Mientras en el Salón Entre Patios de La Moneda los presidentes de partidos de la Nueva Mayoría junto a los ministros del comité político intentaban apagar el incendio provocado por el misil lanzado el fin de semana por el ex ministro Jorge Burgos sobre el fin del conglomerado; por los patios del Palacio aparecía, casi por arte de magia el senador Ignacio Walker, para lanzar un nuevo misil marca Burgos.
Nada fue por casualidad.
El senador de forma espontánea decidió dar un paseo por el interior de Palacio, entrando por Alameda y saliendo por calle Moneda. Quizás pensó que el tramo era más corto que el tener que caminar por las veredas de Teatinos o Morandé.
Justo a esa hora (11 de la mañana) la mayor cantidad de la prensa política nacional se encuentra esperando la salida del tradicional comité político de los lunes. Por ello, no es poco usual que algunos parlamentarios imaginen alguna reunión en Palacio para darse una vuelta y lograr la atención mediática que a esa hora es tradición. O simplemente, como le puede haber pasado a Walker, decidir ir a dar una vuelta para ver qué pasa. Aunque la escena de este lunes, dista mucho de la casualidad pura. En política, casi nada tampoco es casual.
Walker dejó de hablar por su celular y de inmediato las cámaras y micrófonos corrieron hacia él. “Vamos a decir unas cositas”, dijo el senador, mientras se aguardaba la llegada de todos los medios. Antes que todo, el ex presidente de la DC aclaró en varias ocasiones que él había sido el “socio fundador” de la Nueva Mayoría cuando él fue presidente, y que bajo su mandato se concretó — por primer vez en la historia —una alianza entre la falange y el Partido Comunista. Dicha esa frase de advertencia, lanzó el segundo misil de la marca Jorge Burgos: “Para que un acuerdo programático se transforme en una coalición política que vaya más allá de un gobierno se requiere de una gran coherencia, una coherencia que hoy día yo creo que la Nueva Mayoría en una perspectiva de futuro, no tiene”, agregando que “nunca, cuando creamos la NM pensamos en fundar una coalición política de mediano y largo plazo que fuera más allá de un gobierno”. Dichos conceptos se acompañaron de una serie ejemplos de desencuentros con el PC en algunas leyes como el salario mínimo, la agenda corta anti delincuencia, entre otras y fue, además, solventado por lo que a su juicio es una aprobación muy baja del apoyo a la presidenta (19% según la última encuesta Cadem). Walker notificaba así los primeros trámites para el divorcio PC-DC.
Tras ello, el senador salió algo más raudo que en su entrada por calle Moneda. Su paseo ya había cosechado los frutos. Mientras, en el comité político se vivía una escena diametralmente distinta, con una presidenta de la DC, Carolina Goic, asegurándole al gobierno y a los demás partidos de la coalición que la posición oficial de la Democracia Cristiana es seguir trabajando en el gobierno, dando cumplimiento al programa y a los compromisos pactados. Análisis que compartió a la salida de la reunión: “Se pueden emitir opiniones individuales, personales, pero la definición del partido, la definición institucional de la Democracia Cristiana es a través de sus estructuras. Y allí, el itinerario está absolutamente trazado: somos un partido de gobierno, tenemos 18 meses por delante y tenemos que colaborar activamente con las tareas que hemos comprometido al país”, dijo.
Quién también estuvo en La Moneda, como jefe de bancada DC y participando en la reunión de todos los lunes de coordinación en la Segpres, fue el senador Andrés Zaldívar. El parlamentario aprovechó de decir que las opiniones de Burgos eran legítimas e hizo un llamado al PC a cuidar el lenguaje: "Vamos a proyectar la Nueva Mayoría, una vez que tengamos un buen gobierno. No nos tomemos la leche antes de tener la vaca", dijo.
En La Moneda misma no cayeron nada de bien las declaraciones de quien hace algunos meses fuera el jefe del gabinete ministerial. Por ello, cada jefe de partido en la reunión, expresó su total apoyo al programa de gobierno; no obstante, también se estableció que cada partido decidirá —en su momento — cómo y bajo qué reglas se continuará en la Nueva Mayoría o en el nombre que tenga el conglomerado de centro izquierda que se determine con más opciones de ser gobierno. Pues para varios, el nombre mismo de la Nueva Mayoría de todos modos tendrá que cambiarse.
El vocero de gobierno, Marcelo Díaz, entendió así ese mensaje traspasado por los partidos: “En esta reunión han estado los presidentes de los siete partidos y todos han expresado la disposición y la voluntad a seguir trabajando como lo hemos venido haciendo. Los debates sobre los desafíos futuros de contenidos programáticos, de liderazgos, de coalición serán analizado y debatido como corresponde por los partidos”.
La voz del Peta
El actual ministro del Interior, Mario Fernández, —según comentó uno de los asistentes a la reunión — tomó nota, escuchó la intervención de cada presidente de partido. Observó con detención, sobre todo las intervenciones de la senadora Goic y del presidente del PC, Guillermo Teillier, para al final de cada una de las exposiciones expresar que él era democratacristiano y que bajo esa premisa se ceñía a lo dicho por la jefa del partido, en cuanto a que las declaraciones de Burgos eran a título personal, y que no representaban el pensamiento del partido. Tras ello, según comentaron las mismas fuentes, insistió en la necesidad de buscar la proyección del conglomerado luego de que culmine este gobierno.
Más allá del deseo del “Peta” y de la jefa del partido, en la DC el ambiente está tenso, con una fuerte resaca post misil Burgos. Según comentaron fuentes del partido durante esta jornada se están analizando algunas acciones a seguir por parte de la directiva, en la cual no cayeron para nada bien las declaraciones de Burgos que, además, fueron alentadas de inmediatos por sus barras bravas más cercanos (Gutemberg Martínez, Ignacio Walker, Andrés Zaldívar). El tema preocupa a la dirigencia que observa cómo el partido está tomando rumbos distintos ad portas de un año electoral.
La voz del PC
Dentro de partido de la Hoz y el martillo esperaban que el comité fuera más tenso (quizás con algo de sangre derramada). Pero, al parecer, hubo más bien paños fríos y una sensación de seguir caminando juntos, para no manchar más la ya paupérrima evaluación ciudadana que existe tanto de la presidenta, como de los partidos y el gobierno. A fin de cuentas, comentan en el oficialismo, a nadie le conviene terminar mal el gobierno, pues a nadie le gustaría dejar ese cómodo estado de ser gobierno,
El presidente del partido, Guillermo Teillier, se quedó con el compromiso expuesto adentro de la reunión por su colega Goic: “La presidenta del partido ha dicho en el comité político que el planteamiento de la DC se mantiene a firme en su apoyo al gobierno, al programa actual en su cumplimiento y también en la proyección de lo que estamos haciendo ojalá en otro período presidencial", dijo.
Con todo, el trabajo continúa y en un nuevo intento por aunar criterios, el próximo viernes 18 de agosto a las 15 horas se llevará a cabo una reunión ampliada de ministros y representantes de los partidos de la Nueva Mayoría en La Moneda (sin aún confirmarse la presencia de la propia presidenta Bachelet), con el de analizar tres áreas de interés: el presupuesto 2017; la reforma al sistema de pensiones y el problema de la descentralización.