El PS y el PC están en pie de guerra. La DC también. El conflicto por las adecuaciones necesarias, que en la izquierda consideran un reemplazo interno "encubierto" se reflotó con las nuevas indicaciones ingresadas por el gobierno y ahora la DC reclama que la negociación interempresas tampoco estaba entre las promesas originales del programa. En ese contexto, en el PS, el partido de la presidenta Bachelet han alzado la voz de alerta.
Ante la dificultad para alinear al oficialismo, figuras como Camilo Escalona han redoblado los cuestionamientos al manejo del Ejecutivo.
Anoche, en TVN, el vicepresidente del PS señaló que "el gobierno ha puesto al Partido Socialista en un grave problema porque su fuerza está en ese sector sindical. Yo no votaría a favor". Agregó que "al PS se le produce un conflicto de lealtades insolucionable, porque no puede ir en contra del gobierno ni contra los dirigentes sindicales. Es una de las decisiones más difíciles de tomar en 25 años. La reunión de lunes deberá acercar algún criterio a aplicar en el Congreso".
"Los dirigentes sindicales del socialismo con los que he podido dialogar este fin de semana señalan un problema sin solución", enfatizó.
Al mismo tiempo, el presidente de la comisión de trabajo del Senado, Juan Pablo Letelier (PS) planteó en El Mercurio que no sólo su partido muestra aprensiones ante el articulado, endosando también parte de la división oficialista a la DC.
"Hay una posición en particular de algunos senadores de la DC, que han dicho que no van a aprobar la reforma. Algunos de nosotros hemos estado dispuestos a dialogar y a hacer todos los esfuerzos para encontrar los acuerdos. Pero hemos llegado al límite. Y la verdad es que yo lamento esta actitud por momentos dilatadora, que desconoce los acuerdos explícitos del programa de gobierno, que quiero recordar, fue firmado por Ignacio Walker", afirmó.