Por Víctor Hugo Moreno // Ilustración: Hernán Kirsten Julio 22, 2016

El pasado lunes, en el tradicional comité político en La Moneda, tuvo lugar un incómodo cara a cara. La presidenta de la DC, Carolina Goic, —a solicitud especial de la mesa directiva de su partido— debía expresarle su molestia a su par del PC, Guillermo Teillier. En la retina democratacristiana estaban las últimas actuaciones de representantes de su colectividad en el trámite legislativo de proyectos del gobierno, donde el rechazo y endurecimiento de las posturas comunistas terminó de colmar la paciencia DC. Goic debía transmitir el mensaje y apelar a una supuesta “falta de coherencia” de sus socios que mantiene en alza una situación de tensión en la convivencia oficialista.

PC - DCPara nadie es un misterio que la DC y el PC firmaron en 2013 un contrato de matrimonio por conveniencia bajo el amparo del irresistible aura de Michelle Bachelet. Para los DC, siempre se trató de un “Acuerdo Político Programático”, título eufemístico acuñado precisamente por dirigentes del partido, para evitar reconocer que compartían el mismo techo de una “coalición política” con el PC.

Fue un pacto que nació sin detenerse en la letra chica de un programa de gobierno impregnado de las demandas sociales expuestas el 2011 y donde al alero de la popularidad de la ex mandataria y el fragor de la campaña por volver a La Moneda no cabían espacios para cuestionamientos. Pero la llegada al gobierno despertó las diferencias desde un inicio, marcando a fuego la convivencia.

A casi un año de las próximas presidenciales y a poco más de que se termine este gobierno, en la colectividad de Goic ya no esconden el desgaste de la relación. Algunos derechamente no se proyectan de la mano de los comunistas en una próxima aventura en La Moneda. De lado y lado, piensan, discuten, en la eventualidad de iniciar los trámites de divorcio para el próximo periodo.

Forma y fondo

Fue el jueves 14 de julio cuando la mesa directiva de la DC en una larga reunión —que tuvo lugar en el acogedor Palacio del Círculo Español ubicado en el centro de la capital —resolvió enfrentar al PC. Varios eran los motivos que se fueron acumulando cada vez con mayor fuerza y que irritaron a muchos al interior del partido. Se pusieron sobre la mesa dos episodios: los disparos de Teillier contra el senador DC Patricio Walker, a quien emplazó a dar explicaciones por los dineros entregados al diputado Iván Fuentes, y la indicación impulsada por la diputada comunista Camila Vallejo sobre el financiamiento para la educación pública, que dejó en una incómoda posición al ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés. Además de estas dos desavenencias, varios agregaron temas de fondo: el rechazo de los diputados PC a la propuesta de salario mínimo del gobierno o la oposición al proyecto que establecía control preventivo de identidad.

Así las cosas, los parlamentarios DC presentes en el Círculo Español le hicieron ver a la presidenta del partido que era el momento de encarar a la dirigencia comunista, pero esta vez con algo más de firmeza.

En el Congreso Ideológico realizado por el PC el 3 y 4 de abril se acordó comenzar a elaborar un programa, pero con la idea matriz de que éste avance más allá de lo que planteó al país Michelle Bachelet. Y en esa perspectiva, quien menos encarnaría ese programa sería Ricardo Lagos.

Y la oportunidad llegó el lunes. Allí hubo un espacio de tiempo para un encuentro entre ambos jefes de partido, en una oficina del Palacio de La Moneda. La senadora Goic le mostró su preocupación por la actitud asumida por el PC, expresándole que se estaba incubando un daño difícil de reparar en las relaciones al interior de la Nueva Mayoría. La senadora le pidió reconsiderar las actuaciones de los parlamentarios, como también le reprochó sus dichos sobre la situación del senador Walker, los que fueron considerados desafortunados por el grueso de la colectividad. El diputado escuchó y acusó recibo de los cuestionamientos. El encuentro más bien tuvo el carácter de notificación, dejando una discusión más de fondo para otro momento, según quienes conocieron el contenido de la cita.

“Lo más importante, siendo todos parte de este gobierno, es que exista un coherente respaldo a los acuerdos que se toman. Cuando uno ve lo que fue la votación del reajuste, del salario mínimo, uno dice acá todos tenemos que contribuir a sacar adelante sobre todo propuestas que han salido del gobierno y que han sido conversadas”, dijo la presidenta DC a Qué Pasa, consultada por el encuentro.

En la misma lógica, el senador DC Ignacio Walker manifestó su extrañeza y molestia por el actuar de los comunistas, sobre todo en el último tiempo: “Al PC hay que pedirle coherencia. Cuando los seis diputados del PC votan en contra del reajuste del sector público, en contra del aumento del salario mínimo, en contra del control preventivo de identidad, que son proyectos que llevan la firma de la presidenta Michelle Bachelet; yo digo aquí no hay coherencia”, agregando que ya con la indicación de Vallejo se traspasaron los límites: “La guinda del postre es con la indicación abiertamente inadmisible e inconstitucional sobre financiamiento de la educación pública. Eso supera las líneas rojas que uno tiene, que parten por respetar la Constitución y la ley”, remató.

futuro incierto

Todos estos episodios y el ambiente preelectoral le han dado fuerza a una discusión que hasta ahora se mostraba tímidamente entre dirigentes DC: la posibilidad de que en un futuro pacto electoral y programático de centroizquierda, el PC no tenga cabida. Aunque debe pasar mucha agua bajo el puente, la DCno quiere entregar la iniciativa y la influencia en un programa de gobierno, como ocurrió en 2013, cuando tras la abrumadora derrota de Claudio Orrego en las primarias (logró un 9% de los votos, terminó tercero y fue superado incluso por Andrés Velasco), a la DC no le quedó más remedio que subirse al carro de Bachelet, casi sin tener ninguna incidencia en los contenidos.

En el partido de Alameda 1460 ya están comenzando a trabajar en ese programa en varias áreas temáticas: salud, seguridad ciudadana, economía y pensiones. Obviamente el escenario de una candidatura de Ricardo Lagos es el que más entusiasma a la DC y el que más opciones le da de liderar un proceso de futuro gobierno, donde, esta vez, buscarán imponer condiciones.
El problema de este esquema es que, sin Lagos en el horizonte de 2017, el panorama se vuelve negro para la DC, sin liderazgos potentes en la pole position.

Otro factor que, de todas maneras, jugará a favor o en contra de estas pretensiones será el resultado de la elección de concejales de octubre próximo, donde se mide la fuerza de los partidos. Según cálculos oficialistas, el PC podría crecer en su electorado, mientras que la DC, desgastada en su imagen tras vinculaciones al caso SQM, por ejemplo, podría verse golpeada.

“La DC va a llevar un candidato presidencial en el marco de una alianza de centroizquierda. No es claro qué partidos van a integrar esa alianza. No sé si eso va a incluir o no al PC, es un tema que tiene que verse al interior de la DC”, dice Matías Walker.

“Vamos a hacer cumplir el acuerdo de la última junta nacional del partido, que en un voto político unánime determinó que la DC va a llevar un candidato presidencial en el marco de una alianza de centroizquierda. No está claro qué partidos van a integrar esa alianza, es un tema que hay que discutir. No sé si eso va a incluir o no al Partido Comunista, es un tema que tiene que verse al interior de la DC”, comentó el diputado Matías Walker. A esa idea, el diputado Fuad Chahín agrega que “la proyección de la Nueva Mayoría está en permanente revisión”.

Desde la vereda de enfrente están también bajo la lógica de armar una base programática, claro que en una dirección diametralmente contraria. En el Congreso Ideológico realizado por el PC el 3 y 4 de abril se acordó comenzar a elaborar un programa, pero con la idea matriz de que éste avance más allá de lo que planteó al país Michelle Bachelet. Y en esa perspectiva, quien menos encarnaría ese programa sería justamente Lagos Escobar. En la tienda dirigida por Teillier no tienen aún un nombre que lidere estas ideas. Alejandro Guillier podría ser una opción, como también se analiza la figura de la ministra de la Mujer, Claudia Pascual.
Sin embargo, algunos en el PC sí piensan en la proyección de la Nueva Mayoría tal como está ahora, pues lo contrario podría significar un suicidio político: “Quien esté planteando el fin de la Nueva Mayoría con el PC por fuera está hipotecando su propia opción de ser gobierno. La única fórmula para lograr seguir es que sea con todos y no por caminos separados”, comentó a Qué Pasa el diputado Hugo Gutiérrez.

En el gobierno, en tanto, preocupa este desgaste que se ha dejado sentir en la Nueva Mayoría, y no sólo en la relación DC-PC. Una alta fuente de gobierno confesó que ha sido más difícil de lo pronosticado tener que lidiar con fuerzas tan distantes entre el centro y la izquierda, aunque cree que al fin y al cabo finalmente todos terminarán siguiendo la opción ganadora, sea Lagos o cualquier otro, por temor a perder la siempre cómoda condición de ser gobierno.

Relacionados