La historia de estudiante de Lo Prado que recibió a la presidenta Bachelet este lunes en su casa, y que estudiará Obstetricia gratuitamente, fue una de las noticias que ofrecía el diario español El Periódico a sus lectores. La publicación titulada "La educación universitaria vuelve a ser gratis en Chile después de 35 años" destacaba que la gratuidad volvía al sistema educacional chileno. Incluso, medios en inglés citaron las palabras de la mandataria: "la educación es un derecho, no un regalo".
También esta semana, en pleno periodo de matrícula en las universidades, la jefa de gobierno recibió en La Moneda a alumnos del Programa de Acompañamiento y Acceso Efectivo a la Educación Superior (PACE). Tras la cita, apuntó: "la gratuidad ya está aquí. Hemos comenzado el camino, paulatinamente vamos a llegar hasta un 100%, para que los jóvenes chilenos estudien sin pagar y sin endeudarse", recalcando que el beneficio se irá extendiendo progresivamente a otros quintiles.
La gratuidad no tuvo un camino fácil. Al revés que sufrió la glosa presupuestaria en el Tribunal Constitucional, se sumaron las indicaciones de última hora que debió ingresar el Ejecutivo para lograr sumar los votos de la oposición a la llamada "ley corta", y el legislar a contrarreloj para poder contar con esta política pública a tiempo. Para salir adelante, la mandataria puso su capital político sobre la mesa y se involucró personalmente para conseguir una de sus promesas emblemáticas de campaña. "No me conocen" le dijo a la oposición en tono amenazante, tras el rechazo inicial del TC a la fórmula original para aplicar el beneficio.
Hasta el martes el beneficio alcanzaba a poco más de 26 mil estudiantes de los 140 mil identificados por el Mineduc (aunque se trata sólo de los que pertenecen a las universidades adscritas al Sistema Único de Admisión (SUA) y aún quedaban otros 19 mil con sus situaciones pendientes. Con todo, la presidenta junto a varios de sus ministros, han salido a reforzar el mensaje y aprovechar comunicacionalmente el impacto directo de una de las reformas emblemáticas de su gobierno.
Desde el lunes, día en que comenzó a cerrarse el proceso de postulaciones y se iniciaron las matriculas de los estudiantes, Bachelet ha intensificado sus actividades vinculadas a la gratuidad. Este miércoles tendrá otra más con estudiantes que estudiarán gratis en la Universidad de Chile, mientras la ministra de Educación, Adriana Delpiano también ha redoblado su presencia en medios de comunicación.
Así, el ministro vocero Marcelo Díaz afirmó este martes que la gratuidad ya "es una realidad y se está convirtiendo en un beneficio de alto impacto para el país, para las familias y, por cierto también, para los estudiantes" y que "estamos contentos de ver cómo se empiezan a desplegar de manera integral las reformas".
El factor Caval que contamina los logros
En paralelo a la reforzada agenda de educación, La Moneda sigue sufriendo los embates que el caso Caval tiene directamente en la figura de la presidenta. Día tras día, los avances en la indagatoria, las declaraciones de parlamentarios de oposición y oficialismo disparando contra el administrador de La Moneda, Cristián Riquelme, o el llamado a la formalización de la nuera de Bachelet, Natalia Compagnon, continúan relacionando a la máxima autoridad con la indagatoria.
Al respecto, el politólogo vinculado a la DC, Mauricio Morales, enfatiza que "el tema de la gratuidad y de los beneficios que pueda reportar en términos de popularidad para la presidenta, se van a dejar sentir desde marzo en adelante, porque ahora está taponeada por el caso Caval- Dávalos".
Si bien el experto anota que "el gobierno ha hecho esfuerzos muy razonables para poner el tema de la gratuidad en la agenda", al mismo tiempo "está en un problema, porque por un lado, el hijo de la presidenta y su nuera están siendo investigados por enriquecimiento ilícito, de ‘hacer trampa’ y también de cultivar los valores que la presidenta justamente quiere desterrar".
La disociación del discurso de las oportunidades
Un punto de vista similar plantea el director de Plaza Pública- Cadem, Roberto Izikson, quien resalta que la reforma educacional había seguido en paralelo la aprobación de Michelle Bachelet.
Desde el septiembre 2015, acuerdo con reforma educacional dejo de relacionarse con la aprobación presidencial #Cadem pic.twitter.com/qYwSX7DLej
— Roberto Izikson (@rizikson) January 11, 2016
"La razón que explica la baja aprobación no tiene que ver con educación, sino que con Caval. Con una pérdida de credibilidad y confianza en la presidenta Bachelet, y hasta que ella no enfrente o no logre salir de ese tema, no va asociarse a nada, porque Caval se toma la agenda de la presidenta, mucho más allá de la gratuidad", plantea.
En este sentido, "hoy la presidenta cuenta con poca credibilidad para poder salir a comunicar sus logros.
Se está cambiando la estrategia comunicacional para que la presidenta se vea más cercana a la gratuidad, pero Caval sigue siendo un tema grande".
Por ello, Morales postula que "el gobierno está intentando emparejar la cancha, generar menos desigualdad y producir más oportunidades. Entonces ahí puede que el discurso se cancele: la familia presidencial en un escándalo y el gobierno, intentando reproducir los valores antagónicos".
"Si uno analiza las gráficas, se explica muy bien por qué se están reforzando las pautas de gratuidad, porque ésta tiene un impacto positivo sobre el acuerdo por la reforma educacional, pero esto no se ha traspasado a la imagen de la presidenta. Ha tenido efecto cero y el gobierno está buscando asociar la imagen de la presidenta Bachelet a la gratuidad, para que de esta manera, logre impulsar la aprobación hacia arriba, como la reforma", complementa Izikson.