La tercera es la vencida. Al menos así versa un dicho popular. Eran las 13: 40 horas y el secretario general del PS, Pablo Velozo, abandonaba las dependencias del Partido Radical (PR) para buscar la última firma que faltaba para acudir por tercera vez al Servicio Electoral (Servel) con el fin de poder concretar la inscripción de las listas de candidatos municipales para las primarias. Acompañado de uno de los abogados del partido salió en búsqueda de Gonzalo Duarte, el secretario general de la DC. Nadia sabía dónde estaba, si en la sede del partido o en el Servel. Las llamadas telefónicas se cruzaban entre Velozo y Álvaro Elizalde, el encargado electoral del PS, para ubicar a Duarte. La idea era lograr llegar antes de las 2 de la tarde a las oficinas del organismo con las 14 firmas. Hasta con la firma del portero, bromeaban algunos en la salida de la sede de los radicales.
Sin embargo, una vez más no se pudo. El Servel no los recibió y además se comentaba que se produjo alguna confusión en las carpetas, entre las que ya habían ingresado con los nuevos documentos del requerimiento. Ante tal confusión, que podría desembocar en un nuevo rechazo de forma, se prefirió esperar y este miércoles a primera hora deberían hacer ingreso de una nueva reclamación para intentar revertir la no inscripción del pacto oficialista en el proceso de primarias municipales legales.
Con todo, varios al interior del equipo de negociadores de la Nueva Mayoría han ido perdiendo la fe. Uno de estos cree que el Servel, a todas luces, está actuando de forma arbitraria y fuera de la ley. Incluso piensan que podría existir alguna una “mala intención” por dejar a la Nueva Mayoría sin primarias. Claro que tal juicio se realiza estrictamente en privado, pues la estrategia del oficialismo será insistir ante el órgano electoral para lograr la concreción de las primarias legales. Hasta ahí, existe cierto acuerdo, pues en el caso de que se rechace finalmente la solicitud los caminos a seguir están en una completa nebulosa. Algunos creen que será necesario acudir a las máximas instancias como el Tribunal Calificado de Elecciones (Tricel) o la Corte de Apelaciones; mientras que otros no son partidarios de entrar en esa batalla. A esta altura del partido, cuesta encontrar un punto común en la Nueva Mayoría. Un dirigente comentó que tras esto las heridas serán complejas de sanar y que el escenario quedará en bandeja para que la derecha gane espacio, y sobre todo, el ex presidente Sebastián Piñera.
Las recriminaciones mutuas en la Nueva Mayoría siguen. Casi todos reconocen que todo este embrollo se hubiese evitado de haber conseguido el acuerdo a una hora razonable el pasado miércoles y no a las 23: 30 horas cuando finalmente las partes cedieron, media hora antes del plazo final. Esa noche las negociaciones fueron tensas y por momentos sí estuvo en peligro la coexistencia del bloque. Todo por los cupos. Pero ante ello, hay visiones algo diferentes. En el radicalismo, como en el PPD, sindican como gran responsable a la Democracia Cristiana (DC) por romper el acuerdo original de las primarias en 95 comunas. Desde otra vereda, en el Partido Comunist (PC) estiman que la actitud del PR de abandonar las negociaciones ese miércoles fue excesiva y que ello provocó el retraso en la firma. Ahora bien, con el atraso en 20 minutos en la llegada de la senadora Isabel Allende al Servel- asunto que en la forma fue lo que significó el rechazo a recibir la listas por parte del órgano- la misma senadora descartó la responsabilidad de su secretario general Pablo Velozo y de Álvaro Elizalde, aludiendo en una entrevista sabatina que había sido otro abogado quien le dijo que no era necesaria su presencia. Ante ello, Velozo efectivamente sí renunció, por considerar que como jefe de las negociaciones reconoció algo de culpa, aunque él no haya sido directamente el mal consejero de Allende.
En ese contexto, durante la mañana de este martes un grupo de abogados, la mayoría de ellos del PS, comenzó un verdadero peregrinaje para recolectar las firmas. Y en ese escenario, hubo varias declaraciones de la Nueva Mayoría que adornaban aún más el ambiente de tensión y nerviosismo. Desde la sede del PPD vino el primer misil. Su vicepresidente, Gonzalo Navarrete, hizo público lo que muchos en privado afirmaban: la culpa de este lío la tuvo la DC. “Nosotros, durante toda la negociación, lo que planteamos es ampliar el espacio de las primarias. Para ser justo con la verdad, el momento en que planteaba el cómo iban a hacer las primarias, la DC retiró uno de los acuerdos centrales”, expresó.
Mientras que la postura de la DC continúa siendo que los acuerdos peligraron porque tres partidos de la NM amenazaron a forma de chantaje irse del pacto, como declaró el vicepresidente Matías Walker a principios de esta semana. Además, desde el partido no estarían de acuerdo con acudir a otras instancias si es que lo del Servel definitivamente se cae. Esta actitud para algunos dirigentes de otros partidos simplemente confirma que la DC nunca estuvo a plena disposición para ir a primarias. Aunque no toda la DC, pues desde el PR valoran que la senadora Carolina Goic en persona fue la que destrabó las tratativas, retractando la primera postura, abriéndose a más primarias.
Por su parte en el PR pretenden como sea hacer valer el derecho a las primarias: "Queremos que hayan primarias legales y que los acuerdos a los que arribamos al suscribir el pacto que es realizar primarias en 95 comunas, realmente se concrete. Hay que agotar todos los esfuerzos en el marco del estado de derecho y legal para que esto pueda lograrse. Hay que hacer un esfuerzo con el Servel para resolver esto. Ayer cuando hubo un problema en la presentación de buena fe el equipo jurídico de la Nueva Mayoría estableció que sólo bastaba que firmara un representante por partido”, dijo su presidente Ernesto Velasco.
Con este revuelto y complejo escenario, durante la tarde de este martes los secretarios generales seguirán las reuniones para revisar con más detalle el requerimiento, cuestión que quedó a cargo del abogado radical Isidro Solis, y también para acordar cómo se llevarán a cabo las primarias en las 25 comunas que quedaron fuera del acuerdo, donde aún no existe ninguna fórmula.
La Moneda empieza a preocuparse
Por su parte, si bien el gobierno está tomando palco de esta verdadera teleserie, este martes el vocero de La Moneda, Marcelo Díaz, manifestó su preocupación: “No es una situación muy confortable y creo que es bien lamentable todo lo producido, pero no podemos calificar porque no nos corresponde, sino que dejar que los partidos ejerzan sus atribuciones y sus derechos y que sean los organismos competentes los que finalmente resuelvan”, dijo al ser consultado por la situación.
Consultado sobre qué acciones debiese seguir la Nueva Mayoría en caso de fallar lo del Servel, Díaz no quiso entrar en detalle: “Lo hemos señalado y lo reitero hoy día, esa es una materia que está en el ámbito de las atribuciones de los partidos políticos, hay presentaciones en curso y quienes tienen que resolverlas son organismos autónomos e independientes del Gobierno”.
En torno a la suspensión del comité político de lunes, si bien Díaz argumentó que ello era normal en una semana distrital; lo cierto es que varios presidentes de los partidos del oficialismo afirmaron que ese día no estaban dadas las condiciones para hacer la reunión y que esa fue la principal razón por la cual no se llevó a cabo.
El factor Allende
A ojos de la opinión pública la que llegó atrasada a la firma fue la senadora Isabel Allende. Y esa finalmente puede ser la imagen que quede guardada en la retina. Poco interesará el factor cupos u otras cosas. Este hecho para algunos dentro del propio PS habla de una oportunidad para quienes no quieren a la senadora en la carrera presidencial. Incluso algunos estiman que se le quiere provocar un daño extra a la jefa del partido por el error que cometió la noche del miércoles.
Todo ello bajo un contexto en donde la figura del ex presidente Ricardo Lagos continúa tomando fuerza como carta presidencial. Altos dirigentes oficialistas ya lo ven a él como la única y real opción de competencia en las elecciones presidenciales, para hacerle frente a quien también estiman será el candidato de la derecha: Sebastián Piñera.
Ante este escenario, aún quedan más capítulos de esta novela, en donde la Nueva Mayoría insistirá en la opción de llevar adelante sus primarias. También quedará para la reflexión cómo continuarán trabajando en lo que queda de gobierno y si serán o no capaces de limar las heridas, que si bien siempre existen en cualquier negociación electoral, esta vez fueron más profundas y por ende más complejas de sanar.