En 2012, la consigna en Providencia era una: sacar de la alcaldía a Cristián Labbé, alcalde de la comuna desde 1993. Para eso, la facción más progresista del electorado se movilizó: primero con el cientista político Cristóbal Bellolio como principal candidato. Finalmente, se realizaron primarias ciudadanas y la ganadora, para sorpresa de muchos, fue Josefa Errázuriz, socióloga con larga carrera en ONG y participante activa de las juntas vecinales de Providencia. Con el fuerte apoyo de Revolución Democrática, Errázuriz logró sacar a Labbé en una campaña a la que dieron tintes épicos. “Venció la serpiente del paraíso”, se fue disparando el coronel.
Comenzada su gestión, llegaron los problemas. La medida más polémica fue la ordenanza municipal con la que buscó limitar el horario de venta de alcohol. Esta y otras medidas y declaraciones terminaron distanciándola del progresismo y destapando el velo épico que la acompañó durante la elección. Varios vecinos, incluso, comenzaron a referirse a “Prohibidencia”. De todas formas, hace un año declaraba en Qué Pasa: “no me siento amenazada”, por una supuesta reelección.
Pero, al parecer, Evelyn Matthei, la candidata escogida para competirle por Chile Vamos, no piensa igual.
“Yo pedí ir a Providencia”, dispara de entrada la ex candidata presidencial. “Porque viví buena parte de mi vida y estudié siempre ahí. Tanto en el colegio como en el piano”, explica.
Matthei dice que lo que se escucha por las calles de la comuna es que Providencia se ha desvalorizado en los últimos tres años. “La gente se queja mucho de la seguridad, se queja del tema de la limpieza, de la mala calidad y poca cultura, de que a los adultos mayores les han quitado muchos programas y beneficios”, dice.
Uno de sus caballos de batalla es congelar la población de la comuna. Para eso, quiere ocupar el plan regulador para ser más estricta con las construcciones en altura.
Pero no está confiada: “Nadie puede realmente saber qué es lo que va a suceder hasta que se cuente el último voto”.