Tras una semana de tensiones entre el gobierno y el Consejo Ciudadano de Observadores, y cuando sólo faltan cinco días para que comiencen los encuentros ciudadanos, los problemas entorno al proceso constituyente siguen lejos de solucionarse.
Desde el comienzo del proceso el Consejo de Observadores ha presentado sus reparos a la campaña comunicacional del gobierno. En diciembre, por ejemplo, se opusieron a que se utilizara el rótulo “nueva Consitución”, ya que se trata de un debate que está en proceso y no todos los miembros de la instancia están de acuerdo en que debe culminar en una nueva Carta Fundamental. La solución fue que todo el material producido se refiriera en cambio al “proceso constituyente”.
Desde la semana pasada, sin embargo, los problemas comenzaron a acrecentarse. A las críticas que manifestaron varios de los observadores –entre ellos Patricio Fernández, Salvador Millaleo y Francisco Soto – luego de haberse enterado por la prensa de que el gobierno realizará un docurreality como parte de la campaña comunicacional, para lo cual se le adjudicaron $ 74 millones a la productora Parox S.A., se sumó el hecho de en que la cadena nacional que realizó la presidenta el pasado martes invitando a la ciudadanía a participar en los cabildos, la mandataria habló de “nueva Constitución”, contradiciendo lo que había acordado el consejo.
Pero las cosas no se quedaron ahí. Además de las diferencias entre el Ejecutivo y los Observadores, el agente de Chile ante La Haya, José Miguel Insulza, se fue en contra del proceso en medio de un seminario en la Universidad Adolfo Ibañez. “Yo francamente confieso –tengo el sueño de equivocarme–, pero creo que este proceso de debate no va a llegar demasiado lejos”, sostuvo el ex secretario general de la OEA, generando malestar dentro del oficialismo.
Por último, la semana culminó con un último round de confrontaciones lo protagonizado por el ministro vocero de gobierno, Marcelo Díaz, quién intentado defenderse de las críticas afirmó que, pese a las contribuciones, el Consejo ha ido más allá de sus atribuciones originales.
Tal como había sucedido con anterioridad, fue el presidente de la instancia, Patricio Zapata, quien salió a ponerle ponerle paños fríos a la serie de sucesos. “Sería una impertinencia y un despropósito en una democracia que uno le impida a la Presidenta o a otros actores políticos dar su opinión. Lo importante es que el aparato público no ejerza ningún tipo de coerción”, afirmó el abogado constitucionalista en una entrevista en El Mercurio.
Sobre los dichos de Díaz, en cambio, su opinión fue más dura: “Discrepo del ministro Díaz. Este Consejo se ha sujetado estrictamente al encargo que nos hizo la Presidenta: hemos sido llamados a opinar desde la autonomía y a garantizar un espacio abierto a todos los sectores. Jamás aceptaríamos ser meros cheerleaders de lo que hace el Gobierno”.
No obstante, Zapata ha reconocido que son muchos los nudos que faltan por resolver, ya que hasta el momento no se han ofrecido ni explicaciones ni soluciones a los últimos problemas detectados tras la capacitación de los facilitadores. Por ejemplo, según consigna Pulso, no hay claridad sobre cómo los facilitadores asignados a zonas extremas financiaran sus traslados. Tampoco se sabe cómo se implementarán los cabildos en el exterior, pese a que el gobierno ya confirmó su realización, y existen diferencias en los contratos de los facilitadores, ya que algunos de estos duran hasta diciembre, pese a que su labor termina en octubre.
Por otra parte, pese a que cuando empiecen los cabildos oficialmente habrá culminado la fase informativa, cuyo objetivo era que los ciudadanos conocieron los objetivos y los métodos del proceso, la encuesta Cadem de esta semana y que adelantó hoy diario Pulso reveló que persisten altos niveles de desconocimiento. Mientras un 81% de los entrevistados no sabe cómo participar en los cabildos, el 61% no sabe cuándo comienzan los encuentros ciudadanos y un 76% ni siquiera ha oído hablar del Consejo Ciudadano de Observadores.
Para hoy está previsto que el ministro Marcelo Díaz asista a la sesión del Consejo con el objetivo de despertar parte de las dudas.