Por Víctor Hugo Moreno  Abril 7, 2016

Dicen que pedir perdón forma parte de un proceso de redención.  Con el perdón se podría lograr la remisión de algún pecado, según indica la RAE. Su significado es simbólico, no ayuda concretamente a enmendar el error cometido, pero sí puede servir para alcanzar un mayor estado de armonía. Hoy en la sala del 7° Juzgado de Garantía el ex subsecretario de Interior, Patricio Rosende, pidió perdón.  “Si alguna de mis acciones esa noche contribuyeron de alguna forme a que se cometiere algún error, lo lamento profundamente y expreso mis disculpas por aquello“, expresó.

Dicho mensaje formó parte de los requisitos que se establecieron luego del acuerdo que suscribieron este jueves la Fiscalía con los abogados defensores para suspender el proceso judicial que se seguía en contra de seis imputados en la investigación en torno a las responsabilidades que podrían haber existido en la noche del 27 de febrero de 2010 luego del terremoto y tsunami que afectó ese día al país. El acuerdo entre las partes consistió en tres puntos: el pago por un total de $245 millones por concepto indemnizatorio a las víctimas, la realización de un seminario de protección civil y la lectura de una declaración pública donde cada involucrado, de forma individual, explicará cuál fue su rol aquella fatídica noche del 27-F. Dicha lectura no consideraba la necesidad explicita de pedir perdón. Ello quedaba a criterio de cada uno de los acusados.

Así Rosende reconoció que  "Este terremoto develó nuestra precariedad como Estado",   agregando que se hizo todo lo que estaba al alcance de los funcionarios que llegaron esa madrugada a las dependencias de la Oficina Nacional de Emergencia (ONEMI). También habló la ex directora de la Onemi Carmen Fernández, quien dijo que jamás quiso "un resultado dañino para las personas".

Entre quienes llegaron esa noche estaba la propia presidenta Michelle Bachelet.  La mandataria fue excluida en esta investigación, luego que la Fiscalía decidiera no imputarla por ningún cargo y solo requerirla como testigo, debido a que no se habrían encontrado las razones suficientes para hacerlo. En paralelo la mandataria respondió en 2012 a la comisión investigadora de la Cámara de Diputados que se formó para indagar sobre las eventuales responsabilidades políticas. Bachelet respondió las preguntas de la comisión que inculpó a la jefa de Estado  de “ocultar información en aquella jornada”. Dicho informe fue rechazado finalmente por la Sala de la Cámara.

La presidenta Bachelet se ha referido en reiteradas ocasiones a lo ocurrido el 27-F y en varias de estas intervenciones ha establecido la premisa de dejar que la justicia hiciera su trabajo. “Es necesario dejar todo en manos de la Justicia,  respetemos a las familias, no politicemos un drama tremendo y hagamos lo que tenemos que hacer para que el país sea mejor", dijo, por ejemplo, en 2012 cuando se desempeñaba como directora de ONU Mujeres. Así también en medio de la conmemoración del trágico desastre natural en 2014- el primero que le tocaba vivir en su segundo período como presidenta- señaló que ''ojalá el perdón fuera suficiente para las familias''. Esto tras el aumento de la presión ciudadana, sobre todo de las familias de las víctimas, para que la jefa de Estado hiciera algún tipo de "mea culpa" por los errores cometidos esa madrugada y que costaron la vida a centenares de chilenos.

Hoy terminó el proceso judicial tras seis años de investigación y familiares volvieron a insistir en escuchar alguna palabra de la presidenta. Quizás un perdón, un mea culpa o algún tipo de balance tras concluir esta etapa judicial.

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