No sólo con galletas, jugos y un rico café se puede concretar un gran acuerdo nacional por las pensiones. Bajo el alero de esa metáfora abandonaron el Palacio de La Moneda los presidentes de los partidos de Chile Vamos, luego de reunirse por más de una hora con la presidenta Michelle Bachelet, en lo que fue la primera actividad de trabajo de la mandataria con la convocatoria a todos los partidos con representación parlamentaria, en el marco de los diálogos que sostendrá con diversos actores en la búsqueda de ese gran pacto nacional por la reforma a las pensiones.
Desde la derecha bajaron las expectativas a este acuerdo, pues desconfían. Desconfían del pasado y otros llamados similares que hiciera Bachelet lo que, a juicio de ellos, finalmente terminó sólo en una declaración de buenas intenciones. Por ello, pusieron el freno de mano, esperando ahora la concreción de la mesa de trabajo que se formará bajo la dirección del ministro del Interior, Mario Fernández, y que tendrá un representante de cada colectividad, instancia en la cual se pretenden abordar ya asuntos de corte técnico. En dicha mesa de trabajo se esperan extraer conclusiones sobre la reforma a las pensiones en un plazo breve, que podría extenderse hasta final de año para que ya entrado el 2017 todo el debate se traslade al Congreso Nacional.
El presidente de RN Cristián Monckeberg fue el primero en mostrar su desconfianza ante este llamado al acuerdo nacional: “Le bajaría las expectativas a estos llamados a acuerdos nacionales, se nos ha invitado en varias oportunidades con buenas intenciones, buen ambiente y la verdad que no han terminado bien, debemos entender que el gobierno tiene un sello muy distinto al que nosotros estimamos”, dijo. El diputado agregó que hay que esperar cómo avanzará la comisión de trabajo que se comenzará a reunir con el ministro del Interior, para ver realmente qué opciones hay para llegar a un acuerdo.
En tanto, el vocero del conglomerado, Felipe Kast (Evopoli) apuntó de plano a una falla estructural que ya observa de la propuesta general que lanzó la presidenta el martes pasado: “Espero que la comisión de trabajo que se haga se escuche los argumentos, el gran riesgo es que salga una reforma mala, así como han salido otras. Nuestra preocupación es que el pilar solidario —que compartimos hay que tenerlo—, venga de impuestos generales y no que se les cobre a todos los trabajadores el 5%. Prefiero que se paguen impuestos generales que lo paguen las grandes empresas, y de ahí se financie el pilar solidario, lo otro es regresivo”, expresó. Kast también llamó a la cautela, pues cree que aún queda mucho trabajo por delante, para concretar un pacto.
Desde la Nueva Mayoría, destacaron el llamado al diálogo hecho por la presidenta y la voluntad de todos los presentes por avanzar hacia una reforma a las pensiones. “La presidenta ha puesto sobre la mesa una propuesta que nos convoca, nos ha pedido generar las condiciones para un pacto para mejorar el sistema previsional y responder a quienes tienen pensiones muy bajas”, dijo la presidenta DC Carolina Goic. Mientras que el secretario general del PR, Osvaldo Correa, llamó a la derecha a dejar de lado los egoísmos personales: “Podemos tener matices y diferencias en el mecanismo, pero hay coincidencia de que es un tema que no puede seguir esperando. Tenemos que dejar de lado los egoísmos partidarios para resolver pronto un clamor ciudadano por mejorar las pensiones”.
Varios de los presentes extrañaron, eso así, a algunos dueños de casa en la reunión. Algunos esperaban que la presidenta estuviera acompañada de parte de los ministros del comité de pensiones. Sólo estuvo presente Fernández, quien se hará cargo de la comisión de trabajo. Tanto en la Nueva Mayoría como en Chile Vamos comentaron que hubiese sido necesaria la presencia de los ministros de Hacienda y Trabajo para poder abordar más detalles y no sólo líneas generales.