Por Qué Pasa Marzo 17, 2016

Cuatro días después de que se conociera que Marco Enríquez Ominami utilizó un jet privado de OAS, empresa Brasileña investigada en ese país por financiamiento irregular a la política, el ex candidato presidencial al fin se decidió a dar explicaciones ante la prensa. En entrevista una en radio Agricultura, y tal como ya lo había hecho a través de las redes sociales, el líder del PRO volvió negar cualquier vínculo con la constructora, asegurando que no sabía quiénes era los dueños del avión y que este fue costeado por completo por su equipo. Incluso lo volverán a utilizar en 2017.

"Me doy cuenta que la campaña presidencial partió. En una campaña que fue franciscana, tres años después y lejos del período que había para denunciar o fiscalizar, se reflota un tema que ya fue noticia en la prensa. Asumo que se trata de desviar los debates importantes del país, de llevarme a mí que hoy en día lidero un proyecto sustantivo y competitivo a un terreno incómodo que ha sido duro, difícil”, sostuvo Enríquez-Ominami, quien abrió la conversación con un discurso que ya tenía preparado, pasando por encima de las preguntas que le estaban haciendo.

“Ese avión pertenece a una estrategia publicitaria, ese avión al igual que Michelle Bachelet, al igual que Salvador Allende, al igual que Ricardo Lagos fue utilizado en el caso nuestro no solo para recorrer Chile sino que fue la pieza publicitaria principal de nuestra campaña”, agregó.

El domingo pasado, Reportajes de La Tercera reveló que el avión que Enríquez Ominami utilizó para recorrer el país durante su última campaña presidencial,  no había sido declarado ante el Servel en el ítem transportes. Sobre este tema, el líder del PRO afirmó que el gasto sí fue rendido, sólo que como parte del ítem publicidad, explicación que estuvo en línea con las declaraciones que hizo Patricia Morales, presidenta de su partido, el día lunes.

“Corregiremos lo que evidentemente es una desprolijidad y seremos más precisos el 2017. Sin duda, que ha sido difícil porque vamos en la acusación número 19 en menos de 24 meses”, reconoció el ex candidato.

Por último, a pesar de que repitió varias veces  que desconocía que el avión era propiedad de OAS,  sí admitió haber viajado a Sao Paulo con ejecutivos de la constructora:  "Es gente que yo conozco desde 2011, en el ámbito social, y que me ofreció viajar a Sao Paulo por un tema fotográfico.  En el 2013 yo no podía adivinar lo que iba a pasar en 2016. Aproveché la posibilidad de ir a Sao Paulo a fotografiarme con un gran fotógrafo y me pareció que si ese era el camino más barato iba a hacerlo, pero no soy funcionario público".

Sobre esto último, el progresista no perdió la oportunidad de recordar que la licitación más grande que se adjudicó OAS en Chile, el puente sobre el canal del Chacao, ocurrió durante el gobierno de Sebastián Piñera, y que Michelle Bachelet recibió a Lula Da Silva, ex presidente de Brasil cuyos vínculos con la constructora están bajo la mira de la justicia en ese país, en La Moneda.

Tal como lo ha hecho en otras oportunidades, el discurso de ME-O se enfocó en que su campaña -que el mismo califica como "franciscana- contó con muchos menos recursos que las de sus adversarios, contra quienes apuntó todas sus críticas.

"Yo también quiero denunciar algo. Me interpela la clase política, pero quiero decirle al señor Pizarro, al señor Tarud y al señor que tiene la mitad de su gabinete estacionado en Fiscalía que no pertenecen a una democracia, pertenecen a una mafiocracia, porque tener el descaro de transformar esto en un caso único cuando la misma Evelyn Matthei tiene un avión no declarado" .

 

 

 

 

 

 

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