A pesar de que la semana pasada las posturas estaban divididas, finalmente el conglomerado de partidos de centroderecha, Chile Vamos, terminó aceptando participar en la fase de participación ciudadana del proceso constituyente impulsada por el gobierno. Aunque hay un acuerdo en que los partidos no pueden organizar ni participar en cabildos o encuentros locales como tales, el esfuerzo estará puesto en incentivar a los militantes de base para que sean ellos los que se inscriban y tomen la batuta del debate.
“Algunos creían que si la derecha no participaba en los cabildos entonces iba a quedar deslegitimado el proceso, lo cual me parece que no es conocer a la gente de izquierda. A ellos nos les importa si participamos o no, de hecho mejor si nos marginamos, y no podemos pisar ese palito. Por eso, queremos que se autoconvoquen aquellos que no quieren una página en blanco o que incluso no quieren cambiar la constitución”, planteó el diputado Jaime Bellolio (UDI) sobre la participación de su partido en los encuentros locales.
Por ello, la postura de la UDI será dejar en libertad de acción a todos los militantes que consideren necesario participar, pero siempre que esto sea de manera voluntaria, "al amparo de la autonomía de los cuerpos intermedios".
En Renovación Nacional quieren ir un poco más lejos. “Más que dejarlos con libertad de acción, los vamos a motivas a que participen entregándoles la base de lo que es la discusión del proyecto nuestro y las ideas que tenemos que defender”, explicó Mario Desbordes, secretario general del partido.
Concretamente, RN tiene dos mecanismos para la conformación de encuentros locales. Uno de ellos es a través de los dirigentes, que ya están organizando estas reuniones. La otra es a través de cabilderos.cl, plataforma online liderada por el abogado RN Víctor Manuel Avilés que ha servido como antecedente para la participación de la centroderecha en el proceso del gobierno.
Evópoli, por su parte, es el partido que se ha tomado más en serio el tema de la participación. La semana pasada fueron los primeros en decidir que se harían parte del proceso que impulsa el gobierno, pese a que la UDI y el PRI eran partidarios de marginarse, y ayer anunciaron su cronograma de actividades, que contempla capacitaciones, envío de instructivos y desarrollo de material audiovisual, con el propósito de tener presencia en al menos 100 cabildos.
Su postura ha despertado inquietud dentro de algunas figuras del sector, que sienten que ha tomado más protagonismo que el que le corresponde a los partidos cuando se aboga por que sean los militantes los que participen.
Por último, en el PRI siguen escépticos. Aunque no prohibirán a sus militantes participar, siguen sin compartir con el resto de los partidos que sea la mejor estrategia.
“Si la gente quiere ir puede ir. Hay partidos en la centro derecha que han manifestado ganas de ir. Nosotros consideramos que es una estrategia errada”, dijo Eduardo Salas, secretario general del PRI.
Así mismo, los cuatro partidos están de acuerdo en que uno de los elementos más importantes para participar en el debate será la propuesta constitucional de Chile Vamos, en la comisión de asuntos constitucionales, presidida por el senador Alberto Espina (RN) trabaja desde hace seis meses. A pesar de que el texto –que fue encargado por el propio ex presidente Piñera en octubre de 2015–, tenía que estar listo en abril, sigue sin ser acabado.
Desconfianza de la derecha
La participación no obstante, continúa siendo desde la desconfianza, como una estrategia para fiscalizar en terreno.
"El proceso está lleno de vicios. Pero eso no impide que haya personas que piensen en la sociedad libre y en ponerle coto a la decisión del Estado, que se puedan autoconvocar. Y si es que en estos encuentros no hay las mínimas garantías para expresar eso con libertad y poder sostener puntos de vista distintos, vamos a poder alegar", afirmó Bellolio.
“Le regalamos la izquierda a la calle por flojera o por cobardía, y por lo tanto lo que no podemos hacer hoy día es volver a regalar el debate. El proceso ya es y punto. Las reglas de juego las puso el gobierno, ya sonamos, y por lo tanto ahora tenemos dos opciones: dejamos que hagan lo que quieran, o salimos a defender lo que pensamos”, sostuvo Mario Desbordes.