Por Qué Pasa Julio 26, 2016

En 2012, durante 11 días la Nueva Mayoría mantuvo en alza la ilusión de destronar a la derecha en Ñuñoa, una de sus comunas históricas, cuando en las elecciones del 28 de octubre una entonces desconocida Maya Fernández (PS) –aunque con el potente antecedente de ser la última nieta de Salvador Allende–, superó por 21 votos al alcalde Pedro Sabat (RN), quien se presentaba a su quinta reelección.

Pero la alegría fue fugaz. Tras un largo proceso ante el Tribunal Calificador de Elecciones (Tricel) y un obligado recuento adicional de votos, el 13 de noviembre la misma Fernandéz terminó reconociendo su derrota frente al entonces alcalde.

Aunque fue un duro golpe para la naciente Nueva Mayoría, les permitió sacar una conclusión importante: Sabat no era intocable y era posible ponerlo en situación de riesgo con un candidato competitivo. Precisamente, ese es el papel que va a cumplir la ex ministra de Salud, Helia Molina (PPD), quien tras una reñida pelea se impuso con el 35% de los votos en las primarias que la Nueva Mayoría realizó en esa comuna.

Molina fue la primera baja del primer gabinete de Bachelet, luego de que se viera obligada a renunciar tras la polémica generada por sus declaraciones a favor del aborto. "En todas las clínicas cuicas, muchas familias conservadoras han hecho abortar a sus hijas", dijo al vespertino La Segunda.

Antes de eso ya era una de las ministras peor evaluadas, con un 48% de aprobación en noviembre de 2014.

Pese a esto, la ex ministra de salud dice sentirse confiada en que ganará las elecciones. "Siento mucho cariño de la gente. Tengo muchas certezas en realidad", afirmó a Qué Pasa. “Yo no tengo ningún problema con el contendor, creo que al final uno gana las competencias y los valores de uno, no por las debilidades del otro", agregó.

En Chile Vamos, en cambio, desde la sufrida victoria de 2012 las cosas sólo se han ido complicando.

En septiembre de 2015 Sabat renunció a alcaldía aquejado por un cáncer de tiroide, lo que desató una guerra civil en el Concejo Municipal. Aunque el ex edil había dejado expresas instrucciones a los concejales de su sector para que ungieran a Guido Benavides (RN) como su reemplazo, tras una polémica votación en la que no se alcanzó el quórum, Andrés Zahri, fue proclamado el nuevo alcalde del municipio, anunciando desde ese momento que buscaría la reelección en 2016 y renunciando a la militancia de RN para evitar que bloquearan su candidatura.

Por eso, pese a que en la encuesta telefónica vinculante que el conglomerado realizó en Ñuñoa para determinar a su candidato el ganador fue Pedro Sabat –quien decidió volver a la contienda diez meses después de su renuncia, pidiendo que lo incluyeran en el sondeo–, finalmente la directiva terminó dándole su respaldo a Zahri, quien de acuerdo a sus cálculos sería más competitivo ante Molina.

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