El ministro comunista Marcos Barraza Gómez (43) convivió sin problemas con Jorge Burgos en La Moneda durante el período en que este fue ministro del Interior. No sólo sus oficinas estaban a pocos metros, sino que tuvieron temas en común, como el tema mapuche. Por ello, le sorprendieron las declaraciones del ex jefe del gabinete, quien señaló el domingo en El Mercurio que “la Nueva Mayoría termina con este gobierno”. Y donde atacó directamente al PC, argumentando que “el nivel de influencia programática que ha tenido en este gobierno no le hace bien al país”.
“Como ministro de la presidenta Bachelet mi rol está puesto exclusivamente en los desafíos de nuestro programa de gobierno”, responde Barraza a Burgos.
—¿Qué le parece la discusión sobre el futuro de la Nueva Mayoría?
—Yo creo que la Nueva Mayoría es una gran coalición de gobierno que, pese a todas las dificultades propias de la discusión política y legislativa en la implementación de las reformas, ha sabido identificar correctamente cuáles son las actuales expectativas del sentir ciudadano. Es una gran coalición, además, porque en ella están reflejados siete partidos con identidades e historias distintas, con ideologías y doctrinas distintas, pero siete partidos que hoy tienen propósitos y miradas comunes.
—El argumento del sector de la DC que apoyó la idea de Burgos es que la ciudadanía hoy no apoya a este gobierno de la Nueva Mayoría, según las encuestas.
—Yo no sé de quién es ese argumento. El ciclo de reformas que se inició con el gobierno de la presidenta Bachelet no termina en esta administración, se proyecta a un próximo gobierno y, en ese sentido, la Nueva Mayoría es la mejor opción política para transitar a las transformaciones con sentido ciudadano.
—Gutenberg Martínez fue quien dijo que “nadie puede pretender que, cuando un acuerdo político programático tiene el 18% y el gobierno está teniendo entre el 20% y el 25% de respaldo uno pueda estar satisfecho”.
—Lo que yo le puedo decir es que si uno mira todas las encuestas, el apoyo a las reformas y a las transformaciones sigue siendo muy importante en la ciudadanía.
“(El veto de Camila Vallejo a Ricardo Lagos) es la opinión de ella. Yo creo que el programa es más importante que cualquier otra cosa, y a partir de ese dato de la realidad, lo importante es que enfrentemos con unidad las próximas elecciones, incluida, la presidencial”.
—El apoyo a las reformas, pero no al gobierno.
—Pero eso es propio de un gobierno que está implementando un programa transformador.
—Burgos también descartó una futura alianza con el PC.
—Esa fue la opinión del ex ministro Burgos, pero lo que yo vi y escuché al día siguiente es que todos los partidos de la Nueva Mayoría, incluidos sus presidentes, tienen una perspectiva distinta a favor de su continuidad. La visión común es que todos aportamos para que la coalición sea más rica desde el punto de vista de la diversidad, teniendo presente que la unión del centro y de la izquierda es indispensable para implementar reformas.
—¿Y si el candidato presidencial fuese Ricardo Lagos?
—Lo que pasa es que cuando uno es parte de la Nueva Mayoría, como el PC, ciertamente que uno no le puede poner vetos ni restricciones a nadie. Lo que sí es importante es que el futuro de la coalición esté en sintonía con un nuevo programa de ideas.
—La diputada de su partido Camila Vallejo vetó a Lagos…
—Pero es la opinión de ella. Todos los partidos que conformamos la Nueva Mayoría no estamos en condiciones de vetar a nadie.
—Se lo pregunto de otra manera, ¿usted ve un rearme del naipe en la centroizquierda si Lagos decide ser candidato? Muchos prevén el descuelgue del PC, del MAS y de sectores como Revolución Democrática.
—No, lo que yo creo es que va a venir un proceso intenso y muy relevante de discusión programática, donde los partidos tendrán que ponerse de acuerdo en cuál es el proyecto para dar continuidad a lo que estamos haciendo.
—O sea, ¿para usted es más importante el programa más que el nombre del candidato presidencial?
—Creo que el programa es más importante que cualquier otra cosa. Al final del día todos los partidos saben que somos necesarios dentro de la coalición, y a partir de ese dato de la realidad, lo importante es que enfrentemos con unidad las próximas elecciones municipales, los próximos procesos legislativos que estamos impulsando y, por cierto, la próxima elección presidencial.
“En pensiones no hay soluciones mágicas”
Marcos Barraza fue uno de los ministros que celebraron la noche del pasado martes, cuando la presidenta Michelle Bachelet dio a conocer —en cadena nacional— el plan del gobierno para mejorar el actual sistema de pensiones, donde planteó, entre otras cosas, un alza a 15% en cotización para crear un pilar de ahorro colectivo solidario, devolución de comisiones a los trabajadores y la ratificación de crear una AFP estatal.
—¿Por qué el ministro Eyzaguirre no estuvo en la foto del acuerdo?
—No voy a entrar en esa dinámica, no es parte de mi reflexión.
—Trascendió que fue difícil llegar a un acuerdo entre los ministros...
—Evidentemente, en estas discusiones todos expresan su punto de vista. Lo que importa es lo que la presidenta ha sancionado, que es establecer un nuevo marco regulatorio y una nueva estructura en materia de pensiones, que posibilite que el esfuerzo individual de las personas, a través de la capitalización individual, se complemente con el esfuerzo colectivo de la sociedad, a través del ahorro colectivo, que es uno de los principios de la seguridad social, ampliamente reconocido por diferentes organismo internacionales. Y eso es un giro importante.
—¿La propuesta interviene el Decreto 3.500 que creó en 1980 las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP)?
—Por definición, la propuesta presidencial implica la reformulación del Decreto 3.500 y, a su vez, algunas reformulaciones de orden constitucional. Esto es muy consistente con el debate que está dando el país respecto de la nueva Constitución. Uno de los derechos sociales más nombrados en las consultas ciudadanas en materia de derechos constitucionales es el de la seguridad social.
—¿Estuvo sobre la mesa el aumentar la edad de jubilación en la reunión de ministros?
—Hay varias discusiones que hay que terminar de afinar. Una de ellas es sobre la edad de jubilación y que habrá que enfrentarla, en función de una perspectiva integral, porque ampliar la edad de jubilación supone un mercado de trabajo capaz de absorber adultos mayores.
—¿Usted quedó conforme con la propuesta?
—Es una gran propuesta, especialmente porque asume el desafío de tener un modelo de pensiones en base a un sistema de cotización tripartito; asume un modelo mixto, en el sentido de así como hoy existe un modelo de capitalización individual, y existe un pilar solidario, destinado a la población más pobre, incorpora un pilar de ahorro colectivo que sitúa a la seguridad social desde el componente de mecanismos inter e intrageneracionales, que son propios de seguridades sociales, con énfasis en componentes mixtos.
—El vocero del movimiento contra las AFP, Luis Mesina, señaló que “la gente dijo ‘no más AFP’ y la presidenta nos ha respondido con más AFP”.
—Eso es absolutamente falso. Esto es un nuevo sistema de pensiones, en la medida que es cómo la sociedad chilena complementa de buena manera el esfuerzo individual del trabajador con el esfuerzo colectivo de la sociedad. De ahí la importancia de este pilar de ahorro colectivo. Recordemos, además, que en 2008, la presidenta impulsó una reforma previsional que creó el pilar solidario y que le dio cobertura a 1.300.000 personas que no tenían cotizaciones, o en su defecto, estas eran muy insuficientes. Ese pilar solidario no es menor, teniendo presente que en Chile existen 2.700.000 pensionados. Y ahora lo que se está haciendo es, básicamente, replantear las pensiones a partir del concepto de seguridad social. Y esto implica que en Chile, al igual que en otros países, va a existir un modelo con más de un pilar: colectivo, solidario y de capitalización individual.
—Para muchos la decisión de poner urgencia a la AFP estatal valida la existencia del actual sistema de AFP.
—No, los trabajadores y trabajadoras cotizantes tienen que tener la posibilidad de optar entre un agente público y uno privado. Y la AFP estatal sería una empresa sin fines de lucro, y eso hace una diferencia en la posibilidad de elegir. Por tanto, si uno suma la AFP del Estado, las regulaciones al sistema, que son muy necesarias, y adiciona la creación de un pilar de ahorro colectivo, ciertamente que esta es una reforma de envergadura que le va a hacer muy bien a las chilenas y chilenos en materia de pensiones justas para una vejez digna.
—El senador Alejandro Guillier decía que una vez más, la calle impone un tema al gobierno. Que la masiva propuesta “no más AFP” gatilló la propuesta presidencial.
—Creo que la ciudadanía en general tiene un grado de insatisfacción y desafección con el sistema de capitalización individual, que se arrastra de mucho más atrás que esta protesta, y este gobierno ha sido sensible y receptivo a eso desde el inicio. Sin ir más lejos, en los primeros cien días de gobierno de la presidenta Bachelet, específicamente en el día 43, se constituyó la comisión asesora presidencial para el sistema de pensiones, también denominada comisión Bravo. Esa comisión, junto con tener 78 audiencias públicas, diálogos sociales ciudadanos en cada una de las regiones del país, junto con dos seminarios internacionales, construyó un diagnóstico muy acabado sobre las debilidades del sistema de pensión, sus insuficiencias estructurales y estableció tres propuestas y alternativas. A continuación de ello, la presidenta constituyó un comité de ministros para proponer alternativas para el sistema de pensiones. En pensiones no hay soluciones automáticas ni mágicas. Son procesos.