desconocer que las reformas tendrían mucha más fuerza y respaldo ciudadano, si fuesen impulsadas por actores políticos que cuentan a su vez con altos niveles de legitimidad o con mensajes más claros y precisos por parte del propio gobierno, que también ha cometido errores en la puesta en marcha de los cambios: este no ha sabido comunicar los extraordinarios beneficios de las nuevas políticas públicas para la población, especialmente, la reforma educacional", plantea el documento. Y prosigue mirando hacia sus socios de conglomerado: "A algunos sectores minoritarios en la Nueva Mayoría les resulta fácil hacerse eco de los discursos instalados en torno a la inconveniencia de llevar a cabo las reformas sociales, económicas y políticas para las cuales fue electa la presidenta Bachelet".
Visión crítica de la gestión de gobierno
El documento profundiza respecto de los errores del gobierno, apuntando a la gestión política, pero también al estallido de los casos de financiamiento irregular de campañas políticas, así como al caso Caval que hasta hoy sigue produciendo dolores de cabeza a La Moneda.
"Es necesario realizar una reflexión del escenario actual, reconocer los errores y los aciertos de este periodo, para poder proyectar la acción política futura, con miras a un nuevo mandato presidencial de la coalición que consolide el proceso de reformas que estamos impulsando", dice el colectivo antes de lanzar una profunda reflexión sobre las carencias del gobierno: diálogo y movilización social en torno a las reformas, debilidad al resolver los conflictos y diferencias internas.
"Algunas de estas críticas tienen su fundamento en los sucesivos cambios en las decisiones en temas sensibles como la infraestructura en salud y la gratuidad en la educación superior, en las debilidades de la comunicación de las reformas y escasa movilización social y política en torno a su defensa, la carencia de un diálogo más sistemático entre el gobierno y los partidos de la Nueva Mayoría, las dificultades en la solución de los conflictos sociales, en las disputas públicas entre las distintas visiones sobre las reformas en nuestra coalición que otorgan al Estado un rol tendiente a garantizar determinados derechos sociales, y en la opacidad como han sido resueltas algunas de estas diferencias".
La propuesta también alude a los dos episodios que el 2015 marcaron la crisis del gobierno: el caso Caval y el financiamiento de la política. "Se configuraron dos situaciones que impactaron fuertemente el liderazgo de la presidenta Michelle Bachelet, y con ello la valoración del conjunto de la acción del gobierno, las reformas y la Nueva Mayoría. Por un lado el caso Caval con su arista de tráfico de influencia y especulación inmobiliaria, en notoria contradicción al sentido ético que impulsa la presidenta y el discurso de la Nueva Mayoría; por otro, las investigaciones sobre el financiamiento irregular de las campañas políticas".
Coqueteos con Jackson, Boric y ME-O
La proyección del proceso reformista en el próximo gobierno, asoma para las tendencias mayoritarias del PS como la prioridad política para el próximo periodo. Lo plantean como una "preocupación central del PS".
"No sólo lograr un triunfo de la Nueva Mayoría, sino que esta se mantenga unida después de las elecciones municipales para poder enfrentar conjuntamente la reforma constitucional que presentará la presidenta Michelle Bachelet en 2017, al tiempo que hacerlo mediante una sola candidatura presidencial, una lista parlamentaria, y un programa común que revalidar ante la ciudadanía".
En este sentido, los firmantes reivindican el rol de articulador del PS al interior de la coalición, planteando que se requiere un "esfuerzo permanente del PS el cual, a partir de la definición de un plan político conjunto con la Nueva Mayoría debiese orientar su gestión a mejorar el clima de respeto, el diálogo y la articulación con los partidos desde la DC hasta el PC, realizar una eficaz coordinación con el gobierno y establecer mecanismo de resolución de controversias".
Junto con reconocer que la oposición, es decir, "la derecha ha avanzado rápidamente en la definición de sus candidatos y los mecanismos de resolución de sus diferencias", en el documento se considera "urgente" resolver las diferencias internas, pero también mirar las opciones para ampliar el conglomerado, sobretodo hacia la izquierda, espacio que reconocen está "fragmentado políticamente". Es ahí cuando hablan de los movimientos mejor evaluados por la ciudadanía en los últimos sondeos: RD y la IA y, también del PRO, pese a que este último ha enfrentado los problemas que arrastra Marco Enríquez-Ominami con su vinculación a financiamiento irregular por parte de SQM.
"El PS no debe despreocuparse del efecto político que podría tener la irrupción de estos nuevos partidos en un escenario de alta desconfianza con los partidos tradicionales. Organizaciones como el PRO, RD, la Izquierda Autónoma -estos dos últimos con representación parlamentaria-, tiene capacidad para incidir en el electorado en algunos municipios y distritos, y por ende, el PS debiese tener una política de relacionamiento con dichos partidos, aún más cuando sus propuestas políticas son cercanas a las presentadas por nuestro partido", resume el texto de la Nueva Mayoría Socialista.
Asamblea Constituyente: único camino
El PS debe ser un actor clave del proceso constituyente iniciado por la presidenta Bachelet, plantean los firmantes ya que el socialismo "debe contribuir a que en este proceso constituyente todos los actores comprendan que los derechos fundamentales garantizados en una futura nueva Constitución, como también sus instituciones, deben ser reflejo de los valores de libertad e igualdad", a través de un solo camino posible, según el documento.
"El PS ha sido promotor y se ha comprometido a que la nueva Constitución se realice a través de una Asamblea Constituyente, por lo que todos su esfuerzos deben tender a que tal promesa se cumpla. Solo con dicho mecanismo se podrá garantizar una Constitución no solo nacida en democracia, sino que de espíritu efectivamente democrático".
Este último punto será controvertido pues, si bien el PS promueve efectivamente desde su último Congreso la fórmula de la Asamblea Constituyente, hay un sector del partido que consideran un error alimentar la idea de escoger dicho camino. Es cosa de recordar las palabras del ex presidente del partido y líder de la Nueva Izquierda, Camilo Escalona, quien considera "fumar opio" el coquetear solamente con la idea.