Por Juan Andrés Quezada. Agosto 5, 2016

Felipe Kast (39) dice que, en silencio y sin parafernalia, Evópoli avanza con mucha fuerza en todo Chile. Ya cuentan con 18 mil militantes y candidatos municipales en todo el país, cuyo promedio de edad es de 30 años.
Mientras los partidos tradicionales trabajan por la reinscripción de sus militantes, Evópoli sumará en los próximos meses tres mil adherentes más, cuenta Kast, quienes se inscribieron en el partido en un lugar que no coincidía con su ficha en el Servel por lo que fueron rechazados, pero están prontos a ser incorporados.
Desde su oficina —en el piso 10 del edificio de la Cámara de Diputados— que mira a los cerros de Valparaíso, el ex ministro de Desarrollo Social cuenta que han fichado a muchos dirigentes sociales y gente de distintos pensamientos políticos, incluso algunos “huérfanos de la Concertación”.
—¿A qué electorado apunta Evópoli?
—Nuestro electorado es el que quiere una centroderecha moderna, liberal y que no tiene ningún complejo en autodenominarse de centroderecha, pero que le habla también a esa Concertación que quedó huérfana con el giro a la izquierda que dio la Nueva Mayoría en estos años. Hay una simpatía por Evópoli de muchas personas modernas, más de centro, más liberales y de personas que son de la centroderecha histórica, que hoy ven una luz de esperanza en este partido, que no se ha ido por fuera, que ha tratado siempre de sumar desde adentro, de agrandar el sector.
¿Qué los diferencia de Amplitud?
—Que nosotros decidimos tomar un domicilio político y construir desde la centroderecha. En política la ciudadanía se confunde cuando tú desconoces tus orígenes. Si yo fui ministro de Sebastián Piñera y vengo de una corriente de centroderecha, es muy raro que desconozca que hoy día soy de centroderecha. Es lo que le ha pasado a Andrés Velasco, que viene de una corriente de centroizquierda y hoy día la ciudadanía lo ve más de centroderecha. La gran diferencia es que nosotros, compartiendo probablemente muchas ideas con Amplitud y con Velasco, corremos el cerco, barriendo hacia adentro, no dividiendo. Creemos que la ciudadanía hoy está cansada de los personalismos y busca proyectos políticos que sean serios, que apuesten al largo plazo como el nuestro.
—¿Qué le dice a un militante desencantado de la UDI o de RN para que ingrese a Evópoli?
—Primero, que no estamos buscando militantes de otros partidos. Estamos tratando de hablarle a la gran mayoría de independientes que tiene el país. Sí les diría a los desencantados de la UDI y RN que se metan a sus partidos, que den la pelea, que la política es relevante y que la renovación es urgente. Creo que, hoy más que nunca, la política volvió a ser importante. Si es que en los años 90 uno sentía que la política era un poco perder el tiempo, porque había consenso en todo, hoy estamos en una batalla cultural e ideológica muy profunda en Chile. Y si aquellos que creemos en la libertad no somos capaces de tomarnos la política en serio, creo que vamos a perder esa batalla.
—¿Cómo motiva a la gente joven para que participe en política?
—Con optimismo, porque aquí (su sector) hay algunos que pecan de pesimismo en extremo. Diciéndoles que la ciudadanía nos dio la razón. El fuerte rechazo que ha tenido el gobierno de Bachelet y sus reformas nos da una luz de esperanza de que al final, el liberalismo clásico, o el liberalismo, tiene cabida y un arraigo en los chilenos mucho más grande de lo que pensábamos, y que el populismo no es bienvenido en este país. Si tú me preguntas cuál es el gran enemigo de Evópoli, es el populismo.

Hasta el momento hemos tenido una discusión muy pobre en torno a las presidenciales, muy en la lógica de personalismos, muy poco en la frecuencia ideológica de las ideas de libertad. El caso más emblemático es el de Ossandón, donde el riesgo de tener una candidatura de centroderecha populista, del corte de la de Donald Trump, es un riesgo real.

—¿Quién representa ese populismo?
—El populismo, con más fuerza, representa normalmente a alguien que vende humo en una campaña, como ocurrió con la gratuidad, que genera expectativas y después choca con la realidad. El populismo significa también aquellos que no son capaces de enfrentar temas complejos con herramientas complejas, y simplifican la realidad, para tratar de ganar electores. Y eso es lo que normalmente hace Ossandón. Por lo tanto, hay populismo en distintas partes.
—¿Cómo se imagina la primaria de la centroderecha?
—Parecida a una primaria como la de Estados Unidos, donde en el fondo tienes muchos candidatos, donde hay debates intensos. Probablemente tengamos cuatro, cinco y hasta seis precandidatos. Vamos a tener que definir cuál es la norma, para que pueda ingresar alguien que no está apoyado por un partido, como Ossandón y José Antonio Kast. Es muy importante que a todos los dejemos competir y que llevemos un candidato único en la primera vuelta, porque lo que ya le hizo ME-O a la Concertación es un daño tremendo, que en nosotros, sería regalarle (la presidencial) a la Nueva Mayoría.
—¿Está dispuesto a competir en las primarias?
—Sí, estoy dispuesto a competir en la primaria presidencial, y será el partido quien lo decida. La elección primaria no es simplemente un mecanismo de elección del candidato, es el mecanismo para debatir ideas. La próxima elección presidencial y el ciclo político que vive Chile es fuertemente ideológico y Evópoli tiene que estar en esa discusión. Hoy no sirve que Chile Vamos enfrente la próxima elección argumentando que hizo un muy buen gobierno, es necesario llevar la discusión presidencial al que hoy día hay una confrontación de dos ideologías muy distintas.
—¿Cuál sería su ideología?
—Hacer evidente y sentirnos orgullosos de que nosotros sí creemos en la focalización de los recursos, que creemos que el motor de la sociedad son los emprendedores, que creemos que una reforma tributaria golpea en la línea de flotación la capacidad de los emprendedores, que creemos en la capacidad de la sociedad civil de movilizarse y no creemos que hay que tener un Estado capturado por los grupos más corporativistas, como la Confech o la CUT.
encuestas favorables

Encuestas favorables

También han optado por Evópoli varios ex integrantes de la primera línea del gobierno de Piñera, los ex ministros Pedro Pablo Errázuriz (Transportes), Felipe Morandé (Transportes), Camila Merino (Trabajo), Luciano Cruz- Coke (Cultura); los ex subsecretarios Francisco Irarrázaval (Vivienda), Gloria Hutt (Transporte), Andrés Iacobelli (Vivienda) y otros simpatizantes del ex mandatario, como Hernán Larraín Matte y Jorge Saint-Jean, entre otros. “Hay un elenco bastante nutrido, desgraciadamente soy al que le toca estar más en vitrina producto que estoy en el Congreso”, señala.
—¿Le incomodaría competirle a Piñera?
—No, por el contrario, creemos que es muy necesario hacerlo en forma constructiva, en forma seria y pensando en un proyecto de largo plazo. Nosotros no estamos pensando simplemente en la próxima elección, estamos pensando en darle identidad a un proyecto político.
—Considerando que usted está por debajo de Piñera y Ossandón en las encuestas, ¿su objetivo no sería ganar la primaria, sino que sería quedar en una buena posición para competir en cuatro años más?
—Vamos a tratar de ganarla, pero estamos conscientes de que es una tarea difícil. Ahora, yo creo que a Ossandón es bastante más fácil ganarle, porque sus votos están en la izquierda, y los de izquierda van a tener que elegir en qué primaria votan. Es bastante factible que nosotros le ganemos a Ossandón en la primaria y nuestro objetivo, más que posicionar a alguien, es posicionar nuestras ideas. Lo más lamentable es que hasta el momento hemos tenido una discusión muy pobre en torno a las presidenciales, muy en la lógica de personalismos, muy poco en la lógica de ideas. Y eso nos puede hacer enfrentar la elección final en forma muy frágil. El caso más emblemático es Ossandón, donde en el fondo el riesgo de tener una candidatura de centroderecha populista, del corte de Donald Trump, es un riesgo real. Y nosotros no queremos para la centroderecha un proyecto político desfigurado de sus ideas matrices.
—¿Le conviene a Piñera competir con varios candidatos?
—Sí, porque significa que tenemos una mayor cantidad de personas que van a estar planteando ideas. Esto ya le fue bastante exitoso a la Nueva Mayoría con Michelle Bachelet, que ocuparon finalmente esta fórmula.
—¿Se ha medido en encuestas?
—La medición que hemos tenido muestra un apoyo bastante favorable del votante de centro y también mucho apoyo en el de centroderecha. Somos el primer partido de centroderecha que se funda desde el retorno a la democracia, y por lo tanto había una sed de renovación en el sector tremenda. Y por eso no nos tienen muy buena las personas de izquierda, porque ven en Evópoli un partido con mucha quilla, o sea, con mucha consistencia en su ideología. Nos ven como una amenaza, que podemos penetrar en sectores que para ellos son territorio propio.
—Ustedes se sumaron al proceso constituyente y eso les valió varias críticas de su sector.
—Efectivamente, porque no estamos dispuestos a esconder la cabeza como un avestruz, el debate cultural e ideológico se gana en terreno, en regiones, en la calle, con nuestras ideas y sin complejos.

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