Menos de dos meses en su actual cargo como agente de Chile ante la demanda boliviana en La Haya, y el nombre de José Miguel Insulza ya causa reacciones y críticas en la escena política.
Los reparos no responden a su despliegue en el rol que asumió tras la salida de Felipe Bulnes del equipo jurídico ante la Corte Internacional de Justicia, sino que apuntan a la figuración pública que Insulza está teniendo, en temas ajenos a sus responsabilidades.
El aparecer mencionado entre las figuras con mayores niveles de aprobación en la última encuesta CEP fue uno de los detonantes de la reactivación de su imagen en la escena política. Si bien precisó esa vez que su prioridad es el trabajo ante el litigio con Bolivia, acotó que "cuando esté listo para hacer otra cosa, lo voy a avisar".
El despliegue del pánzer ha abierto otros flancos, anexos a su labor como agente. A los buenos resultados que también obtuvo en la última versión de la encuesta Adimark, con un 67% de respaldo a su nombramiento en la defensa chilena, también es comentado que el ex ministro es bien visto en el PS como una posible carta presidencial, de no prosperar las opciones de Lagos y Allende. Como señaló Qué Pasa, en la Nueva Mayoría es vox populi que el ex secretario general de la OEA es quien concita el apoyo mayoritario del PS, el PPD y la DC.
La gota que rebasó el vaso
Si todas estas apariciones públicas y su irrupción en las encuestas no habían sido suficientes para que Insulza volviera a ser tema, como en los mejores tiempos de la Concertación, una entrevista que concedió a El Mercurio abrió los fuegos transversalmente.
Por una parte, desde la comisión de Relaciones Exteriores, figuras como Jorge Tarud (PPD) y Marcela Sabat (RN), salieron a cuestionar la labor del ex secretario de Estado, afirmando que su actitud no es acorde con lo que se espera de un agente, y que no se ha reunido con ellos aún, como explicaron a CNN Chile.
Sin embargo, su postura política fue lo que colmó la paciencia de la oposición. En este sentido, Cristián Monckeberg, presidente de Renovación Nacional, criticó este domingo a Insulza y enfatizó los reparos este lunes, señalando que "lo que queremos un agente compenetrado en sus funciones y trabajando en lo que fue encargado, y no dando declaraciones políticas y pensando en una candidatura presidencial, en los próximos meses.
"Él tiene que estar preocupado de La Haya, de la defensa de los intereses chilenos y no tiene otra función. La función de él es representar los intereses de todos, nos incluimos, en un juicio que es relevante (...) no queremos a Insulza candidato presidencial ni proclamando candidatos y esa es una definición que el gobierno tiene que dar y, sobre todo, el Ministerio de Relaciones Exteriores", agregó.
Por su parte, el senador y presidente de la UDI, Hernán Larraín, planteó que "él es, en el buen sentido - como lo somos nosotros, un 'animal político'- y su instinto lo lleva siempre a hablar de política".
"Sin embargo, creo que en su calidad de agente del caso chileno en La Haya ante Bolivia, debería ser más cauto para evitar introducirle elementos colaterales a sus planteamientos como agente. Creemos que eso es lo central, este es un año decisivo para nosotros en ese campo, y creemos que es mejor que si va a ser el agente, no intervenga en aspectos de carácter político, contingente, internos del país", detalló.
Las críticas fueron asimiladas esta mañana en el palacio de gobierno, donde el vocero, Marcelo Díaz, defendió el rol que está jugando Insulza. "Ser agente en La Haya no lo convierte en un ser carente de opinión", dijo Díaz.
Insulza viajará el próximo 25 de enero a París donde se reunirá por primera vez con todo el equipo de abogados internacionales para comenzar a darle forma a la contramemoria chilena, que deberá ser presentada en La Haya antes del 25 de julio próximo.