Por Víctor Hugo Moreno Agosto 22, 2016

“Muchos piden más recursos a Hacienda, pero no se dan cuenta de todo lo que ya se gastó y que no hay espacios para más”. “El gobierno ya está nocaut, le llueve sobre mojado y no tienen mucha claridad sobre cómo reaccionar”. Estas son dos reacciones que líderes de la Nueva Mayoría expresaron en reserva luego de asistir a la segunda parte y final del comité político ampliado que comenzó el pasado jueves y que dejó pendiente el tema pensiones para este lunes.

Todo se mezcló: 15% de aprobación presidencial en la encuesta CEP y 1 millón de personas marchando en contra de las AFP. Por diversos flancos los ataques son certeros en contra de un gobierno cada vez más alicaído y con preocupantes síntomas de lo que a —estas alturas— ya casi pareciera ser una depresión crónica. El estado de ánimo no es de los mejores, y eso se aprecia en los siempre reveladores semblantes, que denotan cansancio y cierto grado de frustración entre los ministros y líderes oficialistas.

Sin embargo, aún  hay  atisbos de nuevas fuerzas para buscar algún grado de salvación. Y es que el tema del movimiento social que está germinando en torno a la pensiones caló hondo en Palacio. El análisis que se extrajo de la reunión que sostuvieron por más de tres horas los presidentes de partidos, jefes de bancadas con el comité político de ministros es que se debe actuar con rapidez, pues es una de las prioridades que está marcando la ciudadanía. El tema es cómo y qué hacer, y en eso no hay aún mucha claridad. Algunos quieren que a la brevedad se dejen sentir cambios y  se comiencen a subir las pensiones solidarias con mayor inyección de recursos, lo que implicaría una completa redistribución del presupuesto para 2017; mientras otros estiman que es el momento de apuntar derechamente a la concreción de un nuevo sistema. Todo ello en medio del llamado a generar un gran pacto nacional, van viendo florecer poco a poco sendos nudos que al paso de los días complejizan aún más este naciente debate.

Pero en La Moneda saben que no pueden hacer vista gorda a la protesta social. De hecho, la misma presidenta Michelle Bachelet se refirió a la masiva marcha del domingo,  sin que nadie le preguntase al respecto: "En el gobierno estamos trabajando para mejorar las pensiones, para que los cambios lleguen cuanto antes. Así como creamos el Pilar Solidario, vamos a trabajar y hacer cambios para que las pensiones de nuestros compatriotas les permitan vivir con dignidad”, dijo desde la comuna de Recoleta.

En ese plano, desde la Nueva Mayoría estiman que es necesario que el gobierno parta por recibir con urgencia a los coordinadores del movimiento NO +AFP. El jefe de diputados PS, Juan Luis Castro dijo que puede resultar muy peligroso no tomarlos en cuenta:  “Va a venir un tsunami que puede sobrepasar a las instituciones, sino son escuchados ahora y a tiempo por la autoridad, cosa que le hemos pedido a Hacienda y Trabajo, para que en estos días sean recibidos Luis Messina y la coordinadora. Y se escuche la posición de los trabajadores y la ciudadanía en la calle”.

"Sería complejo que estas marchas, al no tener un espacio institucional en donde procesar sus diferencias, ocupen solamente el espacio público para expresarse”, complementó el presidente del Partido Radical, Ernesto Velasco. Desde el gobierno, la ministra del Trabajo, Ximena Rincón, confirmó que se tiene pensado invitar al coordinador del movimiento, Luis Messina: “La ciudadanía está esperando que el gobierno logre materializar esta invitación que ha hecho la presidenta a todos los sectores para tener una solución (…) Esperamos poder materializar reuniones con los organizadores de las marchas”, explicó tras la reunión.

En paralelo a ello, en el oficialismo creen que el gobierno debe ya comenzar a estructurar un diseño de trabajo, pues este tema ya se llegó a la agenda, y llegó para quedarse. El presidente del Senado, Ricardo Lagos Weber, cree necesario acelerar el tranco: “Hay un tema de tiempos y apremios, algo que no estaba en la agenda hoy día está en la agenda nacional, está en la agenda del gobierno, y se ha dedicado hoy día tres horas a hablar sobre esto. Espeto que tengamos anuncios antes de fin de año sobre proyectos de ley”.

En la búsqueda del timón

Antes del masivo cambio de gabinete del año pasado  —en donde se modificó por primera vez desde el retorno a la democracia el comité político en pleno — las críticas del oficialismo se podían resumir en la falta de timón: faltaba un comandante del buque que con su destreza pudiese hacer navegar al gobierno por aguas calmas, mejorando la coordinación y gestión. Hoy esa crítica se vuelve a escuchar, y con fuerza luego de las desastrosas cifras de la encuesta CEP que se dio a conocer el viernes pasado.

La presidenta de la Democracia Cristiana, Carolina Goic, cree necesario enmendar el rumbo extraviado: “Yo creo que aquí hay que hacer un rediseño fuerte, un golpe de timón que efectivamente permita quebrar esta tendencia, pero sobre todo hacerse cargo de lo que la gente hoy no está diciendo con mucha claridad".

Y en ese sentido, la senadora por Magallanes profundizó que la ciudadanía están demandando necesidades que no observa como prioritarias para el gobierno: “Hay que poner énfasis en la seguridad ciudadana, que son lo que plantean en lo cotidiano los vecinos, en cómo garantizaos mayor seguridad en los barrios para que las personas que salgan de su casa puedan hacerlo con tranquilidad. Cómo enfrentamos los temas de salud y de la gestión de salud con mayor celeridad. La gente espera atención más rápida en el consultorio, con los especialistas con las garantías. Allí tiene que estar el énfasis”.

Este llamado se hace a poco de comenzar de lleno el debate por el presupuesto 2017, que se hará bajo un escenario macroeconómico más débil que años anteriores, y en donde se espera que se deban marcar nuevas prioridades. Una de ellas justamente será el tema que hizo impacto profundo en Palacio: las pensiones y que está haciendo girar el buque hacia la exploración de una nueva reforma. El problema es que varios creen que otros actores deberían ser los que manejen el timón para enfrentar el tema.

Y para ello, los presidentes de partido de la Nueva Mayoría, tras reunirse en horas de la tarde en la sede del Partido Socialista, acordaron solicitar una audiencia presidencial. La idea será tener un espacio para entrar a la arena más política con la presidenta Bachelet, tras los magros resultados de la CEP y en medio de los cada vez más crecientes rumores sobre lo que, a esta altura, pareciera ser un inminente cambio de gabinete.

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