Por David Muñoz Abril 13, 2016

"Estamos en el reestreno de un libro que responde a una dinámica de la Fundación Progresa que ha sido muy sistemática, que es tratar de dejar por escrito buena parte de nuestras propuestas". Con esta frase, Marco Enríquez-Ominami inauguró el viernes pasado la ceremonia de lanzamiento del libro "La Social Prosperidad", que recopila ocho artículos que apuntan a criticar el modelo económico chileno.

La actividad forma parte de una renovada agenda del ex candidato presidencial, quien en las últimas semanas a incrementado su presencia política en Chile, después de privilegiar durante largo periodo sus presentaciones fuera del país. Y justo en momentos en que ha sido golpeado fuertemente por su vinculación al caso SQM por un lado, y por otro, por el uso de un jet privado de origen brasileño durante su campaña en 2013, cuyo financiamiento fue puesto en duda pese a la explicaciones de que formaba parte de los gastos de publicidad.

Polémicas que ME-O busca dejar atrás: junto a la Fundación Progresa y el PRO buscan retomar el terreno de las ideas y la política, en un claro intento por despercudirse de sus vínculos con SQM y su futuro judicial.

Es en ese contexto que "La Social Prosperidad" contiene diversos textos que repasan una amplitud de temas desde la acumulación de capital, recursos naturales, reforma previsional, entre otros, donde reaparecen las visiones programáticas de ME-O y su partido. Entre ellas, un artículo dedicado a la minería sin eludir el asunto del litio y el rol de SQM, precisamente el que le ha traído más dolores de cabeza.

"Sustentabilidad de la Minería Chilena, desafíos de futuro", se llama el texto escrito por Camilo Lagos, a la sazón, vicepresidente de Asuntos Programáticos del PRO, quien le dedica un apartado completo al litio. Bajo el título "Paradigma de un nuevo modelo" se explaya sobre la historia de la explotación del mineral en nuestro país y su valor estratégico a futuro. De hecho cuenta la historia de la producción de litio en el país y el rol jugado por SQM.

"Los primeros intentos de producción se hacen en la década de 1980 dando origen a la Sociedad Chilena del Litio Ltda (SCL), en una asociación donde CORFO tenía el 45% de participación, aportando 2000.000 ton. de litio metálico (Li). SCL, hoy Rockwood, inició su producción en 1984. Más tarde, en 1987 CORFO vende su 45% en USD 15.2 millones.", dice el texto.

"Por otra parte, en 1986, CORFO, con un 25% de participación, forma la Sociedad Minera Salar de Atacama Ltda., lo que daría más tarde origen a SQM. CORFO entrega en arriendo las pertenencias hasta fines de 2030 y autoriza la producción de 190.100 ton. de Li. En 1994 SQM adquiere toda la propiedad de CORFO por USD 7 millones y parte con la construcción de una planta de cloruro de potasio, la que se pone en marcha a fines de 1995. Acualmente los dos productores nacionales Rockwood Litio Lyda. y SQM Salar tienen una capacidad instalada de 40.000 toneladas y 48.000 toneladas al año de carbonato de Litio equivalente, respectivamente".

"Actualmente el Salar de Atacama es considerado el más importante a nivel mundial, dado su posición geográfica en un ambiente muy árido con una tasa muy elevada de evaporación, además de una alta concentración de Litio. Asimismo, las altas concentraciones de potasio hace posible la extracción y coproducción de ese mineral, optimizando el costo operacional", plantea Lagos junto con contextualizar que la producción de Litio a nivel mundial ascienden a 36,7 millones de toneladas de litio metálico, de los cuáles Chile representa el 22% con los salares de Atacama y Maricunga.

Con esta información en la mano, Lagos señala que SQM y Rockwood han puesto a Chile en la vanguardia en el tema.

"Las características del Salar de Atacama han permitido que SQM y Rockwood, las dos empresas que operan actualmente en el salar sean las que presentan los costos de extracción más bajos del mercado, y coloquen a Chile como uno de los líderes en la producción mundial de Litio con el 38% aproximado de la producción mundial", plantea el artículo, agregando que "el costo de producción de estas empresas bordea los USD 2.000 la tonelada de carbonato de litio, si consideramos un precio de mercado en torno a los USD 6.000 la tonelada, es evidente que es un negocio a todas luces rentable".

En el mismo texto, Lagos se explaya sobre las conclusiones de la Comisión Nacional del Litio formada por la presidenta Bachelet y que declaró al mineral como no concesible.

A partir de estas conclusiones, Lagos plantea que de considerarse las recomendaciones de la comisión "permitirá establecer un nuevo modelo de desarrollo de la minería en Chile, en este caso para el Litio, pero que puede y debe ser, a nuestro juicio, ser el fundamento para establecer una nueva relación con la minería donde el Estado tenga control de sus recursos, capture la renta de su explotación, promueva la generación de valor agregado a los recursos extraídos, atraiga inversión, pero procurando el desarollo innovador y de nuevas tecnologías con un manejo sustentable", cierra el vicepresidente del PRO.

Palabras más, palabras menos

Con todo, ha sido el caso SQM el principal flanco de debilidad de la figura del PRO, quien hasta ser mencionado en la investigación del entonces fiscal nacional, Sabas Chahuán, aparecía como la figura política con más posibilidades de llegar encumbrado en las encuestas con miras a las presidenciales del próximo año.

34 boletas emitidas por su amigo, ex jefe de campaña y comunicaciones, Cristián Warner, a SQM por un total de $362 millones y que son consideradas por la fiscalía como ideológicamente falsas, se han convertido en su piedra en el zapato y la sospecha de que la minera no metálica podría haber financiado su campaña.

ME-O lo ha negado reiteradamente, y pese a sus intentos por evadir el tema, se le pregunta una y otra vez. Este lunes de hecho, tras la actividad de lanzamiento del pacto municipal del PRO, fue la consulta recurrente de los periodistas. Molesto por las recurrentes consultas sobre el tema lanzó una especie de perdón.

"Voy a hacer todo el esfuerzo por... no reconquistar la confianza, creo que eso ya se perdió, voy a construir a partir de lo que hay: una decepción". Junto a esa frase lanzó: "Pido perdón a mis adherentes si (las explicaciones) no son suficientes, por ahora no puedo decir más". Ante la insistencia que no le permitía zafar de los periodistas, volvió a contestar: "yo sé dónde no están (platas de SQM), lo que no puedo decir porque hay una investigación es donde están", cerró, dejando abiertas las dudas.

Aún está pendiente la decisión del fiscal Pablo Gómez, quien podría formalizar a Enríquez-Ominami, siempre y cuando determine que incurrió en algún tipo de ilícito tributario junto a Warner, dado que existen correos electrónico que vinculan dichos pagos con el "Proyecto MEO", según el registro de las comunicaciones entre la secretaria del ex gerente general de SQM, Patricio Contesse, y Warner.

Lo único que ha reconocido Enríquez-Ominami es que tuvo reuniones con Contesse (reveladas por Katherine Bischop, ex secretaria de Contesse) en las oficinas de la minera no metálica, pero según ha dicho fueron para plantearle precisamente su visión política sobre el carácter estratégico de la explotación del mineral, negando cualquier otro vínculo.

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