La relación entre el presidente de Bolivia Evo Morales y su opositor, el ex presidente y hoy vocero de la demanda marítima boliviana ante La Haya, Carlos Mesa, no pasa por el mejor momento. Esta semana el ex mandatario fue marginado de una serie de reuniones de los equipos jurídicos nacionales y extranjeros que se han llevado a cabo en La Paz y que son claves para definir la estrategia que seguirá el país altiplánico de cara a la presentación de la contramemoria que Chile debe presentar a más tardar el próximo 25 de julio. Este hecho no es casual. Se suma a una serie de impasses que han tenido Morales y Mesa, luego de que este último afirmara que el actual gobierno le debe muchas cosas al ex mandatario Gonzalo Sánchez de Lozada, quien está siendo investigado por desvíos de fondos públicos. Dichas palabras no cayeron bien en el oficialismo. La polémica continuó cuando Mesa le respondió a Morales diciéndole que él tenía pensamiento propio y no es títere de nadie como lo acusaron desde Palacio Quemado. Esta es la primera vez que el vocero de la demanda no participa de estos encuentros y develan las primeras fisuras en el equipo boliviano.
Así, hoy Mesa estuvo ausente de la reunión del Consejo de Reivindicación Marítima que se llevó a cabo en Santa Cruz de la Sierra y que se hace a una semana del referéndum que se efectuará en el país altiplánico y que revisará una posible reelección de Morales para la presidencia. El presidente boliviano al ser consultado sobre esta exclusión del vocero descartó tensiones en el equipo y aclaró que no es primera vez que se ausenta de este tipo de encuentro que, por lo demás, explicó tenía una connotación estrictamente jurídica. “Lamentablemente para algunos medios de comunicación esto (ausencia de Mesa) es más importante que esta reunión, y no comparto. Ha habido tantas reuniones y Carlos Mesa nunca ha participado. La última reunión era en Bruselas con todo nuestro equipo externo y por qué no esa vez se preguntaron (sobre el portavoz). Es una reunión técnica jurídica”, explicó el mandatario.
El jefe de Estado boliviano también hizo una importante aclaración: Mesa no es el único vocero. Ello aludiendo a que todos los ex presidentes y ex cancilleres también lo son. Ninguno de estos tampoco participó de la reunión y fueron convocados para un nuevo encuentro después de las elecciones del 21 de este mes.
El factor de lucha interna
Pese a que Morales enfatizó en que la cita de hoy sólo tenía un tinte jurídico, a la salida del encuentro explicó que también se abordó la estrategia política, en la cual sí tiene un protagonismo el ex presidente Carlos Mesa. Desde que comenzó este litigio (en 2013) Palacio Quemado ha divido las aguas en lo jurídico y comunicacional, siendo Mesa el líder en esta última arista. Por ello, resulta extraña su exclusión. Aunque si se analiza desde el punto de vista de la política interior boliviana, no sorprende esta tensión, pues Mesa no está de acuerdo con una nueva reelección del jefe de Estado. Y allí las fricciones asoman, más aún a una semana del referéndum que definirá esta situación.
Para el analista internacional de la Universidad Adolfo Ibáñez Guillermo Holzmann este hecho sin duda devela una fricción interna marcada por las diferencias políticas entre ambos líderes: “Más allá de las razones esta exclusión marca un hecho político; si la ausencia es justificada aún así significaría que la presencia de Carlos Mesa no constituye un elemento hoy día esencial en la estrategia que Bolivia tiene en torno a la demanda. Ahora si la ausencia se debe a un gesto político de Carlos Mesa, como desacuerdo a las diferencias que se han provocado por el referéndum, estaría significando un quiebre en el equipo boliviano”, sostiene el académico. El cientista político agrega que todo este lio interno que vive el vecino país se debería resolver tras el plebiscito: “Bolivia está viviendo un impasse y su reemplazo como vocero es una posibilidad, pero estaría implicando diferencias entre Mesa y el Gobierno que probablemente se van a despejar cuando se acabe el referéndum. Pero por el momento esto implica un punto de debilidad en la estrategia boliviana”.
Aprender la lección
En tanto el diputado y miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores Jorge Tarud (PPD) hace un llamado a las autoridades chilenas a revisar lo que está pasando en Bolivia para no caer en algo parecido con el agente José Miguel Insulza: “Precisamente es lo que nosotros no queremos que pase en Chile con Insulza. Porque al tener diferencias políticas, en algún momento también puede perjudicarnos”.
A su vez el parlamentario también piensa que esta situación que se está viviendo en Bolivia podría significar una oportunidad para fortalecer nuestra estrategia, pero duda que ello ocurra: “Se podría aprovechar este momento si se sigue una estrategia adecuada que no veo por el momento exista en nuestro equipo”, finalizó.