Por Qué Pasa Junio 20, 2016

Urnas vacías. Mesas no constituidas. Baja participación. Fue la realidad. La resaca del histórico triunfo de Chile la noche del sábado, la celebración del Día del Padre, el escaso interés cívico, o la crisis política, las explicaciones de dirigentes, expertos y periodistas.

Al final del día, el Servicio Electoral (Servel) certificó que participaron 282 mil personas de un universo de votantes habilitados cercano a los 5 millones. Es decir, un 5,5% de los que tenían la posibilidad de participar en las primarias municipales en 93 comunas de todo el país.

Los cierto es que de los casi 300 mil votos se sacaron muchas conclusiones. Ganadores y perdedores mostraron credenciales y todos hicieron cálculos a cuatro meses de las elecciones municipales que, si bien para varios no será determinante con miras a las elecciones presidenciales y parlamentarias del próximo año, serán el primer examen después de dos años de fuerte crisis del sistema político y permitirá medir la fuerza de los partidos a un año de que se estrene el nuevo sistema electoral proporcional.

Aquí las realidades que dejó instaladas el proceso electoral de este domingo.

Participación a la baja

Hasta la noche de este domingo (esta mañana el Servel actualizará los datos) votaron 282.506 personas de un universo de 5.067.812 personas habilitadas para participar en las 93 comunas del país, lo que representa un 5,57% de dicho padrón. Las cifras no sorprendieron a nadie, menos a los dirigentes de la Nueva Mayoría, ni Chile Vamos, quienes ya anticipaban un proceso que sería poco atractivo. La ausencia de figuras y batallas emblemáticas, asoma como el primer argumento para justificar lo poco atractivo del proceso para la población, pero para varios analistas claramente influye el estado de desafección ciudadana con la actividad política, que enfrenta una crisis de representación alimentada por escándalos de corrupción y financiamiento irregular de la política. Casos que han golpeado la imagen pública y la evaluación que la población ha hecho de las figuras políticas. Pero desde los propios partidos culpan al gobierno y al Servel por la escasa información pública. El Servel le devolvió la pelota a los partidos y su presidente, Patricio Santamaría, señaló que son estas colectividades las que deben promover la participación ciudadana. Con todo la respuesta natural del mundo político fue reponer el debate sobre el voto obligatorio, cuestión que divide aguas en todo el espectro político.

La hora de los outsiders

Quizás el gran triunfador de estas primarias fue Leopoldo Méndez Alcayaga. Dj Méndez se impuso en las primarias oficialistas frente al DC, profesor de historia y ex gobernador de Valparaíso, Omar Jara. El artista nacional se impuso con un discurso contra la clase política, y las cúpulas partidarias, presentando un programa ciudadano con fuerte énfasis en la promoción cultural y la recuperación del patrimonio del puerto principal. Méndez disparó contra la política tradicional y habló "mafia" y "política sucia". Y triunfó, le ganó a un candidato que recibió el pleno respaldo de la DC pese a enfrentar la resistencia del concejal Marcelo Barraza, quien exigía la realización de primarias internas al interior del partido. Jara, cercano al diputado y ex alcalde de la ciudad, Aldo Cornejo, era el candidato del establishment y la maquinaria DC. Otro que sacó cuentas alegres fue el senador Alejandro Guillier, quien respaldó a las candidaturas del Partido Radical en las primarias oficialistas. El partido celebró 7 triunfos de 24 comunas donde compitió, pero hay un dato no menor: sólo 800 votos le separan del PPD, con lo que se anticipa un emparejamiento de las fuerzas al interior de la Nueva Mayoría. Este reimpulso del PR no es propio, dicen en el bloque: tiene que ver con el alza creciente de la evaluación positiva de Alejandro Guillier, quien podría convertirse en el abanderado presidencial de la colectividad, como independiente.

El revival de la UDI

En la semana en que uno de sus senadores, Jaime Orpis, fue ingresado a prisión preventiva tras ser formalizado por un cóctel de delitos  vinculados al financiamiento irregular por parte de Corpesca; a días de que sea formalizado el histórico líder, Pablo Longueira, y en el año en que su principal figura, Jovino Novoa fue condenado por delitos tributarios derivados de financiamiento ilícito, la UDI sacó a relucir los mejor de su maquinaria partidaria y ascendiente popular. El partido dirigido por el senador Hernán Larraín venció en 23 comunas de 43 en disputa al interior de Chile Vamos, es decir, se llevó un 43% de los votos del sector, por sobre el 30% de RN y lejos del 3,6% para Evópoli y el 0,5% para el PRI. En el partido de la casona de Suecia celebraron los resultados, y se convirtieron en un aire fresco para un partido que venía a los tumbos, golpeado por los casos de financiamiento irregular. De hecho, este escenario no fue determinante: El Mercurio de hoy cita los ejemplos de José Durana y Luz Ebensperger, ambos cercanos al senador Orpis, vencieron en Arica e Iquique, con cifras holgadas (56,38% y 62,17%). Ambas comunas son emblemáticas y la UDI se las arrebató a RN, sumando Concepción, lo que para la dirigencia UDI asoma como un buen apronte de cara a los comicios de octubre.

El capital en riesgo de Allende y Goic

En los días previos a las primarias municipales, llamó la atención al interior del oficialismo que se comenzaba a gestar una alianza con potencial electoral: las presidentas del PS, Isabel Allende y de la DC, Carolina Goic, ambas figuras con aspiraciones presidenciales (al menos de sus entornos y partidos), decidieron unir fuerzas y darle un realce al pacto PS-DC. Comenzaron a recorrer juntas el país para apoyar las candidaturas de ambos partidos. Sin embargo, el golpe de efecto no consiguió penetrar y sufrieron de hecho derrotas emblemáticas: en Ñuñoa apoyaron decididamente a la carta del PS, Paula Mendoza, quien no pudo con la ex ministra de Salud PPD, Helia Molina. A ello se suma la derrota de la carta DC en Valparaíso. Por separado, la presidenta DC sufrió una derrota en su propia cancha: en Magallanes la DC Eugenia Mancilla perdió frente al socialista Ramón Lobos en una primaria convencional (fuera de la ley), mientras que Allende perdió con sus candidatos en Copiapó y Caldera, es decir, su zona. Pese a ello, ambos partidos se llevaron más del 50% de las preferencias al interior del bloque, aunque ya hay varios que señalan que ambas comenzaron a poner en riesgo su capital con miras a una proyección presidencial en 2017. Habrá que ver que ocurre en octubre próximo.

 

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