“Hay proyectos a los que les llega su hora”. Estas fueron las palabras del vocero de Gobierno, Marcelo Díaz, luego de concluir el consejo de gabinete con que se dio inicio oficial al año legislativo en La Moneda. Reunión que estuvo marcada por temas económicos y la decisión del gobierno de llevar adelante un ajuste fiscal, situación que en las próximas horas debería ser detallado por el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés. Sin embargo, otros temas son más urgentes para el Ejecutivo y son los temas pendientes que quedaron de enero. Sobre todo considerando la reforma laboral que ya lleva más de un año de trámite en el Parlamento, generando un alto grado de incertidumbre en el mundo empresarial y político por las consecuencias que podría tener en la economía.
Así el plazo ya estaría cumpliéndose y llegó la hora de votar el proyecto con o sin acuerdo dentro de la Nueva Mayoría, cuestión que hasta ahora es un completo misterio. Esta mañana, tras el consejo de gabinete, se abrieron los fuegos en el comité político de ministros y presidentes de partidos oficialistas, donde se le pedirá a La Moneda que sincere plazos y que defina si ingresara o no nuevas indicaciones.
Una de estas indicaciones se refiere a las adecuaciones necesarias, y se ha transformado en un gran dolor de cabeza para el gobierno. Indicación que fue ideada en Hacienda con la venía de la ministra del Trabajo, Ximena Rincón. Esta indicación permitiría al empleador a cambiar turnos y horarios mientras haya una huelga, cuestión que tanto para la CUT como para los sectores más de izquierda de la Nueva Mayoría no es otra cosa que un "reemplazo en huelga encubierto", según han dicho.
En ese contexto, el presidente del Senado, Patricio Walker (DC), expresó que es necesario zanjar el tema y que es el gobierno el que debe definir qué hará con esta polémica indicación: “En la DC hay distintas posturas fundamentalmente porque el gobierno promovió, patrocinó, presentó una indicación, previo acuerdo de los senadores de la Nueva Mayoría, que establecía las adecuaciones necesarias y nosotros siempre dijimos que íbamos a apoyar al gobierno en esa indicación, reitero no es la indicación de la Democracia Cristiana, sino que fue del gobierno. Después esa indicación fue modificada por la comisión de trabajo y se pidió al gobierno que repusiera la indicación de las adecuaciones y el gobierno tendrá que tomar una decisión al respecto si repondrá su indicación o hará una distinta en los próximos días”, expresó poco antes de entrar a la reunión en La Moneda.
Con todo, desde el gobierno han trabajado moderar aún más esta indicación, según comentaron fuentes al interior del proceso, incluso pensando en colocarle un nuevo nombre, para morigerar el concepto que pude haber causado algo de confusión. Porque en el gobierno insisten que la esencia del proyecto es una "huelga efectiva". Esta decisión final esperan dentro de la Nueva Mayoría sea tomada con la mayor celeridad posible para despejar cuanto antes el tema.
Otro de los temas conflictivos es el proyecto de despenalización del aborto en tres causales, donde tampoco existe el acuerdo. En ese plano el senador Walker confirmó que cada parlamentario votará de acuerdo sus valores, sin imponer una visión común.
El ministro Díaz, enfatizó sobre estos proyectos que ya llegó el momento de cerrar la discusión: “Son proyectos que ya llegaron un punto de cierre. Los proyectos no se pueden eternizar en el diálogo legislativo. Estos proyectos ya están en esos momentos de votación y de cierre”.
Expectación por ajuste fiscal
Otra de las materias que copó la agitada mañana en el Palacio de La Moneda es el ajuste fiscal que el gobierno confirmó se iba a tener que hacer. Fue un tema que estuvo presente en el consejo de gabinete, en donde el jefe de las arcas fiscales hizo una exposición de la situación económica y donde se podrían llevar a cabo posibles recortes. En donde hubo consenso fue en que estos recortes no podían afectar la inversión social. En eso, Diaz fue claro en señalar que “Chile tiene goza de una reputación bien ganada, una tradición de manejo responsable (de las finanzas). La presidenta ha dicho, en algún momento del consejo, que vamos a ajustar el gasto para invertir en lo que más importa que son las personas”.
Este mediodía Valdés entregó los detalles del ajuste, luego de haberlo socializado con los presidentes de los partidos de la Nueva Mayoría.
En La Moneda quieren ir despejando los temas y cumplir con las metas pactadas para enero, que no lograron concretarse. En ello el Congreso jugará un rol clave en brindar o no el apoyo la reforma laboral y al proyecto de aborto. Dos temas en donde se doblegarán los esfuerzos para que tengan el respaldo, al menos, de toda la Nueva Mayoría. Cuestión que por ahora se ve difícil de concretar.
Ministerios apretarán cinturón e inversión en salud no se toca
El ministro de Hacienda detalló minutos más tarde desde Teatinos 120 y acompañado el director de Presupuestos, Sergio Granados, este ajuste que se situará en torno a los US 540 millones del gasto público, concentrado esencialmente en el gobierno central. Será una reducción del 1% del gasto considerado por presupuesto para este año y cada ministerio deberá entregar una propuesta para minimizar los gastos en cada repartición.
Valdés fue claro en señalar que este ajuste no tocará las prioridades sociales, que están aseguradas en su totalidad, por ejemplo, detalló que en áreas como la salud no se verá reducidas las inversiones. Dicha señal fue reforzada por la misma presidenta Bachelet, quien luego de la reunión asistió a la inauguración de un Centro de Salud Familiar (Cesfam) en la comuna de La Ligua, donde enfatizó las inversiones que se están llevado a cabo en dicha área. Sector muy sensible para la sociedad y en donde la Nueva Mayoría ha dicho en reiteradas oportunidades que no se aceptarán reducciones del gasto. Valdés y Bachelet dieron así la señal que este ajuste no afectará este sector, con el fin de apaciguar de inmediato posibles flancos de críticas.
El jefe de las finanzas públicas explicó que “la baja en el precio del cobre de largo plazo significará un shock de ingresos estructurales del orden de 1 punto del PIB. Lo que requeriría en ausencia de otras cosas de un ajuste bastante grande”. Valdés enfatizó que de no ser por la reforma tributaria que se aprobó en 2014 el ajuste habría sido mucho mayor. “La buena noticia y que nos permite compensar una porción importante de la mala noticia anterior es que la recaudación tributaria del año 2015 fue mejor de lo esperado. El déficit fiscal del año pasado terminó siendo 2,2%. Menos que el 3,3% que teníamos proyectados. Una parte importante en esta diferencia es porque hubo mayores ingresos. Mejor comportamiento de contribuyente, ingreso renta IPB ha subido, IVA en la demanda interna también subió. También el sistema para disminuir elusión y evasión. La reforma tributaria, así, está dando sus frutos. Gracias a eso podemos hacer un ajuste moderado, sin esa recaudación habría que hacer un ajuste mayor”.