Como los terremotos. Todos saben que algún día vendrá uno, pero nadie es capaz de predecir cuándo. La renuncia de Pepe Auth al PPD, partido del cual fue su fundador, tiene semejanzas a ese momento. El sábado pasado y sólo horas antes del anuncio oficial a través del grupo de whatsapp de la bancada de diputados, Auth sociabilizó su renuncia. Su plan de lanzarlo por medio de una exclusiva de un medio falló, pues de inmediato el diputado Jorge Tarud llamó a una rueda de prensa para referirse a la dimisión. Ya todo se había hecho público.
Casi nadie sabía de la fecha exacta, salvo un importante militante, flanco además de las más duras críticas emitidas por Auth: el senador Guido Girardi. Dos semanas antes, en un almuerzo en el Senado, el diputado le dijo que en cuestión de días iba a anunciar su renuncia. Girardi se mostró preocupado por sus efectos, al saber que muchos dardos iban a caer en contra de su imagen.
Y así fue. Tras la renuncia, Girardi comenzó nuevamente a operar telefónica y personalmente para evaluar las consecuencias que iba a tener este hecho político para su figura. Una figura que ha tratado de reconstruir luego de diversas acusaciones en las que ha estado envuelto, y que ha intentado mejorar perfilándose como un político ocupado de asuntos del futuro y la ciencia. Su influencia de poder dentro del PPD corría peligro, si es que en masa salían militantes a apoyar los dichos de Auth. Una correlación de fuerzas que lo hacen tener el control del 55% del partido. Los celulares de los senadores Ricardo Lagos Weber y Felipe Harboe, dueños del 28% de las fuerzas, comenzaron a sonar. Por esta razón, comentan desde el PPD, la reacción de Girardi a las acusaciones de ser un “socio controlador del partido” no fueron tan destempladas como se pudiesen haber esperado. Un asunto de estrategia, afirman algunos, porque no quiere perder el peso en la militancia que hoy ostenta.
¿Renuncia colectiva?
El 15 de diciembre del año pasado, en el aniversario del partido, Auth hizo público un duro diagnóstico sobre el rol del PPD en la actualidad mediante un trabajado y posteriormente comentado discurso. En aquella oportunidad habló de un partido en un evidente estado de decadencia y sumido en un profundo grado de izquierdización, sobre todo tras el arribo del senador Jaime Quintana a la presidencia. Diagnóstico que es compartido por diversos militantes históricos y actuales. Ese día en el Teatro Novedades, el fantasma de la renuncia se comenzó a hacer más latente.
Esta situación la comentó con varios cercanos, como Lagos Weber y Harboe. Algunos sostienen que en algún momento los quiso arrastrar con él, para llevar a cabo un acto de renuncia colectiva. Incluso las palabras de Lagos Weber pronunciadas este lunes en La Moneda, donde sólo criticó la forma personalista del acto, hizo que muchos le expresaran al senador que entonces él también quería irse con él. Idea que si bien no ha sido aún pensada de forma seria por el senador, sí tiene una señal. Y es que tanto el presidente del Senado como Harboe creen que la mesa de consenso que el 22 de mayo debería salir electa en las elecciones internas es la última oportunidad para que el partido enmiende el rumbo hacia la centroizquierda y encuentre una nueva identidad. Pese a esa primera intención de llevar adelante un éxodo masivo, finalmente Auth optó por hacer un acto político individual.
La última vez que Pepe Auth cruzó palabras con la actual mesa directiva fue hace un par de meses, en donde el vicepresidente, Gonzalo Navarrete, le comunicó su intensión de postular como candidato a diputado por su mismo distrito. La intención era sacar electos a ambos diputados. Asunto que, afirman en la mesa, el actual diputado no entendió, pese a que por cálculos electorales sí podría haber sido posible.
Este hecho va más allá de un asunto de discrepancias ideológicas y ejemplifica que en el PPD existen diversas luchas de poder que esta semana salieron al sol. Varios al interior del partido comentan que Auth se dio una vuelta de carnero, pues por mucho tiempo fue “el gerente general de Girardi”. Ello, pues desde los inicios del partido, en 1987, tuvo una gran afinidad con el senador. Incluso, reconoce el mismo Auth, fue su estratega electoral en su campaña senatorial. De ahí que resulta extraño que ahora —al momento del desembarco— apunte tan directamente en contra de su figura. “Es una contradicción muy difícil de entender”, apunta un parlamentario.
Razones pueden ser muchas y variadas, pero una de ellas podría recaer en un tema de cupos por la lucha senatorial que podría darse entre ambos en la Región Metropolitana.
Auth salió apuntando a la escasa democracia interna que hay en el partido, sin posibilidades de debatir y con una elección interna deslucida y sin competencia alguna, en donde el veto formó parte de lista de consenso, según Auth. Ello, porque la actual lista de acuerdo excluyó al diputado Marco Antonio Núñez, por la oposición de varios como Harboe, Lagos Weber y Carolina Tohá.
Varios al interior del partido comentan que Auth se dio una vuelta de carnero, pues por mucho tiempo fue “el gerente general de Girardi”. Ello, pues desde los inicios del partido, en 1987, tuvo una gran afinidad con el senador. Incluso, reconoce el mismo Auth, fue su estratega electoral en su campaña senatorial.
La figura de Núñez no es bien mirada por muchos en el PPD. Incluso se han dado escenas de fuertes discusiones, por ejemplo, entre Núñez y Tohá, y que hacen que hoy simplemente no se hablen. Ello sumado a la molestia del diputado porque su señora no pudo acceder a la Subsecretaría de Economía, y sí la esposa de Harboe. Una rencilla interna que también mantiene el diálogo cortado entre ambos. Todo ello desembocó en que Núñez no fuera incluido en la lista de consenso y que ahora corra solo por una lista para la vicepresidencia con escasas posibilidades de ganar.
Pugnas personales y luchas ideológicas más de fondo adornan un panorama deslucido que tuvo un importante síntoma: el escaso interés por participar en el proceso eleccionario del 22 de mayo. Varios concuerdan en que las críticas de Auth podrían también repercutir en la ausencia de militantes el día de las elecciones.
La preocupación de la Mesa
Miércoles 4. 15 .00. Hora en que terminan los almuerzos de bancadas en los comedores del Congreso Nacional. Uno de los mozos comenta que le pidieron que saliera del comedor de diputados del PPD, porque “la cosa se estaba poniendo brava”. En efecto, desde los pasillos se alcanzaban a escuchar algunos balbuceos. Ese día el almuerzo tuvo a dos invitados especiales: el secretario general, Óscar Santelices, y el vicepresidente, Gonzalo Navarrete. También se encontraba presente el senador Lagos Weber. Auth no asistió, pese a que aún tiene un cupo en la bancada.
La presencia de los miembros de la mesa era para saber cómo iba a ser el futuro de Pepe Auth dentro de la bancada. Lo que generó fuertes discusiones entre los que estaban en contra y los que apoyaban el diagnóstico de Auth. Las críticas a la mesa apuntaban al nulo diálogo que tiene el presidente del partido, Jaime Quintana, con los diputados y que en eso Auth tenía toda la razón. Incluso algunos en el fragor de la discusión aconsejaron a los críticos a seguir el camino de Auth. La directiva también comentó que esperaba que tras su renuncia, el diputado bajara el tono de las críticas pues estaban causando más daño que su misma salida.
Dentro de los misiles de Auth justamente está el nulo espacio para el diálogo. Desde la directiva se defienden aludiendo que el diputado nunca asistió a las reuniones de comité para hacer valer su posición y que, además, podría incluso haber presentado su propia lista. Pero al “llanero solitario” como le dicen algunos, el ego se lo habría comido, ante lo cual su lucha más que colectiva es netamente personal. Incluso hay quienes piensan que ahora apadrinará a algunos de los movimientos políticos nacientes para cumplir una especie de rol de mentor. Algo que Auth ha descartado.
Uno de los aludidos, Quintana, vuelve a arremeter contra Auth explicando que después de todo lo que ha pasado esta semana “Auth logró su objetivo; ser noticia”. También le prestó su apoyo a Girardi, resaltando que “ha tenido 28 años de liderazgos, con grandes apoyos internos”, agregando además que “él le dedica tiempo a sus militantes, conversa con ellos, los apoya”. Ello, en respuesta a otras de las críticas que se la hacen al senador: su “obsesión” por ayudar a las bases y colocarlos en puestos públicos.
Auth grafica el actual momento del PPD como un enfermo al cual un médico le encontraría el pulso bajo. Así se fue, y por ahora sin destino conocido, pero dejando una grieta que se puede volver a abrir en cualquier momento, quizás con alguna que otra deserción.