Entre aplausos abandonó la Plaza de la Paz la presidenta de la Democracia Cristiana, Carolina Goic, luego del perdón que pidió en el discurso de despedida en el funeral del presidente Patricio Aylwin. Así, luego de tres días de solemnes ceremonias y homenajes, el último adiós del ex mandatario tuvo como protagonista quizás su mayor legado político: el perdón.
“Yo hoy con esa misma humildad o mucha más, ante usted y ante todos los que estamos acá acompañándolo, también creo que es momento en que los políticos pidamos perdón. Perdón por no haber actuado a tiempo, perdón por los abusos de poder, perdón por la falta de ética, perdón por haber traicionado la confianza de aquellos que representamos, sirviendo a otros intereses y no la de las familias y chilenos y chilenas. Pedir perdón…y esperar poder seguir su ejemplo. Y comprometer hoy día un nunca más, que nunca más la política sea degradada”, fueron sus palabras finales luego de un discurso en que en muchos de sus pasajes abandonó la lectura del texto preparado para improvisar y hablar más desde el sentimiento.
Sus palabras fueron inmediato comentario luego de haber finalizado la ceremonia oficial. Se valoraron sus palabras, pero también se hizo un llamado a que estas palabras también significarán acción, para que realmente tuvieran algún efecto. La ex ministra DC, Soledad Alvear apuntó en esa dirección: “Uno de los grandes legados de Aylwin fue dejarnos herencia de una gran política, que hizo de ella una labor pública honorable, buscando el diálogo. Nunca insultó, nunca habló más de nadie y eso es lo que nos hace falta hoy en la política. Ahora falta acción, no es suficiente hablar, ahora hace falta actuar. Por sus hechos los conoceréis”, señaló.
Quien también se refirió a este fuerte llamado que hizo la actual líder falangista fue el ex ministro Enrique Krauss, quien también coincidió en que después del perdón debe venir un paso más: “Es una motivación de orden espiritual que se dan en las circunstancias del funeral del presidente Aylwin para que efectivamente se pida perdón, pero no sólo hay que pedir perdón, después de eso tiene que venir el acto de concisión, efectivamente hay que arrepentirse”.
La misma senadora Goic tras su comentado discurso aclaró que su llamado lo hizo a título personal, pero sintiendo que con ello está representando el compromiso de toda la Democracia Cristiana en orden a dar vuelta el magro panorama que vive hoy la clase política con una magra evaluación ciudadana. “Es lo que uno ha sentido estos tres días que es lo que se reconoce a don Patricio Aylwin, esa capacidad de ser el político recto, honesto, sencillo que su testimonio de vida es la buena política. El fue capaz de asumir responsabilidad, de pedir perdón como jefe de Estado a pesar de que no era su responsabilidad. Hoy pedir perdón es el primer paso para recuperar la confianza”.
En esta despedida final también se juntaron las generaciones. Así como la senadora Goic habló en nombre de la actualidad democratacristiana, junto al féretro cubierto con la bandera nacional, también habló el ex presidente de la DC, Renán Fuentealba. A sus 99 años con impecable lucidez, recordó la trascendencia política de quien en su momento fuera su rival dentro de la DC, pues Fuentealba fue uno de los 13 que firmaron el inmediato rechazo al golpe militar del 73, a diferencia de Aylwin. “No es de extrañar, entonces, que en momentos cruciales haya sido escogido para ser presidente del primer gobierno democrático tras la dictadura e iniciar la tarea de respetar los valores morales que fueron pisoteados”.
La presidenta Michelle Bachelet fue la que cerró los discursos resaltando una vez más la pulcritud política del ex mandatario, además de hacer hincapié en los desafíos que debe asumir de ahora en más la clase política: “Nos interpela en nuestras responsabilidades como líderes y representantes políticos. Es la exigencia de actualizar el diálogo social y político a las condiciones de hoy”, finalizó.
Así, al finalizar la ceremonia se dejó caer una leve lluvia, mientras el cuerpo del ex mandatario se dirigía a su última despedida estrictamente familiar en el Cementerio General. Y de este modo, los tres días de duelo nacional llegaban a su fin con el fuerte llamado realizado por la presidenta DC, quien se atrevió a dar un paso más allá, tomando como ejemplo las palabras de perdón alguna vez emitidas por el presidente Aylwin.