Por Qué Pasa Julio 11, 2016

“Lo estoy pensando”. “Estoy dispuesta”. Meditadas o no, ambas expresiones dieron cuenta este fin de semana de una señal de los tiempos: a tres meses de las elecciones municipales, y a poco más de un año de las elecciones presidenciales y parlamentarias, la carrera por la sucesión de Michelle Bachelet en el oficialismo se adelantó y bastante.

La primera es de Ricardo Lagos. Lo dijo el viernes en Radio Pudahuel y se trata del primer gesto más concreto y real hacia una eventual repostulación a La Moneda.

Cuando le preguntaron directamente, respondió: “Lo estoy pensando. Voy a ser bien franco: Hay días que me siento con los ánimos de que esto se debe hacer, toda mi vida he tratado de contribuir y creo que puedo hacerlo”, afirmó.

Si bien admitió que existen muchas dudas y muchas situaciones que le hacen pensar que no es el camino correcto. Una de ellas, el clima de desconfianza. Pero luego se volvió a plantear:"Lo único que no me gusta es cuando más de una personas me ha dicho algo así como: '¿por qué nos ha dejado solo?' Eso me ha dolido mucho y es lo que me hace pensar en decir: 'bueno, hay que tirarse a la piscina'. Pero frente a eso yo diría, lo que me gustaría es que nadie piense que no estoy pensando en el bien de Chile”.

Hay que recordar que Lagos hace varios meses, ante insistentes preguntas de los periodistas sobre una eventual repostulación, terminó poniéndole fecha a una probable decisión. “Hablemos en marzo”, dijo entonces, en alusión a marzo del próximo año. Un deadline que para muchos en el oficialismo y principalmente en el PS y en el PPD, era demasiado largo. De hecho, hace varias semanas que ambos partidos vienen discutiendo acaloradamente qué pasos seguir para convencer al ex mandatario. Eso, mientras un sector importante del PS seguía trabajando silenciosamente para darle fuerza a la opción de la presidenta del PS, Isabel Allende. Encumbrada en las encuestas como la segunda mejor evaluada del espectro político, detrás del nóvel Giorgio Jackson, y adelantándose al ex presidente Piñera, Allende había dicho a sus cercanos que no hablaría de candidaturas sino hasta después de las elecciones municipales.

Pero, no fue así. Este sábado sinceró sus deseos en El Mercurio.

—¿Usted está dispuesta a ser la candidata del PS a primarias?”

—Claro, estoy dispuesta a ser la candidata del PS a primarias si así se estima y es una decisión colectiva. Uno tiene que estar disponible.

Tras esta respuesta insistió en que el momento de la decisión es después de las municipales de octubre próximo, pero lo cierto es que su expresión fue más que una señal. El mismo día de la entrevista, Allende fue recibida con vítores en el consejo general del PS, donde el “se siente, se siente, Allende presidente”, se escuchó con fuerza.

Lo cierto es que ambas expresiones desataron las pasiones en el oficialismo que, hasta ahora miraba con preocupación la opción del ex presidente Piñera, quien viene trabajando desde hace meses en su opción desde su fundación Avanza Chile, aunque sin sincerar aún sus deseos. El principal problema para el oficialismo es la posibilidad de que el ex mandatario consolide una ventaja a partir del desencanto con un gobierno cuya aprobación está en el suelo y que, por estos días, enfrenta el inicio de la discusión de una reforma a la educación superior que puede dejar más heridos en el camino, que conversos.

Adelantar las cosas, era para varios una opción. ¿El problema? El ex mandatario no ha dado certezas y por el contrario, ha pedido condiciones imposibles de cumplir. ¿Está dispuesto a ir a una primaria con Isabel Allende?, es un misterio. La pregunta que todos se hacen es si, tanto Lagos como Allende, son competitivos frente a Piñera en una eventual segunda vuelta. Y los sondeos que, hasta ahora manejan en los partidos, no son favorables para ninguno de los dos. ¿Está dispuesto Lagos a perder frente a Piñera?, también es un misterio.

El próximo paso, dicen en el socialismo, debería ser una seria conversación entre Lagos y Allende. Y también un acuerdo del bloque para cerrar primarias oficialistas. ¿El problema? como la próxima elección parlamentaria estrena nuevo sistema electoral, todos parten de cero. Y en ese escenario, cada cuál quiere sacar su ventaja. ¿Ejemplo? la DC podría consolidar su camino propio, por lo que comprometerse a primarias presidenciales no suena muy atractivo y hay quienes insisten en que llegarán a primera vuelta con una carta propia que, bien podría ser su presidenta, Carolina Goic. El problema de esto es que no son pocos los DC que también están convencidos de que Lagos es la principal vía de salida. Las cartas están echadas.

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