Por Víctor Hugo Moreno Enero 18, 2016

Ya habían pasado tres temas en el breve comité político que se llevó a cabo en La Moneda entre los presidentes de la Nueva Mayoría y los ministros la mañana de este lunes. La Reforma Laboral y el plazo de 48 horas que se dio el gobierno para lograr el esquivo acuerdo oficialista sobre el proyecto, la tramitación de carrera docente y la apretada agenda legislativa que queda para el mes de enero, fueron los ítems en la tabla inicial de la reunión. Sin embargo, pocos minutos antes de dar por finalizada la cita, la presidenta del PS, senadora Isabel Allende, tomó la palabra. Quería hablar sobre la situación de Ana Lya Uriarte, quien estaba presente en el Salón Entre Patios de Palacio.

A esa hora, la jefa de gabinete de la presidenta Bachelet era el centro de atención luego que Natalia Compagnon detallara en su tercera declaración ante el fiscal Luis Toledo, del caso Caval, un antecedente que si bien no es nuevo, es el que más puede complicar las cosas esta semana en La Moneda. Compagnon detalló el contrato entre Caval y la Uriarte en 2012 por su trabajo en la oficina dedicada al derecho ambiental Sustentabogadas.

"Contratamos a Ana Lya Uriarte porque Gonzalo Vial  estaba interesado en comprar la central termoeléctrica Los Guindos y se necesitaba saber si la plata era efectivamente lo que se ofrecía, y se le pagó a ella desde la cuenta corriente de Mauricio Valero", dijo Compagnon sobre los $20 millones que su empresa le pagó a Sustentabogadas en 2012.

Justo antes de comenzar la cita, el presidente de la DC iba entrando a la reunión cuando los periodistas le preguntaron sobre esta situación que, desde el caso Caval, volvía a golpear a La Moneda. "El daño ya está hecho", soltó.  Pero las palabras de Allende no fueron para criticar ni pedir explicaciones sobre la situación de Uriarte, sino más bien para comprometer el respaldo cerrado de las dirigencias oficialistas a su labor.

La intervención de la senadora tuvo inmediata acogida del resto de los presidentes de los partidos de la Nueva Mayoría, lo que representaba definitivamente un nuevo aire, pues sólo hace días había varios de ellos pidiendo la salida de Uriarte por su rol de excesiva influencia en las decisiones presidenciales tras marginar del viaje a La Araucanía al ministro del Interior, Jorge Burgos. Mientras los timoneles hablaban brevemente, los ministros de La Moneda- comandados por el ministro del Interior (S) Mahmud Aleuy (Burgos se tomó unos días) tomaban nota, guardando silencio. Uriarte sólo atino a dar una escueta muestra de agradecimiento al espaldarazo oficialista, según relató uno de los testigos del momento.  A la salida de la reunión la funcionaria más poderosa de Palacio solo se limitó a decir que venía del comité político para continuar trabajando como jefa de gabinete de la presidenta, sin ahondar en el tema.

En La Moneda intentan por todos los medios de despojarse del caso Caval. Por ello, el comité político de ministros no quiso ahondar en el tema en la reunión de esta mañana, como una forma de cerrar la polémica y pese al análisis de los presidentes respecto a que esta nueva arista ya formaba parte de una operación mediática, según acusó la propia Allende a la salida de la reunión. “La información de los medios tiene que ser verosímil, y tiene que ser más cercana a la verdad que ninguna cosa y es una responsabilidad señalarle una vez más a la ciudadanía: No nos confundamos, acá hay una operación para intentar mezclar una situación del 2012 con la del 2014”, expresó.

En ese sentido, el control de daños que sí ha hecho en privado el Gobierno, según han comentado altas fuentes a este medio, radica en la tesis acuñada por el Presidente Ricardo Lagos en 2002 en medio del estallido del caso MOP-GATE: dejar que las instituciones funcionen. Ello involucra seguir intentando levantar los temas de la agenda, enfocados en asuntos más ciudadanos como se concordó en el cónclave de la semana pasada en Cerro Castillo y no ocupar los espacios como el comité político con abrir discusiones ni análisis sobre el caso Caval. Esta estrategia no es casualidad, ni se ha elaborado improvisadamente, sino que es mandatada desde la oficina presidencial, según comentó el portavoz del Gobierno, Marcelo Díaz, tras ser consultado al respecto: "Nosotros tenemos una posición que es por ustedes conocida, y es que estos temas deben ser debatidos donde corresponde. En este caso es en el marco de una investigación que lleva adelante un fiscal y posteriormente ante los jueces, que es como funciona nuestro ordenamiento constitucional en estas materias. Lo mejor que le puede pasar al país es que estos casos de investigaciones que se lleven a cabo sean sometidos a la consideración de los Tribunales y ellos determinen si hay responsabilidades que merezcan algún reproche o algún tipo de sanción. Esa es a nuestro juicio la recta doctrina en esta materia, nuestra conducta, reitero, por petición expresa de la Presidenta de la República es que si el Gobierno pueda colaborar, lo vamos a hacer, porque lo que le hace bien a Chile, porque lo es que necesario para su sanidad institucional es cada que organismo desarrolle su labor de acuerdo a la ley. Y nuestra contribución es dejar que las instituciones funcionen”, dijo.

Harina de otro costal

El breve análisis que hicieron los jefes de partido es que la situación de Ana Lya Uriarte nada tiene que ver con la artista judicial que se lleva en el caso Caval. Y por ello, se obviaron los cuestionamientos al trabajo de la jefa del gabinete de la presidenta y se elaboró una sola opinión: el gobierno debe evitar el tema dejando todo en manos de la justicia, pues mientras el caso Caval siga abriendo flancos, el impacto del sino reformista del gobierno no podrá ser absorbido por la ciudadanía. Pero el mensaje común fue claro: la justicia debe actuar lo más rápido posible.

"El deseo común es que la justicia determine lo más rápido posible las responsabilidades, si es que las hay", dijo Pizarro.

  En ese sentido, el presidente de la Izquierda Ciudadana, diputado Sergio Aguiló, resumió la conclusión a la que se llegó sobre este tema: “Respaldamos plenamente a Ana Lya Uriarte como una persona proba  de una trayectoria impecable en su vida política y desde luego como jefa de gabinete. Se trata de una información que no contiene ningún ilícito, nada reprochable, ella mientras era abogada en el gobierno anterior ejerció su profesión asesorando a Caval en algo que no tiene nada que ver con el negocio que está siendo objeto de una investigación judicial.  Lo que hemos dicho (en el comité político) es que lo de Caval siga su curso en las investigaciones en el caso de Ana Lya Uriarte hubo respaldo total”, indicó.

 “Lo que uno espera en el caso Caval es que haya transparencia hasta el final y que esto quede radicado en el ámbito judicial que es donde debería estar, que el Ministerio Público ojalá con mucha rapidez haga un trabajo efectivo, y ojalá los tribunales lo resuelvan”, dijo por otro lado el presidente del PR, Ernesto Velasco.

Pese a esto, el ambiente que se respira en La Moneda desde el estallido del caso es que este tema golpeó, golpea y seguirá golpeando al Gobierno. Y para enfrentarlo La Moneda intenta por todos los medios girar la agenda hacia el programa, incluso con los problemas que han tenido para manejar las reformas, pues eso-  comentan en el Ejecutivo, es parte de gobernar con una coalición tan amplia como la Nueva Mayoría. En ese contexto, por ejemplo, la presidenta esta tarde recibió a los parlamentarios de la Asamblea Constituyente, para intentar avanzar en la reforma constitucional, en un proceso que la misma Bachelet viene asumiendo con audiencias a diferentes agrupaciones y dirigentes que quieran aportar en el proceso.

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