La mañana del jueves 11, dos días después que Michelle Bachelet anunciara —en cadena nacional— un plan para reformar el sistema de pensiones, el matinal Mucho Gusto de Mega, hizo una inédita apuesta: invitó a los senadores Alejandro Guillier y Manuel José Ossandón —ambos precandidatos presidenciales— a tomar desayuno y a conversar sobre el tema.
“Si fuera electo presidente ¿qué propondría?”, preguntó Katherine Salosny a Guillier, abriendo un debate que promedió 11 puntos de rating con un peak de 12 puntos, ganando por lejos al resto de los canales.
Aparte de entregar sus propuestas utilizando un lenguaje cotidiano, ambos invitados rieron, hablaron de los Juegos Olímpicos, el deporte en los barrios y enviaron saludos.
El productor ejecutivo del matinal, Pablo “Pablete” Alvarado, explica a Qué Pasa: “Consideramos que el programa no puede estar alejado de los temas de la contingencia. Ricardo Lagos y Sebastián Piñera tienen un discurso menos matinal, Ossandón y Guillier, en cambio, tienen un lenguaje más cercano a la dueña de casa”.
Según analistas políticos, todo indica que en la próxima encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP), aparte de Isabel Allende, Guillier y Ossandón serán los escoltas de Lagos y Piñera. Este análisis será válido sólo si los ex mandatarios dan un paso al costado en los próximos meses y deciden continuar su tranquila vida de ex gobernantes, recibiendo atractivas invitaciones y dando charlas por el mundo.
Según el gerente de Asuntos Públicos de Cadem, Roberto Izikson, ni la Nueva Mayoría ni Chile Vamos están preparados para que Lagos y Piñera se bajen de la presidencial. “Ninguna de las coaliciones tiene definido un plan B”, advierte.
Sin embargo, los partidos de ambos bloques ya imaginan ese momento y candidatos no les faltan.
En el entorno de Guillier y en el Partido Radical ya están trabajando por una eventual campaña presidencial del periodista. Aunque él transmite que todavía no es momento y que, quizás, no esté convencido, la maquinaria radical se está moviendo como desde hace tiempo no lo hacía. El miércoles pasado, el vicepresidente Patricio Tombolini se reunió con Guillier en Valparaíso para definir la gira nacional de apoyos a los 1.300 candidatos radicales.
El ex conductor de noticias fue presentado hace unas semanas como el rostro oficial de la campaña. Un “sello de garantía” de confianza fue la consigna elaborada dentro del partido, para posicionar su figura como alguien limpio de cualquier acto irregular.
Ossandón, en tanto, continúa recorriendo Chile (este fin de semana tenía previsto estar en la Región de Los Lagos) y recolectando las 35 mil firmas que requiere para poder ser candidato independiente.
Su renuncia a RN buscó desmarcarlo de un eventual mal resultado municipal de RN y liberarlo si es que no lograba el apoyo del consejo general de marzo para ser la opción de la colectividad, donde Alberto Espina, Francisco Chahuán y Andrés Allamand jugarán sus cartas.
SE REBARAJA EL NAIPE
Un temor latente del piñerismo desde que salió de La Moneda y se reagrupó en sus oficinas en Apoquindo 3000 es que el ex presidente se vea envuelto en algún caso judicial que afecte el apoyo que reflejan las encuestas. Un disparo certero como el que recibió hace unos meses Marco Enríquez-Ominami, al conocerse que en su campaña presidencial en 2013 utilizó un jet privado de una empresa investigada por corrupción en Brasil, y que lo sacó de entre los políticos con más futuro, según la última encuesta CERC.
Por ello, la semana pasada la noticia de que el fiscal argentino Ramiro González incluyó a Piñera en la causa abierta por supuestas coimas que habría pagado LAN hace una década para poder iniciar operaciones en Argentina, alertó al entorno del ex mandatario.
“Sebastián juega al límite y sabemos que en cualquier momento puede saltar algo”, señala un ex colaborador del gobierno anterior.
Aunque jamás lo reconocerían públicamente, la noticia sobre LAN fue bien recibida por algunos senadores de RN y algunos dirigentes de la UDI que ven un posible espacio para entrar en la contienda presidencial. Renovación Nacional, la UDI, Evópoli y Amplitud ya analizan la posibilidad de que Piñera pudiera optar por pasar en esta elección y pensar en el 2022, cuando las aguas estén más calmas.
“Si Piñera no va, se baraja todo el naipe”, señala un senador de Chile Vamos, previendo que cualquier cosa puede pasar.
Los candidatos de RN podrían ser Manuel José Ossandón (quien renunció a la colectividad), Alberto Espina, Francisco Chahuán y Andrés Allamand. Por la UDI, Francisco de la Maza, Juan Antonio Coloma, José Antonio Kast, aunque este último dejó el partido. Incluso, algunos mecionan a Hernán Larraín. Por Evópoli el diputado Felipe Kast ya confirmó que irá a las primarias, y por Amplitud, Lily Pérez, podría competir en una primaria con Andrés Velasco, de Ciudadanos, ambos sin nada que perder.
El partido que dirige Cristián Monckeberg ya definió un cronograma presidencial. Quienes deseen ser candidatos deben contar con el patrocinio de un 10% de los consejeros nacionales o de 1.500 militantes reafiliados. Entre los precandidatos inscritos, quien logre dos tercios del consejo general fijado para marzo del 2017 será el candidato oficial del partido.
El senador Alberto Espina —quien según sus cercanos no irá a la reelección por La Araucanía Norte— señala a Qué Pasa que desde hace un año que está trabajando silenciosamente en las bases del partido para ser nominado, que cuenta con un grupo de 250 jóvenes militantes de todo el país, que ya posee el 20% de las firmas necesarias para inscribirse y que ha recorrido 120 comunas apoyando a los candidatos a alcaldes y concejales. “Por mi experiencia y trayectoria política, yo no estoy para campañas testimoniales: voy a ser el representante de RN, voy a ganar las primarias legales y seré el próximo presidente de Chile”, afirma Espina, descartando cualquier tipo de arreglo con Piñera, una acusación que le han hecho sus adversarios.
El otro precandidato de RN es Francisco Chahúan, quien ya comenzó a formar su equipo para competir con Espina. Sin embargo, en el partido muchos creen que el senador utilizará esta tribuna para fortalecer su reelección senatorial, lo que él niega tajantemente. “Los candidatos no van a ser los que todos suponen”, dijo Chahuán el domingo en El Mercurio de Valparaíso.
“Si Piñera no va, Allamand es quien tiene el mayor potencial para reemplazarlo. Es el más parecido en discurso y carrera. Él podría llegar a segmentos más transversales en una primera vuelta, pero le costará mucho convencer a los partidos de Chile Vamos”, afirma Roberto Izikson.
Si Piñera no va, también aparece en escena Andrés Allamand, cuya apuesta sería imponer su nombre a través de las encuestas. Por eso, hoy lucha internamente para que la inscripción de candidatos no sea el primero del próximo mes, sino que después de las municipales.
En la UDI, mucho dependerá de quién gane las elecciones internas fijadas para noviembre y que por primera vez serán un militante un voto. El primero en señalar sus intenciones de participar fue el diputado Jaime Bellolio, quien no es partidario de apoyar a Piñera y competir con programa y candidato propios. Contra esta propuesta está Joaquín Lavín, entre otros dirigentes, quien es partidario de respaldar cuanto antes a Piñera.
Para contrarrestar la postura de Bellolio, un grupo de diputados —Jorge Ulloa, Ignacio Urrutia y David Sandoval, entre otros— impulsa la opción de Felipe Ward.
La otra candidata a presidir la UDI es la senadora Jacqueline van Rysselberghe, apoyada por sus pares Juan Antonio Coloma y Víctor Pérez, entre otros, quienes apuestan por un apoyo negociado a Piñera. De ganar la ex alcaldesa, el interlocutor con Piñera volvería a ser Coloma. Por ello, ni en él ni en el círculo cercano al ex mandatario cayó bien la salida de Francisco de la Maza de Las Condes para sumarse a la lista de presidenciables.
“Si Piñera no va, Allamand es quien tiene el mayor potencial para reemplazarlo. Es el más parecido en discurso y carrera, así como Insulza con Lagos versus Ossandón, que contará con más apoyo en la opinión pública. Allamand podría llegar a segmentos más transversales en una primera vuelta, pero le costará mucho convencer a los partidos de Chile Vamos y a sus votantes de primarias de apoyarlo, tal como a Guillier” afirma Izikson.
LA DC Y EL CAMINO PROPIO
La última entrevista concedida por Ricardo Lagos en La Tercera, donde hizo un crudo diagnóstico de la situación política, no cayó bien en sectores de la Nueva Mayoría, restando fuerza a su opción, especialmente en los dirigentes de izquierda, con los cuales el ex gobernante no está dispuesto a enfrentarse. “Yo no sé si el país aguanta año y medio con esta crisis”, señaló. “¿Está en problemas la República, presidente?”, preguntó el columnista Héctor Soto. “Creo que es la peor crisis que ha tenido Chile desde que tengo memoria”, respondió Lagos.
Los partidos de la Nueva Mayoría ya analizan un escenario sin Lagos y candidatos tampoco les faltan. En el PS, las fichas están puestas en Isabel Allende, quien cada día se convence un poco más de ser presidenciable, cuentan sus más cercanos. Otro plan B del PS es José Miguel Insulza.
Un temor latente del piñerismo es que el ex presidente se vea envuelto en algún caso judicial que afecte su apoyo. Un disparo certero como el que recibió hace unos meses ME-O, al conocerse que en 2013 utilizó un jet privado de una empresa brasileña, y que lo sacó de los políticos con más futuro, según CERC.
“En la Nueva Mayoría las alternativas a Lagos son Insulza, que podría hacer suyos todos los atributos de Lagos, versus Guillier, que contará con la aprobación de la opinión pública, tendrá mayor capacidad de llegar a sectores de la extra-concertación, pero se le hará difícil convencer a los partidos y, por lo tanto al votante en una primaria”, dice Izikson.
“Creo también que sin Lagos, la DC tendrá todos los incentivos de ir a primera vuelta, y ahí la alternativa más evidente es la de Ignacio Walker”, agrega el experto en encuestas.
Aparte de Walker, está la opción de la presidenta del partido, Carolina Goic, quien no lo ha descartado y hasta ahora ha conducido con equilibrio y prudencia a la DC, quien primero deberá lograr reelegirse.
También está Jorge Burgos, cuya bullada salida del gabinete le ha permitido conseguir réditos en la vieja Concertación. El ex ministro movió el tablero con una entrevista en El Mercurio donde le puso la lápida a la Nueva Mayoría y rechazó un futuro pacto con el PC.
En la DC dicen que Burgos ha transmitido que, de no ir Lagos, sólo se aventuraría en una carrera presidencial si se mantiene marcando en las encuestas como el DC mejor evaluado por la ciudadanía, tal como apareció en la CEP de diciembre del año pasado, y con la idea de potenciar una plantilla parlamentaria potente del partido.
El PPD, en cambio, no cuenta con plan B y ha apostado todas sus fichas a Lagos. Y, pese a que no asoma en las encuestas, el diputado Jorge Tarud es el único que ha levantado la mano, enarbolando los temas de política exterior, sin convencer mucho a sus compañeros de partido, quienes sospechan que su verdadera estrategia es ser senador por la Séptima Región.